La conocida multinacional portuguesa del papel que plantará eucaliptos en pinares arrasados por el último gran incendio de Asturias

La multinacional Navigator, afectada por los límites a la ampliación de las polémicas plantaciones en Portugal, repoblará 45 hectáreas de monte cerca de Luarca

Rollos de papel en la fábrica de Navigator en Setúbal (Portugal). | TNC

Rollos de papel en la fábrica de Navigator en Setúbal (Portugal). | TNC

Pablo Castaño

Pablo Castaño

Oviedo

La mayor compañía papelera de Portugal, Navigator, afectada por los límites a la ampliación de cultivos de eucalipto en su país, tiene el punto de mira puesto en Asturias. A través de su filial Bosques do Atlántico está tomando posiciones en el Occidente de la región y no se conforma con la gestión de las actuales masas de eucalipto. Tramita la plantación de la polémica especie en superficies de pino arrasadas por el fuego durante la última oleada de incendios que sufrió la región hace justo dos años.

Navigator es uno de los líderes en Europa en la producción de papeles de impresión y escritura. Debido a la insuficiente producción de madera en Portugal y a las limitaciones que el país vecino ha impuesto a la ampliación de las plantaciones de eucalipto por los riesgos de incendio, la compañía se ha lanzado a alquilar montes en Galicia y Asturias y ya gestiona más de 1.000 hectáreas en estas dos comunidades autónomas, el equivalente a la superficie de 1.400 campos de fútbol.

Ahora, Navigator da un paso más y, a través de su filial Bosques do Atlántico, pretende cambiar el uso de suelos para ampliar sus plantaciones en terrenos afectados por la oleada de incendios en Asturias de hace dos años. Su nuevo proyecto se localiza en los montes de La Figal y El Gallo, en la parroquia valdesana de Barcia, cerca del tramo de la Autovía de Cantábrico (A-8) más próximo a Luarca. La compañía ha firmado un contrato de arrendamiento con los propietarios de más de 45,6 hectareas de monte y, descontando las zonas de conservación, la superficie que pretende forestar será 34,18 hectáreas. De esos terrenos, cuatro hectareas ya están pobladas con eucalipto; 30,01 hectareas están pobladas por masa quemada de pino y 0,17 hectáreas están ocupadas por un prado natural abandonado. La actuación en los dos últimos casos (sobre 30,18 hectáreas) implica un cambio en el uso del suelo, por los que es necesaria una evaluación de impacto ambiental simplificada que la compañía ya ha presentado ante la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Comercio.

La empresa arrendataria del monte pretende transformar una superficie quemada en su mayor parte de la que no se obtiene ningún rendimiento y está expuesta a la erosión, en un patrimonio forestal en el que se obtenga madera de calidad para la producción de celulosa y que favorezca al mantenimiento de un ecosistema estable.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents