La mayor revolución farmacológica del siglo XXI ha llegado en forma de un medicamento que reduce peso, una de las grandes pandemias de nuestra era que afecta a Asturias en mayor proporción que al conjunto de España. Además, ese mismo tratamiento –pastilla o inyección– controla la glucemia, protege el corazón y el riñón y genera otros beneficios que se van descubriendo poco a poco. Pero los grandes avances llevan asociados algunos retos. El principal, ahora mismo, "que la mayoría de los pacientes con obesidad que puedan beneficiarse de medicamentos ya aprobados tengan acceso a ellos", mediante una adecuada financiación pública, pues su precio es elevado. Y junto a este desafío, una advertencia: estos tratamientos, muy eficaces, también generan algunos efectos secundarios, como la pérdida de masa muscular. Por este motivo, no han de ser aplicados alegremente, sino "bajo la supervisión de especialistas médicos y en el marco de un programa más global de dieta, ejercicio físico y un estilo de vida coherente". Así se pronunció ayer Elías Delgado Álvarez, jefe de la sección de Diabetes del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), durante su intervención en la segunda jornada de la X Semana de la Ciencia "Margarita Salas" de LA NUEVA ESPAÑA. Esta iniciativa, patrocinada por el Ayuntamiento de Oviedo, el Ayuntamiento de Gijón, el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, Bayer, Asturagua, Química del Nalón, Telefónica, Gilead, IEDUCAE y Fertiberia, que cuenta, además, con una subvención de la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado. Titulada "Nueva era en el abordaje de la obesidad", la conferencia del catedrático de Medicina de la Universidad de Oviedo cosechó un lleno total en el salón de actos de este periódico. El doctor Delgado realizó un anunció relevante: el grupo de investigación de metabolismo que coordina en el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA) va a incorporarse en pocas semanas a un ensayo de una inyección para la obesidad que tiene la ventaja de ser administrada con periodicidad no semanal, como las ya disponibles, sino mensual, lo que otorga al paciente más facilidades y un plus de motivación. Hablar del peso a casi nadie deja indiferente. Y en Asturias, menos. Si las estadísticas del Ministerio de Sanidad establecían la incidencia de la obesidad en España en un 16 por ciento, y en Asturias en un 19 por ciento, los estudios de campo mostrados por el catedrático asturiano –que no se basan en lo que la gente dice, sino que toman sus medidas reales– dibujan un panorama aún más negativo, pues elevan de manera muy considerable estas cotas. Y concluyen que en España sufre sobrepeso el 39 por ciento de la población y obesidad el 21 por ciento. Y que en Asturias las tasas son superiores a la media, con un 41 por ciento de sobrepeso y casi un 26 por ciento de obesidad. Dicho de otra manera: el 67 por ciento de los asturianos presenta un índice de masa corporal (IMC) superior al que la comunidad médica considera saludable. El ponente fue presentado por el investigador Amador Menéndez, coordinador de la X Semana de la Ciencia, quien destacó que la presente edición se desarrolla en el espacio temporal del décimo aniversario del HUCA. Tanto Elías Delgado como los ponentes de hoy miércoles –la pediatra especializada en diabetes Isolina Riaño– y de mañana jueves –el neurólogo experto en ictus Sergio Calleja– son destacados especialistas del complejo sanitario ovetense. "Elías Delgado es uno de los grandes referentes internacionales en diabetes y obesidad", subrayó Amador Menéndez, quien hizo hincapié en una característica del ponente: su condición de médico clínico, investigador y docente. El jefe de Diabetes del HUCA realizó un recorrido completo por la evolución del tratamiento de la obesidad. Antaño, las terapias farmacológicas lograban bajadas de peso del entorno del 5 por ciento. Por su parte, las combinaciones de dieta y ejercicio físico cosechaban tasas de seguimiento muy limitadas. La mayor eficacia venía de la mano de la cirugía bariátrica, con pérdidas de peso muy importantes pero con las limitaciones en forma de listas de espera muy prolongadas. El siglo XXI ha traído la revolución farmacológica de la mano de dos principios activos, la semaglutida y la tirzepatida, que "han demostrado pérdidas de peso sostenidas y superiores al 15 e incluso al 25 por ciento, además de mejoras cardiovasculares, metabólicas y renales", indicó el especialista en endocrinología. El éxito de estos medicamentos, inspirados en hormonas naturales como el GLP-1 y GIP, se fundamenta en que actúan en dos niveles del organismo humano íntimamente conectados: el cerebro y el sistema digestivo, lo que supone tanto como regular de manera simultánea el apetito y el metabolismo. La relevancia de un avance se mide, en parte, por la magnitud del problema que viene a resolver. La obesidad, con una prevalencia creciente a nivel mundial, representa un desafío sanitario de grandes dimensiones al estar vinculada a múltiples enfermedades crónicas: diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, apnea del sueño, cáncer... Las estimaciones mundiales para 2030 predicen casi 3.000 millones de personas con sobrepeso u obesidad, frente a los algo más de 2.000 millones en 2015 y los 1.600 millones en 2010. En el tramo final de su intervención, Elías Delgado planteó una reflexión antropológica: "Nuestros cuerpos evolucionaron para sobrevivir a la escasez, no al exceso. Esta adaptación evolutiva, que alguna vez nos salvó, hoy contribuye al aumento de la obesidad". Y, por completar la idea del inicio, el gran reto actual estriba –a juicio del médico y catedrático– en "garantizar el acceso equitativo a estas terapias eficaces, reducir el estigma hacia los pacientes con obesidad, y mejorar su calidad de vida desde una perspectiva integradora y sin juicios".