Cinco muertos en Cerredo (Degaña) en el accidente más grave de la minería en treinta años

Los fallecidos, de entre 33 y 54 años, eran vecinos del cercano municipio leonés de Villablino

Otros cuatro mineros resultaron heridos, tres de ellos graves

La deflagración, de origen desconocido, ocurrió en una zona donde la empresa asturiana Blue Solving tiene autorización para la retirada de materiales

Cinco muertos en la explosión de la mina de Cerredo (Degaña) y cuatro heridos graves

Demelsa Álvarez / Amor Domínguez

Apenas pasaban las 9 y media de la mañana cuando una explosión enmudeció Degaña. La minería asturiana registró ayer en una explotación de la localidad de Cerredo su mayor tragedia en casi 30 años: cinco trabajadores fallecieron y otros cuatro resultaron heridos (tres de ellos graves) a causa de una explosión de gas grisú, según las primeras hipótesis de los investigadores.Los cinco fallecidos, de entre 33 y 54 años, eran leoneses, y cuatro de ellos residían en pueblos del municipio de Villablino, muy cercano a la mina de Cerredo, en el suroccidente del Principado, una explotación de carbón que ha sido reabierta por la empresa asturiana Blue Solving con un permiso para investigar la existencia de grafito y otro para la recuperación de materiales. Precisamente la investigación se centrará ahora en las labores que desarrollaban los trabajadores cuando se produjo el accidente, así como las condiciones en las que las llevaban a cabo.

 Las indagaciones en marcha sobre el accidente tienen por esclarecer, entre otras incógnitas, el origen de la concentración de grisú y la causa de la chispa que desencadenó la mortal deflagración. Según la consejera de Transición Ecológica del Principado, Belarmina Díaz, la tragedia tuvo lugar en "una zona en la que la empresa tenía un permiso activo para retirada de material, de cuadros metálicos, de vía, de elementos de minería, hasta el día 11 de abril". Esa misma empresa tiene también otra autorización de investigación en la misma mina, pero en otra planta, para buscar grafito de alta calidad. 

"Vamos a esperar a ver qué es lo que ha ocurrido. Ahora tenemos que recomponernos de este mazazo", agregó la titular Transición Ecológica, quien acudió el lugar de los hechos acompañando al presidente del Principado, Adrián Barbón, y a la delegada del Gobierno, Adriana Lastra. "Hay que dejar que el procedimiento de la investigación dé sus resultados. Entiendo que quieran saber, yo también quiero saber, soy el primero al que le gustaría saber qué pasó", manifestó Barbón. Ya por la tarde, se presentó en Cerreo la vicepresidenta del Gobierno central y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien se mostró categórica: "En el siglo XXI no puede morir nadie así; que el peso de la ley caiga sobre los posibles responsables".

El portavoz del PP en la Junta General, Álvaro Queipo, también estuvo en el lugar del suceso, desde donde envió sus condolencias: "Decirles que les acompañamos y que esperamos que este tipo de sucesos no se repita nunca más". 

Los fallecidos

Los fallecidos son Jorge Carro, de 33 años, de Sosas de Laciana; Rubén Souto, de 49 años, de Caboalles de Abajo; Amadeo Bernabé Castelao, de48 años, de Villaseca; Iván Radio, de Orallo; y David Álvarez, de 33 años, de Bembibre. Uno de los heridos ha sido trasladado al Hospital La Paz, de Madrid, con graves quemaduras. Otro fue llevado al Hospital de Ponferrada y posteriormente al Complejo Hospitalario de León. Otro permanece en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), a donde fue evacuado en helicóptero, pero a simple vista no tiene más que una pierna rota, pese a lo cual los médicos quieren observar con prudencia su evolución. Y el cuarto herido, vecino de Cerredo, fue inicialmente trasladado al Hospital de Cangas del Narcea y más tarde al HUCA, sin que se aprecien signos muy preocupantes.

En una mañana de primavera con temperatura casi veraniega, a las 9.40 horas saltaron las alarmas. Hasta el lugar se desplazaron servicios sanitarios, de bomberos y de la Brigada Central de Salvamento Minero, así como efectivos de la Guardia Civil de Degaña y Cangas de Narcea y de la Policía Judicial de Pravia.

El accidente se produjo en el piso tercero del Mangueiro, como se conoce a la mina en Cerredo. En concreto, según señaló el alcalde de Degaña, Óscar Ancares, quien trabajó en esta explotación, el suceso se produjo a unos 500 metros de la bocamina. "No me explico qué pudo pasar", apuntó. La principal hipótesis que baraja tanto la Brigada de Salvamento Minero como la Policía Judicial, según aseguró la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, es la explosión de "una bolsa de grisú", gas presente en las minas de carbón que, cuando alcanza ciertas proporciones (entre el 4% y el 15%), es inflamable. El temido grisú ha provocado también grandes tragedias mineras en casos de "desprendimientos instantáneos" del gas, de gran violencia y que convierten el entorno en irrespirable.

