GOBIERNO DE COALICIÓN

Pedro Sánchez puso orden y exigió a Montero y Díaz firmar un acuerdo para cerrar la crisis por el SMI

El jefe de gabinete del presidente, Diego Rubio, telefoneó a los equipos de Hacienda y Trabajo una vez rotas las negociaciones

Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, esta semana en el Congreso

Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, esta semana en el Congreso / José Luis Roca

Madrid

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, dio orden de cerrar la guerra entre el Ministerio de Hacienda y de Trabajo a cuenta de la tributación del salario mínimo interporfesional (SMI). El acuerdo llegó este viernes in extremis, unos minutos antes de que se reuniera la Mesa del Congreso y sólo una hora después de que Yolanda Díaz confirmase la ruptura de las negociaciones con María Jesús Montero.

"La ministra de Hacienda dio la instrucción a sus equipos de levantarse de la mesa a las diez de la noche", vino a decir la vicepresidenta de Sumar este viernes, a las nueve de la mañana en una entrevista en Telecinco, dando por perdido el acuerdo con Hacienda. Poco después de las diez, anunciaba el acuerdo.

En ese interín, ambos equipos volvieron a sentarse en la mesa siguiendo las instrucciones que les llegaron directamente desde Presidencia del Gobierno en la madrugada del jueves al viernes. Díaz negó que Sánchez hubiera llamado a alguna de las partes para intervenir en la negociación, según afirmó este viernes a mediodía en una entrevista en La Sexta. "No es verdad", defendió la ministra de Trabajo, preguntada por una orden del presidente del Gobierno. Y es verdad, en cierta medida.

El encargado de hacerlo fue el jefe de Gabinete de Sánchez, Diego Rubio. Él fue quien se dirigió a los equipos de Trabajo y de Hacienda pasada la medianoche del jueves, una vez que el acuerdo había encallado y no había viso alguno de avances. El objetivo era trasladar el interés de Presidencia del Gobierno por alcanzar un acuerdo y pedir cuentas del estado de la negociación. Diez horas después de esa llamada, se firmaba por fin la paz.

Reactivó las negociaciones

El principal escollo estaba desde el miércoles en la cuestión de los plazos. Después de semanas manteniendo que el salario mínimo debía empezar a tributar, el Ministerio de Hacienda accedió a hacer para 2025, fijando deducciones para aquellos que tuvieran que tributar en esta franja salarial -en torno al 20% de los perceptores-. Yolanda Díaz rechazaba esta propuesta, y era partidaria de la exención del pago de IRPF a futuras subidas del SMI.

La llamada directa del equipo de Pedro Sánchez llevó a reactivar las conversaciones a primera hora del viernes cuando el acuerdo se daba ya por perdido por ambas partes. El plan B, en caso de no haber acuerdo, consistía en posponer la escalada institucional y no llevar a la Mesa de este viernes los vetos, sino aplazar la votación al próximo 8 de abril, cuando el órgano del Congreso se podría reunir para aceptar o tumbar el veto de Hacienda a las iniciativas para eximir al SMI de tributación. Una fórmula que prolongaba la batalla en el seno del Gobierno casi dos semanas más, con el consiguiente desgaste.

Pero el mensaje de Presidencia fue claro, según relatan fuentes próximas a la negociación. El presidente de Gobierno mandató a las dos vicepresidentas tener una fumata blanca este mismo viernes. La llamada al orden una vez expirado el plazo llevó a que se cerrara finalmente el viernes. Unos minutos antes de que arrancara la Mesa en el Congreso, se consumó finalmente el acuerdo, y Hacienda solo presentó vetos a las leyes de PP y Podemos, dejando viva la propuesta de Sumar, que se comprometió a retirarla en el acuerdo.

El pacto entre PSOE y Sumar cierra la crisis abierta a mediados de febrero y que terminaba de cerrarse un mes y medio después. Esta paz, impulsada por Sánchez, llega después de que el Gobierno de coalición haya protagonizado en los últimos días fuertes diferencias respecto a temas tan sensibles como el incremento del gasto militar, con Sumar apoyando en el Congreso la salida de España de la OTAN y el rechazo al plan europeo de 800.000 euros para la estrategia en seguridad.

Las cesiones

El acuerdo alcanzado in extremis por Hacienda y Trabajo finalmente sólo contempla la exención del IRPF para los perceptores del SMI durante el año 2025, en lo que puede considerarse una cesión de Yolanda Díaz, que reclamaba promover esta exención también para futuras subidas. Pero la batalla se ha librado en la lera pequeña.

El equipo de Montero insistía en las últimas horas en explicitar en el acuerdo que en 2026 los perceptores del SMI comenzarían a tributar. Desde Hacienda se quejaban de las reticencias de Sumar a la hora de explicitar que la exención para 2025 no estaba vinculada a futuras subidas. Finalmente, el texto alcanzado no incluye esta concreción que intentó incluir Montero, y limita la medida a este año, sin cerrar la puerta -ni abrirla- a que esta medida pueda tener vigencia también en próximos ejercicios fiscales.

Tracking Pixel Contents