La Marcha de Hierro ya tiene espacio en el callejero de Gijón: "Vienen tambores de guerra"

"Gijón salda una deuda histórica", reconoce la Alcaldesa, Carmen Moriyón

La Calzada

"Hace 33 años que hicimos la marcha de hierro. Hubo una gran unidad de acción del movimiento sindical y por eso pudimos llegar a Madrid. Quiero dedicar un recuerdo a los amigos y compañeros fallecidos de la marcha de hierro. Y decirle a las generaciones actuales, a los jóvenes y a los responsables sindicales, que vienen tambores de guerra, y por lo tanto no es descartable ninguna movilización para defender lo que en su día nos duró en principio 33 años. Esperemos, y estamos seguros, de que los compañeros que ahora rigen las diferentes organizaciones sindicales, van a estar a la altura de las circunstancias. No obstante, deciros que aquí estamos nosotros para colaborar con vosotros". Eladio José Braga Casero, uno de los jubilados que participaron en la Marcha de Hierro en 1992 para defender la continuidad de la siderurgia integral en Asturias, se expresó así en la inauguración del Parque de la Marcha de Hierro, en La Calzada. Fue un llamamiento a emular aquella lucha en un momento como el actual en el que existe una importante incertidumbre sobre el futuro de la siderurgia asturiana, con un proyecto crucial en el aire, como es el de la construcción de un horno DRI.

La marcha de hierro tuvo lugar del 9 al 26 de octubre de 1992, con dos columnas que salieron a pie hacia Madrid desde Asturias y desde el País Vasco. De Asturias partieron 250 trabajadores. "Fue una experiencia impresionante. La colaboración que hubo entre todos fue fuera de serie y también la solidaridad que recibimos; pasabas por los pueblos y la gente te esperaba fuera con pinchos y bocadillos. A los vascos fue todo lo contrario, los ahuyentaban, pero a nosotros nos esperaban. En León llegaron a poner mesas en un pueblo para darnos de comer. Fue muy cansino, acababas con los pies destrozados y la tendinitis estaba al orden del día, pero la solidaridad de toda la gente fue impresionante", recuerda Víctor Castro, que también pone en valor "el compañerismo" entre los integrantes de los distintos sindicatos –UGT, CC OO y USO– "que en condiciones normales nos llevábamos a matar".

El avilesino Rafael Antonio Mira destaca de entonces "la unión de todos, con Ayuntamientos y políticos con todos los sindicatos". En su caso, apenas llevaba un año en la empresa y se sumó a la marcha de hierro "en contra de lo que me decía la familia, mis padres me decían ‘a dónde vas, ahora que entraste en Ensidesa van a echarte por ir a esto’, pero yo tiré para adelante y la hice".

Ángeles Moro recuerda que en aquella época también había una fuerte crisis siderúrgica en Europa y que se necesitaban "fuertes inversiones para hacer un plan de viabilidad, porque si no estábamos abocados al cierre de las factorías de Avilés y Gijón". Se evitó.

El nombre que se da a este parque se acordó por unanimidad por el Pleno municipal, a propuesta del edil socialista Jacobo López. La alcaldesa, Carmen Moriyón, señaló esta mañana al abrir el acto que "Gijón salda una deuda histórica" por aquella marcha para defender el futuro industrial de Asturias. "Aquel era, como en cierta manera lo vuelve a ser hoy, un momento de incertidumbre en el que se cernían serias dudas sobre la continuidad de la siderurgia en el Principado", recordando que aquella marcha logró por primera vez modificar el plan de competitividad que había planteado el gobierno central.

Al acto acudieron representantes de todos los grupos municipales salvo Vox y de las diversas organizaciones sindicales que promovieron la marcha.

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