Opinión

Tita, sin quererlo una referente social

Hace unos días fallecía Tita, a los 90 años de edad, persona muy querida y apreciada en el valle de Tiraña. Sin quererlo ni mucho menos pretenderlo, Tita, se ha convertido en una referente que sobrepasa su entorno familiar y social, al ser la persona con acondroplasia más longeva de la que se tiene constancia en España.

Afortunadamente la esperanza de vida cada día es mayor y son muchas las personas que llegan a los 90 años, pero no es lo habitual entre las personas con discapacidad, y especialmente las que tenemos cualquier tipo de displasias óseas que causan enanismo. Además, hay otros dos aspectos que engrandecen la trayectoria vital de Tita. Por un lado, nació en los peores años del siglo XX, en la posguerra y en plena dictadura franquista, una época marcada por la vulnerabilidad económica y de la que su familia no era inmune: falta de recursos socio-sanitarios, acceso a ayudas sociales, etcétera. Por otro lado, llevó una vida plena e inclusiva, realizando con absoluta normalidad e igualdad las tareas que les tocaba asumir a las mujeres del mundo rural (tareas domésticas, cuidado de mayores, hermanos, sobrinos, labores con el ganado familiar, limpieza de las fincas, etcétera).

Tita fue una de esas personas anónimas que construyen la historia social de una época y de un territorio; su trayectoria vital fue pedagogía pura para sus vecinos, amig@s... de respeto a la discapacidad e igualdad y de cómo la condición física de cada persona no puede ser un condicionante para el desarrollo de una vida.

Para su familia, Tita fue la mejor catedrática de la vida que pudieron tener, dando lecciones cotidianas de superación, inconformismo, dignidad, personalidad y de respecto a la diversidad. Tita, sin quererlo, se ha convertido en una referente que quedará en la memoria social e individual de todas aquellas personas que hemos tenido la suerte de conocerla.

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