Entrevista

Salvador Macip, investigador: "Ya ha nacido la primera persona que tomará un fármaco contra el envejecimiento"

El experto en envejecimiento, que dirigirá un grupo de investigación sobre alzhéimer en la Fundación Pasqual Maragall, cree que la inmortalidad es "teóricamente posible" pero "estamos lejos" de la eterna juventud

Salvador Macip, líder del nuevo grupo en el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, que estudiará los mecanismos biológicos del envejecimiento y su relación con la neurodegeneración .

Salvador Macip, líder del nuevo grupo en el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, que estudiará los mecanismos biológicos del envejecimiento y su relación con la neurodegeneración . / Fundación Pasqual Maragall

Patricia Martín

Madrid

Salvador Macip lleva 25 años dedicado al estudio de las bases moleculares del cáncer y el envejecimiento, pero con los pies en la tierra: no es uno de esos gurús que proclaman la eterna juventud para mediados de siglo. A partir de ahora, volcará su experiencia en el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), de la Fundación Pasqual Maragall, donde dirigirá un grupo que investigará la biología de la neurodegeneración y cómo se relaciona con el alzhéimer. Sostiene, en esta entrevista, que "estamos en la pista de despegue" para conseguir, al fin, un freno para esta enfermedad degenerativa y más cerca de los primeros fármacos antienvejecimiento, un fenómeno muy relacionado con la inflamación crónica, el concepto médico en boga.

¿Cuáles serán las líneas de investigación en la Fundación? Queremos trabajar en tres niveles. En primer lugar, buscar biomarcadores en sangre o líquido cefalorraquídeo de alzhéimer. Ya hay y es un gran avance pero queremos tener más, sobre todo para cuando dispongamos de tratamientos más útiles, ver qué pacientes se benefician de unos u otros, para aplicar la medicina personalizada. El alzhéimer no va a tener un tratamiento universal, seguro que unos pacientes se beneficiarán más de una intervención y otros de otra, y para eso se necesitan marcadores.

¿Cuáles son los otros dos campos de trabajo? Otra de las líneas de investigación será el desarrollo de nuevos fármacos y como la hipótesis es que el alzhéimer se debe al envejecimiento acelerado, extremo del cerebro, vamos a estudiar si responde a los tratamientos antienvejecimiento. Y la tercera pata es ver si podemos hacer cambios en estilo de vida que frenen el proceso. Aprendiendo del cáncer, que se puede solucionar atacando las células cancerosas o haciendo cosas alrededor, como cortar los factores de crecimiento, queremos investigar qué se puede hacer en alzhéimer, además de atacar a la acumulación de la proteína beta amiloide, con un tratamiento multidisciplinar.

La inmortalidad es teóricamente posible: hay animales inmortales, que sus tejidos no se degeneran, como medusas o hidras

¿Qué ámbito dará fruto antes? Yo puedo estar sesgado porque es mi ámbito de trabajo, pero creo que donde vamos a ver más avances es en los senolíticos, los fármacos que matan las células viejas, senescentes, que se están estudiando en un montón de enfermedades. Ya ha habido resultados de ensayos clínicos que demuestran su seguridad y creo que no tardaremos demasiado en ver si frenan el deterioro cognitivo, dado que hay una relación bastante clara entre envejecimiento excesivo del cerebro y alzhéimer. Por eso creo que hay muchas posibilidades de que estos fármacos tengan efecto, no tanto para curar el alzhéimer, pero sí para detener el progreso.

Lecanemab no hace lo suficiente. Como no hay ningún medicamento más, es lógico intentar usarlo, pero no llega a los mínimos que se exigirían a otros

De momento Europa ha aprobado el uso de Lecanemab. ¿Cuándo llegará a EspañaHay bastante revuelo con este tema porque es el primer fármaco que parece que hace algo [ralentiza un 27% el deterioro cognitivo], pero se ha discutido su uso porque no hace lo suficiente. Como no hay ningún medicamento más, es lógico intentar usarlo, pero no llega a los mínimos que se exigirían a otros. Una vez aprobado por la UE, ahora es cuestión de burocracia, esperemos que se solucione y llegue este año.

¿Y cuándo podría llegar un cambio impactante, que modifique por completo el curso de la enfermedad? De momento hemos dado el primer paso, hasta ahora impensable, que es tener un fármaco que hace algo. Estamos en la pista de despegue, pero nos queda bastante para poder despegar. Iremos viendo cambios, como mejores marcadores, intervenciones más tempranas. Sin embargo, de una gran revolución, de un fármaco que tenga un efecto importante, creo que aún estamos un poco lejos porque ahora estamos viendo los resultados de años y años de investigación.

