En Duro Felguera ya se fabricaron blindados mucho antes del interés de Indra
El Tallerón de Gijón se transformará en una fábrica de vehículos de combate y no será la primera vez que una factoría de Duro Felguera se reconvierte para usos militares: en la Revolución de Octubre de 1934 la planta de La Felguera construyó blindados

Camión blindado en los talleres de Duro en La Felguera en 1934

Indra y Duro Felguera negocian las condiciones para la compraventa de la división de Calderería Pesada de la compañía asturiana para dedicarla a la fabricación de vehículos blindados. Con la operación pasaría a manos de Indra el conocido como Tallerón de Gijón y los 146 trabajadores de la filial de Duro, compañía que hace 90 años ya fabricó blindados, aunque de forma artesanal y en condiciones excepcionales.
Indra pretendía quedarse con Santa Bárbara Sistemas, con fábricas de blindados en Trubia y Alcalá de Guadaíra (Sevilla), pero ante la firme oposición de su propietario, la multinacional estadounidense General Dynamics, ha anunciado la creación de su propia división de vehículos de combate –denominada Land Vehicles– y está cerrando la compra del Tallerón de Duro para fabricarlos allí. Será un cambio radical, porque el taller de Gijón fabrica actualmente almacenes a presión para los sectores del oil&gas, la industria petroquímica y el sector nuclear, poco que ver con los requerimientos de la industria de la defensa.
Camiones acorazados
No obstante, no será la primera vez que un taller de Duro Felguera se transforma a toda velocidad para fabricar vehículos blindados. Ocurrió en 1934, durante la Revolución de Octubre. Los revolucionarios tomaron la factoría siderometalúrgica de La Felguera, en Langreo, y sus trabajadores fabricaron de forma artesanal blindados. Eran rudimentarios camiones acorazados con doble chapa de hierro que se pusieron al servicio de los combatientes en las líneas de fuego.
Fue una breve incursión de Duro Felguera en el sector de la defensa, pero no la única. La compañía asturiana tuvo una filial de soluciones criptográficas para proteger información clasificada denominada Epicom que tenía entre sus principales clientes al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Por el carácter estratégico de la empresa –y ante las dificultades económica de Duro– en marzo de 2021 la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) adquirió el 40% de Epicom y una opción de compra por el otro 60% que mantenía Duro. Esa opción de compra se ejerció en septiembre de 2023 por parte de la SEPI dando entrada a dos empresas en el accionariado Epicom, al Grupo Oesía y a Indra, la compañía que ahora pretende quedarse también con el Tallerón de Barros y que tiene entre sus principales accionistas a la propia SEPI (con el 28%) y a Escribano Mechanical & Engineering (con el 14%).
Los contactos entre la dirección de Duro Felguera –en situación preconsursal con la propia SEPI entre sus principales acreedores– e Indra son continuos para cerrar la compraventa del tallerón. Duro se desharía de su filial con mayor pasivo (23,31 millones de euros), pero pretende poner en valor la alta especialización del taller y su personal, su maquinaría y, sobre todo, la ubicación de las instalaciones, en un lugar privilegiado de Gijón, junto a la playa de Poniente.
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