Un sacerdote, hospitalizado tras recibir un puñetazo en el Centro de Málaga

"Salva se encuentra bien, algo dolorido. Le harán un TAC de control esta tarde y se quedará ingresado unos días. Rezamos para que se recupere pronto". Este es el mensaje tranquilizador que han enviado los allegados del sacerdote diocesano Salvador Gil, párroco de la Amargura, que se encuentra hospitalizado desde la noche de este lunes tras haber recibido un puñetazo en el Centro cuando regresaba a casa después de cenar.

Una agresión sin mediar palabra, según la información facilitada por fuentes cercanas al caso y por la Policía Nacional , que se ha hecho cargo de la investigación. Eran las 22.55 horas, cuando Gil, junto a otro sacerdote, Miguel Ángel Criado, párroco de El Salvador, regresaban de cenar tras una charla cuaresmal que ofreció el segundo. Fue entonces cuando, en la plaza de San Juan de la Cruz, un individuo se le acercó y atacó brutalmente a Gil.

"Estoy harto de los masones"

"Íbamos a recoger el vehículo para regresar a casa cuando, un varón de unos 35 años, corpulento, se acercó y, al grito de "estoy harto de los masones", se abalanzó sobre nosotros", detalla Criado, según el Obispado de Málaga. "Yo pude esquivar el golpe, pero no así mi compañero que recibió un fuerte impacto en la cara y, posteriormente, al caer inconsciente, un golpe en la cabeza contra el suelo. El agresor continuó su marcha mientras yo acudía en auxilio de mi compañero y avisaba a los servicios de emergencia. Algunos viandantes se acercaron a interesarse por la situación, trajeron una manta y nos estuvieron acompañando. Una de las parejas señaló asimismo, que habían visto hacía poco a un hombre muy nervioso por la calle dando voces solo", comenta Criado. 

La agresión parece a primera vista fortuita, pues ninguno de los dos conocía al agresor y ninguno de los dos vestía en ese momento el el clergyman, por lo que descartamos en principio que el motivo fuera nuestra condición de sacerdotes

Sin sentido

Tras el golpe, Gil cayó al suelo y quedó inconsciente. Fuentes del Obispado precisan que tras recuperar la consciencia, permaneció aún muy aturdido durante unas horas. Fue trasladado en ambulancia al Hospital Regional de Málaga. Allí, las pruebas diagnósticas que le realizaron localizaron un derrame en la cabeza que, por protocolo, requiere una vigilancia de 48 horas para ver si es absorbido de manera natural por el organismo, por lo que se encuentra ingresado en el área de Observación de este centro sanitario. "Aunque dolorido, Gil permanece despierto y orientado", precisan las fuentes. 

Según Criado, la agresión "parece a primera vista fortuita, pues ninguno de los dos conocía al agresor y ninguno de los dos vestía en ese momento el el clergyman, por lo que descartamos en principio que el motivo fuera nuestra condición de sacerdotes".

Batidas en la zona

Por su parte, fuentes municipales han señalado que agentes de la Policía Local se desplazaron al lugar de los hechos tras un requerimiento que tuvo lugar este lunes pasadas las 23.00 horas. En ese aviso, dos sacerdotes pedían la asistencia de los agentes municipales, al relatar que tras salir de una conferencia, un hombre se les había acercado y golpeó a uno de ellos en la cabeza.

Por parte de los policías se realizaron batidas por la zona sin poder localizar al autor de la agresión. Además, realizaron un parte de intervención a la Policía Nacional para que sea este cuerpo el que abra una investigación en torno a lo sucedido.

Muy querido y carismático, Salvador Gil es párroco de la Amargura desde el 6 de noviembre de 2016. Natural de Ronda, nacido en 1975, fue ordenado presbítero en 2001. También es profesor del Centro Superior de Estudios Teológicos y de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga y Patrono de la Fundación Victoria. Y ha sido delegado diocesano de Infancia y Juventud de la diócesis.

También es director espiritual de la hermandad de Zamarrilla, ya que la ermita pertenece a la feligresía de la Amargura.

El Obispado de Málaga, que ha recibido la noticia con un gran impacto y pide oraciones por el pronto restablecimiento del clérigo, precisa que aún no ha presentado denuncia, aunque espera "que la justicia pueda aclarar los hechos a la mayor brevedad para evitar que puedan volver a producirse episodios de violencia gratuita".