Elon Musk se gasta 20 millones de dólares en una elección judicial en Wisconsin que se ve como primer referendo nacional sobre Trump

La chequera de Elon Musk no tiene comparación y el impacto que el hombre más rico del mundo está teniendo junto a su aliado Donald Trump en la democracia estadounidense tampoco.

Musk, que invirtió más de 280 millones de dólares a favor del republicano en las elecciones presidenciales del año pasado, ha sacado tiempo de su trabajo en sus propias empresas así como en el gobierno, donde ha estado organizando despidos de funcionarios y recortes presupuestarios masivos, para volcarse en una carrera electoral en Wisconsin. Concretamente, para apoyar con más de 20 millones de dólares a un candidato conservador que busca ser elegido este martes para el Tribunal Supremo del estado.

Como ya hizo en las presidenciales, Musk ha vuelto a usar una formula polémica, que queda a las puertas de la prohibida compra de votos. En Wisconsin ha ofrecido 100 dólares a personas que firmaran una petición contra “jueces activistas” (como descalifica solo a los magistrados que ponen freno a planes de Trump) y dieran su información de contacto. Y el fin de semana, en un mitin donde él fue la estrella (y al que ni siquiera acudió el juez al que apoya, Brad Schimel), entregó dos cheques de un millón de dólares cada uno a sendos firmantes de ese manifiesto elegidos en una lotería.

En ese acto político, Musk definió la carrera por el puesto en el Supremo de Wisconsin, donde Schimel se mide a la candidata progresista Susan Crawford, como una lucha trascendental más allá de los confines del importante estado bisagra o de los pasos que el alto tribunal estatal pueda tomar en cuestiones como aborto o derechos sindicales de funcionarios. Y es que se espera que si hay victoria de Crawford y se mantiene la mayoría progresista 4-3 que ha habido en el tribunal desde 2023, los demócratas retarán el actual diseño de distritos electorales en el estado, parte del polémico 'gerrymandering', que ha favorecido la elección de republicanos para la Cámara de Representantes en Washington, donde actualmente los conservadores tienen una exigua mayoría. 

"El destino de la humanidad"

Musk no ocultaba que eso hace tan importante para él esta elección en Wisconsin, que se ha convertido con más de 90 millones de dólares invertidos en total en la carrera judicial más cara de la historia de EEUU. Y llega en la misma jornada en que en Florida hay también elecciones para dos escaños que habían quedado vacíos en la Cámara de Representantes: el de Matt Gaetz, primer nominado de Trump a fiscal general que se retiró por sus escándalos sexuales pero no volvió al escaño, y el que dejó Mike Waltz, el asesor de seguridad nacional que ha estado en el centro de la crisis por el ‘Signalgate’.

“Quien controla la Cámara en gran parte controla el país, que es el que dirige el curso de la civilización occidental”, decía el domingo Musk en el acto en Green Bay. “Creo que es esta es una de esas cosas que puede no parecer que va a afectar el destino de toda la humanidad, pero creo que lo hará”.

Referendo sobre Trump

Tanto la elección en Wisconsin como las de Florida son vistas también desde un prisma que va más allá de los resultados de los candidatos locales: se consideran un referendo sobre el inicio de la segunda presidencia de Trump, así como del polémico papel de Musk en ese gobierno. 

Los demócratas tienen la esperanza de que los resultados expongan el rechazo creciente, incluso entre conservadores e independientes, a políticas de Trump como los aranceles o a medidas impulsadas por Musk como congelación y recortes de fondos en departamentos como Agricultura, que castigan a estados como Wisconsin. Y tienen esperanza de que se repitan resultados de otras elecciones recientes, como una especial en Pensilvania donde el candidato demócrata al Congreso se impuso en un distrito que Trump había ganado por 15 puntos en noviembre o en Luisiana, donde este fin de semana los votantes tumbaron cuatro enmiendas ultraconservadoras a la Constitución estatal propuestas por el gobernador republicano.