Estamos muy cerca de ver los primeros fármacos que mejoren patologías como el alzhéimer, la diabetes, la fibrosis pulmonar o la obesidad, enfermedades que se aceleran con el envejecimiento

En cuanto al envejecimiento, ¿cuáles son las áreas más avanzadas? Ahora estamos empezando a ver la aplicación de una investigación que con avances significativos es relativamente joven, de principios de siglo. Estamos muy cerca de ver los primeros fármacos que mejoren patologías como el alzhéimer, la diabetes, la fibrosis pulmonar o la obesidad, enfermedades que se aceleran mucho con el envejecimiento. Pero estamos lejos del fármaco que logre la eterna juventud, porque el envejecimiento es quizá el fenómeno más complejo en investigación. Lo que buscamos, más que se pueda vivir 200 años, es alargar la calidad de vida, que los últimos años sean con plena salud.

En la industria ‘antiaging’ hay quien pronostica que en 2045 se conseguirá la inmortalidad. ¿Ciencia ficción? Creo que estamos muy lejos de esa meta. La inmortalidad es teóricamente posible. Hay animales inmortales, que sus tejidos no se degeneran, como medusas o hidras. Y en laboratorio hemos conseguido varias intervenciones que alargan un 30% la vida en mamíferos como el ratón, que son parecidos a nosotros. En los humanos, sin embargo, es otra historia. No me atrevo a poner fecha a los primeros fármacos que realmente podrían frenar el envejecimiento. Pero la persona que tome el primer fármaco antienvejecimiento ya ha nacido, en 70 u 80 años se estarán tomando estos medicamentos que atacarán a algún mecanismo biológico del envejecimiento y que se aplicarán para una enfermedad. De ahí al salto de la inmortalidad lo veo difícil.

La inflamación crónica daña tejidos y contribuye al deterioro pero el problema es cómo lo evitamos

Uno de los conceptos médicos en boga es la inflamación crónica. ¿Cuál es su relación con el envejecimiento? Es una de docenas de factores que sabemos que interviene en el envejecimiento, porque la inflamación crónica daña tejidos y contribuye al deterioro. Pero el problema es cómo lo evitamos. Parece que la conclusión lógica sea tomar antiinflamatorios, pero cuando el cuerpo genera una respuesta inflamatoria, si intentas bloquearla, el cuerpo la contrarresta. No es tan fácil manipular este tipo de efectos.

¿Cada vez estamos más inflamados o es un fenómeno cuyos efectos se están descubriendo ahora? Siempre ha habido conocimiento de que la inflamación [como respuesta a una herida o una infección] tiene efectos positivos, el problema es que hemos visto que la inflamación de baja intensidad, pero constante, está relacionada con el envejecimiento y esto es algo relativamente nuevo. Y cualquier cosa relacionada con el envejecimiento genera una reacción del público, como pasó con los antioxidantes. Pero estamos hablado de un proceso biológico complejo que no tiene fácil solución.

Cuando hablas con supercentenarios te das cuenta de que son gente que no tiene vidas estresadas, son campesinos, pescadores, que viven a otro ritmo

¿Qué relación tiene el envejecimiento con el estrés? El estrés tiene un efecto psicológico importante y si la mente está mal, el cuerpo también está mal, por lo que puede influir sin duda en el envejecimiento. Cuando hablas con supercentenarios, te das cuenta de que son gente que no han tenido vidas estresadas, son campesinos, pescadores, han vivido a otro ritmo. El estrés tiene cierta influencia, pero hay no hay una relación directa y lineal.

¿Y qué influencia tiene la dieta insana? Sin duda este sí que es un factor, junto al ejercicio, que podemos usar frente al envejecimiento. No nos va hacer vivir 200 años, pero hacer ejercicio y seguir una dieta sana, equilibrada, mediterránea, reduce el riesgo de cáncer, de enfermedades cardiovasculares y ahora vemos que reduce el envejecimiento celular en sí mismo, algo relativamente nuevo. Sin ser la panacea ni llegar a creer en dietas mágicas, lo cierto es que la alimentación equilibrada puede reducir los procesos de envejecimiento y hay que concienciar a la población de ello.

Dado que menciona el cáncer, ¿en qué ámbitos ‘antiaging’ se está avanzando más contra los tumores? Estamos trabajando un un sistema ‘two punch’, de doble puñetazo. El primer puñetazo sería el tratamiento habitual, la quimio o la radio, pero muchas veces estas terapias generan un envejecimiento rápido del tejido y aparecen más células senescentes, por lo que el segundo puñetazo sería limpiar estas células, para que no resurja el tumor. Puedes hacer un tratamiento muy bueno, pero tiempo después el cáncer rebrota y se cree que puede ser por este envejecimiento que queda después del tratamiento. Por tanto, el segundo puñetazo sería eliminar estas células viejas. Es algo muy nuevo, que se está empezando a probar en pacientes y creo que pronto veremos cosas interesantes, porque alargará la vida de los enfermos.

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