Oviedo debe ser un gran hub tecnológico

Es innegable que nuestra ciudad ha sufrido un cambio importante en los últimos años. Hemos ido afrontado con solvencia los retos económicos y demográficos, que son inherentes a este tiempo que nos ha tocado vivir. Y hemos logrado que Oviedo, a pesar de todo, esté creciendo más que nunca a todos los niveles. Incluso demográficamente, siendo ya la ciudad de Asturias que más está incrementando su población.

La clave de este gran progreso que estamos logrando llevar a cabo en Oviedo ha sido equilibrar nuestra rica herencia cultural con las necesidades del mundo moderno. Es decir, estamos siendo capaces de defender nuestra esencia y nuestras tradiciones, sin dejar de mirar hacia el futuro.

Os voy a poner un ejemplo muy concreto: La entrada de Oviedo por la Plaza de la Cruz Roja y el Bulevar del Vasco. Terminamos con una rotonda caótica y trasnochada para diseñar una nueva glorieta mucho más eficiente y amable con los peatones. Que se complementa a la perfección con el nuevo Bulevar del Vasco, lleno de empresas, restaurantes y establecimientos de ocio. En definitiva, lleno de vida.

Un proyecto, por cierto, que fue fruto del impulso empresarial liderado por José Manuel Ferreira y que contó, como no podía ser de otra manera, con el respaldo total del Ayuntamiento de Oviedo. Esta obra que modificó una de las principales entradas de nuestra ciudad, puede parecer poco relevante en un contexto global.

O, incluso, podéis llegar a pensar que tiene poco, o nada, que ver con los asuntos que estamos tratando hoy. Sin embargo, creo que son estos pasos, no tan pequeños como pueda parecer, los que nos posicionan en el camino correcto hacia la sostenibilidad y la modernidad. Oviedo, pese a quien le pese, se encuentra en un momento histórico y decisivo. Y como Alcalde, os puedo asegurar que lo vamos a aprovechar. Desde el equipo de Gobierno que presido, siempre hemos manifestado la necesidad de potenciar la existencia de un polo empresarial, tecnológico e innovador, que dinamice, definitivamente, nuestra actividad económica.

Pues bien, el lugar ideal para hacerlo está, sin duda, en los terrenos de la antigua Fábrica de Armas de La Vega. De ahí que el esfuerzo para sacar adelante esa operación haya sido tan intenso. Como sabéis, recientemente hemos firmado con el Ministerio de Defensa y el Gobierno del Principado, el acuerdo que nos permite recuperar esos terrenos. Puedo decir con orgullo que hemos logrado lo que otros no pudieron alcanzar, pero también sé que este no es el final del camino. Todo lo contrario. Somos conscientes de que el trabajo que tenemos ahora por delante es inmenso y de que, si queremos atraer a las mejores empresas, no podemos hacerlo solos. Queremos convertir La Vega en un centro empresarial de alto valor añadido, que apueste por la industria de la Defensa y del Espacio, por el sector biosanitario y por las nuevas tecnologías, como el Big Data o la Inteligencia Artificial. Es decir, un polo económico que emerja desde Oviedo para transformar toda Asturias. Pero para ello, necesitamos la colaboración de todos. Necesitamos a las empresas, con las que debemos crear sinergias y tejer redes de cooperación.

A las Cámaras de Comercio, como la de Oviedo, que, me consta, tan buen trabajo está desempeñando. Con esa enriquecedora alianza que han promovido las Cámaras del llamado Arco Atlántico. Y, por supuesto, necesitamos que el espíritu de colaboración entre las Administraciones, especialmente con el Gobierno de Asturias, siga siendo tan leal como lo ha sido hasta ahora. Y en este punto, me voy a detener.