Así es la mina de Cerredo en la que han muerto cinco trabajadores: el accidente se ha producido en el tercer nivel

LNE

El primer trabajador en salir ayer de la mina, que lo pudo hacer por su propio pie, fue un vecino de Cerredo que en un primer momento fue trasladado al Hospital de Cangas del Narcea y, posteriormente, al HUCA. Según los testigos, tras él, los equipos de emergencias ya sacaron a tres fallecidos y poco después al herido que fue trasladado en helicóptero. Luego fueron rescatados los cuerpos de los otros dos fallecidos y un herido más, también evacuado en helicóptero pasadas las doce y media de la tarde. 

"¿Tú crees que es justo?"

La triste procesión de funerarias partió de la mina a las 15.22 horas. Para esa hora, el dolor, el llanto y la desolación ya habían inundado la ladera de un monte marrón y verde. Las ambulancias se convirtieron en gabinetes psicológicos improvisados. Una mujer lloraba y gritaba al cielo: "¿Por que ayer no me dijiste que era la última vez?". Y añadía: "Los tenían trabajando en una ratonera". Una efectiva de Cruz Roja intentaba en vano consolarla: "Hay que intentar respirar... Grita si hace falta". Y hacía falta: "¿Por qué te lo llevaste? Te pedí que lo cuidaras, Dios mío". Otra mujer se quejaba amargamente cuando llegaron las autoridades a transmitirle su pesar: "No queremos nada, nos enteramos por la tele, por la puta tele, no sabíamos nada. ¿Tú crees que eso es justo? ¿Dónde está la puta empresa?".

Las protestas desesperadas rompieron el espeso silencio de la Asturias vaciada. Delante de la bocamina había un talud con restos de carbón. Un poco más abajo, una balsa de agua. Enfrente, la cordillera leonesa con penachos cubiertos de nieve. En la zona de acceso a la mina, numerosos mineros jubilados que conocen muy bien las entrañas de una tierra que ayer se tragó otras cinco vidas jóvenes. 

La empresa: unipersonal y creada en 2022

La empresa titular de la explotación y para la que trabajaban los fallecidos en el accidente minero se llama Blue Solving y había conseguido a mediados de 2024 permiso para investigar y extraer "mineral de grafito altas prestaciones" con el que obtener grafito que destinar a industrias tecnológicas. También contaba con una autorización para la retirada de material que expiraba el 11 de abril. Los permisos de la empresa se examinarán con lupa y se cotejará con las labores que desarrollaban los trabajadores que se encontraban en la explotación. A principios de este año, la propia empresa reconocía que el proyecto estaba en una fase muy incipiente y que se esperaba que las primeras pruebas de extracción se desarrollasen a finales de este año, de ahí que la presencia en el interior de la mina de al menos 11 personas haya despertado las primeras suspicacias en la investigación.

Silencio en el Colegio de Graduados de Energía

Blue Solving es una empresa unipersonal creada en 2022 con un capital social de 3.000 euros. Consta como administrador único Adrián Rodríguez Rodríguez, quien participa en más de una decena de sociedades diversas. Este periódico contactó ayer con Rodríguez, quien inicialmente atendió la llamada pero posteriormente cortó la comunicación. El ayuntamiento de Degaña recibió el pasado febrero la solicitud del cambio de titularidad de la explotación, que hasta la fecha se encontraba en manos del Grupo Cerredo, propiedad de Combustibles Asturiana y Leonesa. Ejerce como facultativo José Antonio Fernández Casillas, director facultativo de Grupo Cerredo.  José Antonio Fernández Casillas, ingeniero técnico de minas, es en la actualidad secretario del Colegio de Graduados de Energía del Principado de Asturias (antiguo colegio de ingenieros técnicos de minas). Este periódico trató, sin éxito, de contactar con Fernández Casillas. También intentó obtener alguna valoración por parte del Colegio de Graduados de Energía, desde el que se trasladó que no se harían declaraciones por parte de ninguno de los responsables de la entidad.

Una enredada historia empresarial tras la explotación

La mina de Cerredo tiene a sus espaldas una larga historia empresarial desde que en 2009 fuera inaugurada por Coto Minero Cantábrico, del leonés Victorino Alonso. Tras entrar la empresa en disolución, pasó a manos de la Compañía Minera Astur Leonesa (de Rodolfo Cachero) y terminó cerrada en 2018. Al cierre de esta, y al no concurrir ninguna firma a la subasta, volvió a manos de Coto Minero, aunque estaba en liquidación. Fue en 2021 cuando la obtiene Carbones La Vega, que ya explotaba la mina de Tormaleo. En 2022, aunque la explotación de Cerredo estaba técnicamente cerrada, se produjo un accidente en un camión que, presuntamente, transportaba material extraído de allí, en el que falleció una persona. Carbones La Vega, del mismo grupo de Combustible Asturiana y Leonesa, tramitó el cambio de titularidad a Blue Solving el pasado febrero, ante el Ayuntamiento. No obstante, Blue Solving había logrado en 2024 ya la autorización para labores de investigación de cara a una futura explotación de grafito de alta calidad.

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