Fátima Ofkir, amnistiada después de pasar siete años en una prisión de Omán ha asegurado este jueves en una rueda de prensa en el Col.legi de l'Advocacia de Barcelona que en la celda donde vivió ese tiempo su única compañía fueron "la soledad y el miedo". Las malas compañías, "las promesas vacías" y el haber "caído una trampa", según sus palabras, le hizo "vivir un infierno" en la prisión de ese país, donde fue condenada por tráfico de drogas. Su avió aterrizó el pasado domingo en el aeropuerto de El Prat, donde le esperaba la abogada Mónica Santiago, del despacho Vosseler, que junto con el también letrado y exmagistrados Baltasar Garzón y el empresario Antonio Sagnier han hecho posible que el sultanato concediera la aministía a esta joven de l'Hospitalet de Llobregat, que ha regresado a España con siete idiomas aprendido y con la intención de estudiar Derecho.