Es por todos conocido que mi relación con el Presidente Barbón es cordial y, por qué no decirlo, fructífera. Pues hemos sabido dejar a un lado las diferencias ideológicas, que son notables, cuando la importancia de un asunto así lo ha requerido. Pero también es cierto que mi nivel de exigencia ante muchos de sus planteamientos, con los que no puedo estar de acuerdo, es implacable.

Y aquí, os voy a poner un ejemplo: Oviedo tiene una situación geográfica inmejorable. Casi diría que privilegiada. Nos encontramos en el corazón de Asturias, prácticamente a la misma distancia de la costa que de las montañas que debemos cruzar para dirigirnos hacia la Meseta.

Sin embargo, esa posición predominante queda completamente empañada por las grandes asignaturas pendientes que nuestra región aún tiene en materia de transportes y comunicaciones. Es verdad que la deseada llegada del AVE ha supuesto un punto de inflexión, pero también que todavía queda mucho por hacer y mejorar. Por eso, necesitamos un Gobierno Autonómico que exija, contundentemente y de una vez por todas, lo que Asturias se merece, dejando a un lado las ideologías y los intereses partidistas.

Y en ese sentido, el Corredor Atlántico es imprescindible. No voy a enumerar las muchas actuaciones previstas en su Plan Director y que, sin duda, necesita nuestra región. Pero sí quiero recordar, y lo hago con tristeza, que la Ronda Norte de Oviedo ha vuelto a quedarse fuera de este Plan. Me encantaría pensar que los ovetenses no tendremos que esperar por ella veinte años como sí lo hicimos por la alta velocidad.

Dicho todo esto, quiero dejar claro que nosotros, como Ayuntamiento, tenemos nuestras propias obligaciones. Que son determinantes para el fortalecimiento del tejido productivo y para la captación de las empresas más innovadoras. Como Administración Local, debemos ofrecer programas de asesoramiento y formación. Proporcionar acceso a fondos o subvenciones para ayudar a los emprendedores. Facilitar el acceso a espacios de coworking o incubadoras de empresas. Fomentar la creación de redes entre emprendedores, empresarios locales y potenciales inversores. Agilizar los procesos administrativos y reducir la burocracia. O apoyar, entre otras muchas cosas, la promoción de los negocios locales.

Pues bien, aunque siempre se puede mejorar, y para eso trabajamos, he de decir que en Oviedo ya se llevan a cabo muchas de estas medidas. Os pongo dos ejemplos: El Talud de la Ería, que lleva más de una década ofreciendo asesoramiento y espacio de trabajo a todos aquellos que lo necesitan, con un éxito rotundo. O algo mucho más reciente: el proyecto que presentamos hace unos días, dotado con medio millón de euros, para digitalizar 700 comercios.

Además de todo esto, y siendo muy conscientes de que La Vega debe ser en el futuro el foco de nuestro tejido empresarial, tenemos otros dos ejes importantes en Oviedo, y en los que ya estamos trabajando con intensidad: La galería comercial del Calatrava, que adquirimos recientemente, y el Polígono de Olloniego, que queremos reforzar con la llegada de nuevas empresas.

Me gustaría hacer hincapié en el Calatrava porque se trata de una superficie útil de más de 40.000 metros cuadrados, en el centro de la ciudad, y que muy pronto estará acondicionada para instalar empresas.

Como veis, son muchos los frentes que mantenemos abiertos y mucho el trabajo que estamos desarrollando.

Nuestro compromiso para convertir a Oviedo en un gran hub tecnológico es total y estoy seguro de que si trabajamos todos unidos lo vamos a conseguir. Siempre digo que lo que es bueno para Oviedo, lo es para toda Asturias, y viceversa. De ahí que mi mano siempre vaya a estar tendida para ayudar a las empresas, para generar puestos de trabajo y para promocionar las tecnologías que ya desarrollan el talento local.

Tengo la convicción de que Oviedo, en su rol de capital, debe liderar el progreso de Asturias, pero también sé que el futuro de nuestra región es un asunto que nos concierne a todos.

Suscríbete para seguir leyendo