Una cata para escoger la mejor: a los avilesinos les gusta el agua que sale por sus grifos

Existen las catas de vino, de aceite, de chocolates... pero de agua, es cuando menos innovador. Y ayer, Avilés, polo de innovación, realizó una gratuita bajo los soportales del Ayuntamiento para que quienes se acercaran decidieran cuál de ellas le gustaba más. Había cuatro vasos, con cuatro aguas diferentes, dos de grifo y dos minerales, y la clave estaba en utilizar los sentidos para decidir cuál era la que más le gustaba a cada uno ¿Cuál fue la preferida? Eso, al final.

Aguas de Avilés, la empresa mixta que gestiona el suministro en Avilés, ideó para conmemorar la Semana del Agua una serie de actividades que se han venido desarrollando a lo largo de la semana. Y la de ayer, la cata del agua, se convirtió no solo en pionera, sino además en un polo de atracción para la ciudadanía.

Guillermo Noriega, jefe de la planta potabilizadora de La Lleda, explicaba el procedimiento a quienes se acercaban a la mesa. Cuatro vasos de agua diferentes, de las que no se sabía ni origen ni si eran embotelladas o de grifo. El método fue el mismo también para las autoridades: la consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio, Belarmina Díaz; la alcaldesa, Mariví Monteserín, y el concejal de Servicios Urbanos y Medio Ambiente, Pelayo García.

"Vamos a hacer un análisis organoléptico", que luego detallaba. "Está basado en los sentidos" y el proceso era, en este orden, mirar el agua, olerla y probarla. "Al principio todo el mundo reacciona con cierta reticencia porque piensan que no van a notar nada, pero es porque en realidad nadie se para nunca a hacer ese ejercicio. Aquí se paran, perciben y luego deciden".

Hay que mirar el agua y comparar. Así que vasos arriba y a mover el líquido con cuidado sin que nadie perciba diferencias. "Es lo normal", animaba Noriega.

Luego a oler. Narices dentro de los vasos. En este caso, solo algunos se atrevían a decir que les daba más olor unas que otras.

Y por último, beber. En este paso final sí que empezaban las diferencias. "Que te guste más o menos tiene mucho que ver con lo que cada persona esté acostumbrada a beber", asegura Noriega.

Tras realizar la prueba decenas de ciudadanos, les tocó el turno a las autoridades. La Consejera y la Alcaldesa se animaron incluso a mirar el agua al trasluz comparando las de unos vasos con otros. En la misma mesa estaba Carmen Menéndez, de la Asociación Pedro Menéndez. La coincidencia fue total, entre ellos y con muchos de los ciudadanos que se acercaron a participar en la cata: la que más gustó fue la C.

Era al final, cuando se explicaba qué agua contenía cada vaso. La A y la D eran aguas minerales, la B y la C, del grifo. Y la C, en concreto, correspondía con la que sale por los grifos de los domicilios avilesinos. La de Aguas de Avilés.

"Aguas de Avilés tiene un agua muy buena", aseguraba Guillermo Noriega, quien destacó que "el agua de grifo tiene un contenido mineral muy importante, fundamental, para el organismo, pero además, es agua sostenible, de aquí, es mas barata y no hay agua más controlada y monitorizada desde donde se capta, el proceso de potabilización, control en los depósitos y en la red y grifos de la ciudad".

La alcaldesa incidió en la necesidad de difundir "todo lo que estamos desarrollando desde el PERTE del Agua con fondos europeos, que son muy importantes, que articula la Consejería y que lidera lo que se está haciendo en la comarca para una mejor prestación del servicio y con la modernización y digitalización de todas las infraestructuras para un mejor consumo".

La Consejera señaló que "Asturias está muy bien posicionada en España primero porque tenemos agua, un recurso tremendamente valioso, y porque hacemos actuaciones muy singulares, como la depuradora de Villapérez, las inversiones del PERTE de descarbonización y todas las actuaciones que se están haciendo en el agua regenerada para la industria".

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