Opinión

Sensatez para Europa y España

Las elecciones europeas del domingo han adquirido una gran importancia, puesto que ya no sólo vamos a decidir quiénes van a representar a nuestro país en las instituciones europeas –con lo relevante que es–, sino que también, por la deriva electoral que ha tomado Pedro Sánchez para convertir estas urnas en un plebiscito para su persona, vamos a validar o rechazar su forma de entender y hacer política. Y, en ambas disyuntivas, creo sinceramente que la mejor opción para Europa y para España es el voto al Partido Popular.

Y me voy a explicar, empezando por la vertiente europea de estos comicios. El PP forma parte del Partido Popular Europeo, que es la primera fuerza política en el Parlamento y está considerado como la referencia del centro-derecha de las instituciones europeas. Es decir, nada más lejos de la extrema derecha a la que tanto apelan Pedro Sánchez y sus ministros para desatar el miedo de los españoles y seguir perpetuándose en el poder. Por lo tanto, votar el Partido Popular en estas elecciones es optar por el centro político, por la moderación y por un proyecto europeo consolidado que se asienta sobre el respeto a las leyes y que defiende el progreso económico y social como motores de futuro.

Es indudable que Europa debe revisar y reconducir algunas de sus políticas, que están afectando muy negativamente a sectores muy importantes para Asturias. Y, como se ha visto en esta campaña, de esos problemas sólo han hablado los candidatos del Partido Popular, proponiendo medidas que contribuirán a resolverlos.

España debe tener en Europa una representación sólida y sensata y no un grupo radicalizado que sólo piensa en garantizarle el puesto a su líder nacional. Necesitamos propuesta serias y no ocurrencias. Necesitamos políticos que hagan girar la política sobre los intereses de todos los ciudadanos y no sólo y simplemente sobre sus propios intereses. Necesitamos políticos que construyan un futuro para todos los españoles y europeos y no políticos que sólo piensan en su propio futuro.

Pedro Sánchez habla constantemente de los peligros de la ultraderecha y olvida que son más peligrosos quienes defiende postulados de extrema izquierda; y lo olvida porque muchos de esos radicales son sus socios y él ha asumido gran parte de sus planteamientos, que atentan contra la convivencia y la separación de poderes, básica en una sociedad democrática. Votar al Partido Popular es dar un paso para que Europa se aleje de los extremos, reafirme el camino de la moderación y la convivencia, afiance los valores de la democracia y estructure las bases para un crecimiento económico y social de todos los países miembros.

Y casi se pueden esgrimir las mismas razones para defender el voto al PP en estas elecciones desde la vertiente del plebiscito personal que Pedro Sánchez se ha empeñado en montar. Desde ese prisma, como español, resultaría gratificante mostrarle, con una contundente derrota electoral, a él y al mundo entero que este país se resiste a ser una república bananera gobernada por un autócrata, que ataca a los jueces para imponer su amnistía y para no dar explicaciones por las acciones de su mujer y que nos somete diariamente a la vergüenza de sus mentiras, de su cinismo y de su falta de decoro.

Personalmente, siento vergüenza ajena al ver la escalada en la que ha entrado para utilizar a su mujer como un arma electoral más. Y hasta quienes le siguen dócil y entusiastamente saben muy bien que, si no fuera la mujer de Pedro y sí la de Aznar o Rajoy, ellos mismos, que ahora gritan "¡Begoña! ¡Begoña!" con fervorosa devoción, estarían quemando las calles reclamando que los jueces las persiguieran. No seré yo quien defienda ataques a la mujer de nadie, ni tampoco quien pretenda adelantarse a las decisiones judiciales adjudicando culpabilidades, pero quién ha puesto este asunto sobre la mesa ha sido el propio Sánchez. En vez de mostrar respeto hacia los jueces y pedir que se respete la presunción de inocencia hasta que aquellos se pronuncien, él, que tanto dice odiar a la extrema derecha, ha adoptado la estrategia de Trump: atacar al juez en un intento por conseguir que no aclare la actuación de su mujer. Si su conciencia estuviera tranquila, estaría deseoso de que los jueces – y los fiscales de Europa, que también han entrado en el caso– se pronunciasen para exonerar a su esposa.

En este país llevamos meses con un Gobierno que reduce su acción política a amnistiar a los golpistas, a exacerbar el fantasma de la extrema derecha, a atacar los principios de la separación de poderes, a recuperar el frentismo de las dos Españas, a alimentar la máquina del fango y a tratar de defender una inaceptable inmunidad de la esposa del Presidente.

Votar Partido Popular es decir "no" a todo este despropósito que padecemos.

Cuando concurrí a las elecciones municipales, en mayo de 2023, elegí como lema de campaña "Sensatez para Oviedo" porque tenía la convicción de que era lo que más necesitaba esta ciudad para superar definitivamente el desgobierno de la izquierda radical dirigida por el PSOE que padecimos 4 años. Y hoy creo que también es el mejor lema ante lo que estamos viviendo: Sensatez para España, para superar la herencia de un Presidente que no sólo ataca las normas de nuestra convivencia y nuestra democracia, sino que, además, nos amenaza con seguir sometiéndonos a la vergüenza ajena que provoca la estrategia del ridículo que ha elegido para dar patente de corso a su mujer. Y sensatez para Europa, porque no podemos permitir que España sufra el desprestigio de contar con un gobierno radical y dividido que atenta contra los principios de la Comunidad y con un Presidente que ha convertido en cuestión de Estado agarrarse al sillón y sus problemas domésticos.

No tengo duda de quién representa la sensatez en las urnas este domingo. Por eso, pido a todos los españoles, y especialmente a los ovetenses, que voten al Partido Popular.

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