Un nuevo protocolo para prevenir agresiones dentro y fuera del campo

Los clubes avalan el plan antiviolencia, pero piden ayuda para implementarlo

El deporte local ve "necesario" consensuar medidas y sugieren apostar por la prevención con cursos

"Hay que proteger a los menores", defiende Pañeda

Presentación de los equipos del Club Voleibol La Calzada, en una imagen de archivo.

Presentación de los equipos del Club Voleibol La Calzada, en una imagen de archivo.

Gijón

No parece que la idea del Patronato Deportivo Municipal (PDM) de implementar un protocolo de actuación contra posibles situaciones de violencia vaya a encontrar reparos entre los clubes de la ciudad. Las entidades deportivas manifiestan estar a favor de un plan que, entienden, ayudará a unificar las medidas que deben implementarse en este tipo de situaciones, pero también lanzan como sugerencia dos ideas: vigilar, a la hora de redactar el documento, que no se generen "duplicidades" con las competencias de otras entidades –como las federaciones regionales y nacionales de la disciplina de turno– y, también, apostar por la prevención implementando algún tipo de formación en los propios clubes. "Es un tema delicado y debe involucrarnos a todos, así que sería importante que todos tuviésemos conocimientos y herramientas para saber detectar problemas y cómo afrontarlos", plantea Antonio Quinteiro, de La Calzada Rugby Club.

Jorge Pañeda, edil popular de Deportes, y por tanto, impulsor de esta iniciativa, presentará en detalle el plan el próximo día 28, a las 17.00 horas, en el centro municipal de El Coto. Mientras tanto, explica estar "satisfecho del trabajo realizado" para impulsar una iniciativa que busca "sumar esfuerzos" para garantizar la seguridad de los menores en entornos de juego. Señala también que desde el Patronato se ha trabajado "intensamente" en desarrollar un modelo que espera contar con el apoyo de los clubes.

En la ciudad hay un antecedente reciente sobre situaciones de violencia verbal en el entorno deportivo. El Gijón Femenino de fútbol sala denunció hace ahora un mes que sus jugadoras de benjamín y alevín, de entre 10 y 11 años, habían recibido insultos "por parte de algunos miembros de familias y cuerpos técnicos de otros clubes". La entidad marcó una línea roja ante estos comportamientos y anunció que retiraría a sus jugadoras a vestuarios si este tipo de incidentes se repetía. Xosé Estrada, vicesecretario del Ceares y secretario del Gijón Femenino, señala: "Vemos positivo y necesario que existan estos protocolos, por razones obvias, no solo orientado a actuar cuando sucede algo, sino también a acciones preventivas. Debemos avanzar hacia el buen trato".

El responsable aclara que las entidades deportivas, o al menos muchas de ellas, ya se encuentran desarrollando sus propios protocolos, y en este sentido aprecia un cierto riesgo de que se generen "duplicidades" en casos como el suyo, un club de fútbol, que como tal está al amparo de otras entidades. "Tenemos, o tendremos, que adherirnos al protocolo del Principado, al protocolo del PDM y al de la RFFPA (Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias)", concreta. De ahí que pida tener en cuenta que este tipo de planes, si se impulsan desde distintas entidades, pueden llegar a incurrir en duplicidades o "contradicciones". En cualquier caso, ve "positivo" un programa que, para implementarse, precisará de "asesoramiento y coordinación".

Quinteiro, aunque le gustaría que el plan incluyese esas unidades didácticas, también aprueba la iniciativa, más cuando en su caso, donde no existe un protocolo en desarrollo a nivel federativo, esta hoja de ruta municipal sería su principal marco normativo. También coincide en la necesidad de implementar algún tipo de asesoramiento con los clubes.

Otro ejemplo de deporte minoritario lo ilustra Jaime Vega, presidente del Club Voleibol La Calzada, que aprueba implementar un plan que, dice, busca garantizar una necesidad "evidente": proteger a los menores. "Lo único que yo diría es que se debe tener en cuenta que nosotros estamos con las crías dos horas, y que son dos horas en las que ellas están haciendo algo que les gusta y pasándolo bien. En ese contexto, es difícil identificar si está pasando algo", razona, si bien él sí trata de estar en contacto, por ejemplo, con los docentes del instituto de sus jugadoras. Aclara, también, que los deportes minoritarios no suelen sufrir situaciones violentas. "Yo tengo prohibidos los insultos, aunque sea difícil de controlar, pero ese tipo de problemas sabes dónde se generan con más frecuencia: en el fútbol. Ahora bien, cualquier medida orientada a evitar problemas lo veremos bien", concluye.

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