Los espectadores más apasionados (entre cuatro y cinco películas al día) de las salas del FICX

"El aliciente es la programación y el cine de calidad"

Por la izquierda, Isidoro Santana, José Luis Busto, Teresa García, Isabel Pol y Ramón Redondo, ayer, antes de entrar a una proyección en la Escuela de Comercio. | Enol García

Por la izquierda, Isidoro Santana, José Luis Busto, Teresa García, Isabel Pol y Ramón Redondo, ayer, antes de entrar a una proyección en la Escuela de Comercio. | Enol García

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Gijón

A las once de la mañana, una hora ideal de parada para el café o del pincho, cinco apasionados del cine y del FICX ya se han visto la primera película del día. Y esperan pronto la cola para ver la segunda. Aún quedarán al menos un par de ellas más por ver, y para los más valientes la sesión nocturna de las nueve o diez de la noche permite llegar a un pleno diario. Aunque hasta la fecha solo está cumpliendo ese pleno el canario Isidoro Santana, en los buenos tiempos también hacían lo propio José Luis Busto, Teresa García, Isabel y Ramón Redondo, que ahora han bajado un poco el ritmo, hasta las cuatro películas diarias. Se situarán entre las 30-32 proyecciones vistas en todo el festival, más los encuentros con los directores. "El encanto es cuadrar el programa para llegar a todo lo que se pueda. Porque otro de los alicientes que tiene es la programación, son películas que no serán nada fáciles de encontrar después del festival", destacan estos apasionados del FICX.

El caso de Isidoro Santana, es especial porque es la segunda vez que acude al FICX, pero lo hace desde Las Palmas. Viene a tomar notas y a llevarse ideas para programar con la Asociación de Cine Vértigo que tienen en la isla. En su caso verá unas 40 películas.

"Me encanta la programación, es diferente a otros festivales. El FICX tiene un aroma especial porque te vas creando un grupo de conocidos, de otros años y festivales, donde comentas cosas, vas a tomar café y te empapas de todo ese espíritu", confiesa, mientras añade también que la ciudad de Gijón, con la playa, le da aire para pasear en los huecos que le quedan libres entre película y película.

Vecino de Nava, Ramón Redondo lleva más de dos décadas viniendo al FICX y solo la pereza de volver tan tarde en coche a casa desde Gijón le hace saltarse a veces la última sesión del día. Tiene claro que es "un lujo" contar con un festival de este calado en Asturias. "Y económicamente sale muy rentable, porque por 60 euros accedes a todo; en otros sitios solo tienes secciones oficiales o de mañana", comenta. Le llama, en su caso, una oferta única y un espíritu también particular. "Este festival es de cine bueno, de calidad, de lo que te hace pensar. El cine de descansar, de divertirte y relajar el cerebro vale en cualquier parte", subraya.

Una de las seguidoras más veteranas es Isabel Pol, una gallega afincada desde hace 60 años en Asturias y que lleva casi tres décadas enganchada al FICX. Algo que intenta contagiar a sus hijos y nietos. "Me cuesta un poco, porque es verdad que les falta tiempo y también algo de pasión, pero todo acaba llegando", resalta. "Es una maravilla el cine independiente que se puede encontrar aquí y el tipo de documentos y películas realistas", comenta para referirse también a la "lucha" con el cine comercial. "No está exento uno de otro, es verdad que para llegar hasta aquí y ver tantas películas en el FICX hay que consumir antes mucho cine comercial".

Pol reconoce que ya ha renunciado, como otros de los fans del FICX, a la última sesión. "Se nota ya el cansancio y los años, no se está ya tan fresca como a primera hora de la mañana", enfatiza. Algo que también comparte Teresa García, que ahora, ya jubilada, puede dedicarse en cuerpo y alma durante más de una semana a disfrutar de algo que durante muchos años tenía que limitar a fines de semana y alguna que otra tarde. "Recuerdo que antes venía mucha más gente joven que ahora, era algo que me sorprendía; ahora también hay, pero somos más aquella generación de los ochenta y noventa por los que han pasado los años", resalta. Para animar también a los indecisos a aprovechar al máximo el Festival de Cine de Gijón dice que "es un cine alejado de Hollywood, que tendrán una disponibilidad escasa después; así que hay que aprovecharlo y disfrutarlo".

José Luis Busto comparte un blog con García (yecineoh.blogspot.com), en el que hacen reseñas de las películas que disfrutan. "Esto es mejor que el Imserso para la jubilación. Viajar está bien pero esta propuesta, con tiempo como tenemos, es espectacular", analiza Busto, con más de tres décadas de visionados en el FICX. "Cienfuegos, de director, fue el que rompió y marcó la línea que ahora tenemos. Aquí se ofrecen películas que no se encuentra en ningún lado, porque cuando vas buscando algo así te encuentras propuestas que están en las antípodas", desarrolla.

¿Y qué películas son las que más les están gustando? Abre la veda Santana y apunta a "Algo viejo, algo nuevo, algo prestado", de Hernán Rosselli. "El cine te engaña y el director a mí me engañó", explica. "A mí también, por la forma de hacer cine de no ficción, sin ser documental, y jugar con los metrajes encontrados, con la verdad y mentira", resalta a su lado Redondo. Entre "Y tu me abrasas" y "Fogo de avento" se posiciona García. "¡Gloria!" es la elección de Pol. Y para Busto la mejor es de tinte local, "Retaguardia", de Ramón Lluís Bande: "Es pura historia de Asturias, una recuperación de un periodo desconocido por todos los asturianos. Lo de Bande es elogioso, quedará para la historia, porque si no la memoria democrática se resentiría en Asturias".

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