Asturias ya tiene su Valle del Jerte con la primera plantación profesional de cerezos en Allande: "Es increíble que nadie lo intentara antes"
Los primeros productores profesionales de cereza en la región esperan recoger 15 toneladas en verano: "Es un lugar idóneo"

VIDEO: S. Bernardo A. Domínguez / FOTO: Juan Plaza

En la localidad allandesa de Linares, Gabriel Rius se sube a un quad para recorrer sus once hectáreas de cerezos, un cultivo único, a nivel profesional, en la región. En el trayecto, este barcelonés afincado en Asturias "por amor", se emociona al ver su cultivo cada vez más grande. "¡A mí, que se me morían siempre las plantas que tenía en el balcón!", bromea. Y de aquellos polvos, estos lodos: 9.500 árboles que, con la llegada de la primavera han empezado a florecer, y que darán los primeros frutos a mediados de junio.
Si a Rius le dicen, hace dos décadas, que acabaría viviendo en un pueblo de Leitariegos y cultivando cerezas, no se lo hubiese creído. Pero hace quince años se topó en el camino con la canguesa Susana Fernández. Y todo fue cambiando poco a poco: "Nos conocimos un verano en la Costa Brava, yo estaba de viaje y ella era camarera… Cuando terminó su contrato le dije que la acompañaba a Asturias, y aquí me quedé", relata Rius, quien por aquel entonces se dedicaba al comercio exterior. A los tres años llegó su primer hijo, Nel; y al poco, el segundo, Pau. Con este último su vida dio un giro de 180 grados. "No podía seguir manteniendo ese ritmo de trabajo, viajaba mucho y me pasaba más de medio mes fuera de casa, así que rompí con todo y decidí buscar opciones para poder conciliar vida laboral y familiar. Se me ocurrió la agricultura porque, con el cambio climático, surgían oportunidades que estaban huyendo del Sur. La primera idea fueron los frutos rojos, pero hablando con una amigo que cultiva cereza en Tarragona, optamos por esa opción", relata Rius.

Susana Fernández, paseando entre varios ejemplares. / Juan Plaza
Y es que, contra las apariencias, Asturias tiene los tres elementos clave para este cultivo: muchas horas de frío en primavera, una condición indispensable para que las cerezas crezcan dulces; niveles de agua constantes, sin grandes inundaciones ni periodos de sequía; y cada vez más horas de sol, lo que permite la maduración. Además, la plantación se encuentra en un enclave único, un valle donde no suele meterse la niebla y que facilita la radiación solar durante prácticamente toda la jornada alternando el calor diurno y el frío nocturno: "Parece mentira que nunca se hayan plantado cerezas de forma profesional. Es un lugar idóneo. Cuando vino el ingeniero agrícola y examinó la tierra nos dijo: ‘Si las cerezas no crecen aquí, no crecerán en ningún sitio. Seguid sin miedo’". Y así lo hicieron, relata Rius. Aunque matiza que el temor seguía ahí: "Hay que emprender con miedo, pero con cabeza. Conté con ayudas europeas, que me sirvieron mucho; y a partir de ahí, llega la labor del día a día".
A lo largo de las montañas que rodean a la caseta de Kuma Cherries, la empresa de Rius, se ven miles de troncos pintados de blanco: "La base es un patrón de ciruelo, porque aguanta más el exceso de agua y hacia la mitad del tronco le injertamos lo que es el cerezo. Lo hicimos así con todos y luego, uno a uno, les pintamos la parte de abajo con un protector para que no se pudran o se infecten las raíces".
Los trajeron del Norte de Europa: frutos alemanes y checos. Una especie que florece un poco más tarde que las que se encuentran por el norte de España lo que supone aumentar el nicho de mercado: "Tenemos previsto recolectar unas quince toneladas de cerezas. Calculamos empezar a finales de junio lo que te permite seguir vendiendo cuando otros ya han terminado la campaña", explica. Este será el primer verano de recolección: "El año pasado fue un año ‘piloto’, cogimos unos quince kilos para probar que tal iba y fue un éxito: tenemos muchas esperanzas y mucha ilusión con la cosecha de este año", asegura Rius mientras observa los árboles. "Dependemos mucho del tiempo que haga estos días y habrá fruta que se rompa y no pueda comercializarse, pero todo esto - dice señalando los cerezos - intentaremos que sea mucho más que una mera plantación", cuenta.

Gabriel Rius, con su plantación al fondo. / Juan Plaza
Y así, dos años después de que la original idea surgiese, nació el primer Jerte asturiano. Un paisaje único de nuestra geografía, que, como bien explica Rius, aspira a ir más allá del cultivo en sí. "Queremos fomentar el turismo rural", asegura al bajarse del quad y empezar a pasear entre las primeras flores. Un DJ entre las floraciones, una cata de vinos con bodegas de la zona o una recolección con los más pequeños, para darle salida a aquella fruta que no puedan vender, son algunos de los planes que este barcelonés tiene para su explotación: "Hay que intentar salirse de los tópicos de la agricultura para poder generar una motivación entre la gente joven que piensa que para tener un futuro hay que irse de los pueblos", comenta. Para ello, ya ha contactado con varias empresas y productores de la zona: "Aquí al lado fabrican miel y en los alrededores hay varias bodegas. Una de las ideas que tenemos para este año es hacer packs agroalimentarios y comercializarlos en los establecimientos del pueblo".
Una iniciativa que surge de la necesidad de revitalizar las zonas rurales: "Lo mejor para impulsar el turismo rural es venderlo junto a experiencias; creemos que la floración de los cerezos puede darle un nuevo impulso a las casas rurales y los restaurantes del suroccidente", reflexiona, a la vez que anima a sus futuros visitantes: "Aquí estamos aislados por muchas razones, pero vamos a seguir luchando para que la gente venga a conocer esta parte de Asturias". Por eso, Rius ya ha sembrado la semilla. Ahora solo le queda recoger el fruto. n
- Mar Flores asume este cambio en su vida tras pronunciarse sobre el cáncer: 'Estoy acostumbrada a reinventarme
- La audiencia sentencia la continuidad de Saber y Ganar tras el adiós de Jordi Hurtado: 'Nos sentimos muy...
- Para la silla azul de Pasapalabra antes de la intervención de Rosa y confirma la boda: 'Será el 21 de junio, ya no queda nada
- Nuevo susto para Carlo Costanzia y Alejandra Rubio: Mar Flores habla por primera vez sobre el cáncer
- Un hostelero de Gijón será indemnizado por el Ayuntamiento con más de 15.000 euros por tener que cerrar durante 53 días su local debido a las obras de un carril bici
- Primeros conciertos confirmados para San Mateo: una mítica banda sueca de los ochenta tocará en Oviedo
- El 'sinhogarismo' del plan de vías, una 'preocupación evidente
- Comunicado urgente de Jordi Hurtado tras el inesperado adiós de Saber y Ganar: 'No podrá seguir