Feminismo

Los hombres ante el 8M: "Nos meten a todos en el mismo saco, como si fuéramos el enemigo”

Por edades, los más jóvenes son los más críticos con el movimiento

Un chico participa en la manifestacion con motivo del 8-M, Dia de la Mujer.

Un chico participa en la manifestacion con motivo del 8-M, Dia de la Mujer. / Manu Mitru

Patricia Martín

Madrid

Un año más, el 8M desbordará calles y plazas para clamar por la igualdad y el fin de las violencias sexistas. Gracias a movimientos como el #MeToo y la huelga de 2018, el feminismo navega a bordo de una ola que, como ha sucedido con anteriores periodos de exaltación, se enfrenta a una potente reacción del machismo; envalentonado con la llegada de Donald Trump y sus simpatizantes de ultraderecha.

En este momento crítico, El Periódico ha recabado la opinión de 10 hombres, de distintas edades, y sus respuestas muestran que comparten y apoyan los avances en igualdad. Pero, al mismo tiempo, que existe cierto hartazgo con las políticas y los discursos feministas que, a su juicio, “culpabilizan” a los hombres al “poner a todos en el mismo saco”. “Se nos está vendiendo como si fuéramos el enemigo, cuando algunos queremos ser aliados”, reflexiona Quique, un joven catalán de 22 años.

Todos ellos, salvo uno, consideran que el feminismo -o la parte “más radical” del movimiento-, “con sus generalizaciones sobre el papel del hombre”, comete un error que puede tener “efectos contraproducentes”. Y sus respuestas, sobre todo las de los más jóvenes, denotan que una parte del discurso reaccionario está calando, como puso de manifiesto la encuesta del CIS que, en enero del 2024, reveló que el 44% de los varones españoles opina que “se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad que ahora se está discriminando a los hombres”.

Por ejemplo, Pere, de 23 años, admite sin tapujos que no es “partidario” de la discriminación positiva porque, a su juicio, supone “discriminar al hombre para elevar a la mujer”. Aunque, al mismo tiempo, aclara que sí está de acuerdo con otras políticas feministas.

Muchas veces, el movimiento feminista no busca en muchos aspectos la igualdad real, como en la discriminación positiva y la ley ‘sí es sí’

Ray, 18 años

Victimización

A su vez, Ray, de 18 años, opina que, “muchas veces, el movimiento feminista no busca en muchos aspectos la igualdad real” y pone como ejemplo de ello “la discriminación positiva” y la 'ley del solo sí es sí’. “Parece que se quiera llegar a la igualdad en los cargos ejecutivos pero no en los trabajos menos agradecidos, como albañil o agricultor. Ante estas contradicciones, muchos partidos de derechas se han aprovechado, lo que también me parece peligroso”, precisa.

Mientras que Iñaki, de 23 años, considera que “poner tanto énfasis en la desigualdad de género y en la necesidad de corregir ciertas dinámicas puede, paradójicamente, reforzar la idea de que la mujer está en una posición de inferioridad. Si bien es cierto que todavía existen barreras, es importante transmitir un mensaje que empodere a la mujer desde su propia capacidad y no desde una narrativa que perpetúe la victimización”. En su opinión, “cuando el discurso se enfoca en culpabilizar en exceso a los hombres o en generar una confrontación constante, se corre el riesgo de alejar a posibles aliados”.

A mi alrededor hay muchos chicos rebotados con el feminismo, porque han vivido esa confrontación en la escuela y, luego, les ha llegado por redes y ‘youtubers’ una visión de la feminazi histérica

Àlex, 18 años

A este respecto, Àlex, de 18 años, pone un ejemplo de la “confrontación” que despierta la actual ola feminista: “En mi instituto, cada vez que se hablaba del tema se acababa en una batalla campal entre chicas y chicos. Por lo general, cuando intentas hacer una aportación siendo chico y heterosexual, se te juzga mucho más rápido, como si tu opinión no tuviera valor. A mi alrededor hay muchos chicos rebotados con el feminismo, porque han vivido esa confrontación en la escuela y, luego, les ha llegado por redes y ‘youtubers’ esa visión de la feminazi tonta e histérica con la que se mofan del movimiento”. “Yo creo que en el feminismo hay un rechazo hacia los hombres ‘heteros’ y no hay ningún interés por incluirnos”, concluye.

Falta de credibilidad

De una generación mucho mayor, Rubén, de 40 años, coincide en que “hay partes del feminismo radical que no dejan a los hombres participar en su lucha”; mientras que Hugo, de 33 años, añade otro error: “La falta de credibilidad de algunos referentes feministas”. Y pone como ejemplo que la izquierda no ha actuado “con la contundencia necesaria” en los casos de Errejón o Monedero.

Manifestaciones solo de mujeres, miradas punitivas contundentes sobre agresiones machistas o generalizaciones sobre el papel del hombre pueden generar efectos contraproducentes

Ernest, 51 años

A su vez, Ernest, de 51 años, explica que “a veces tiene la percepción de que manifestaciones solo de mujeres, miradas punitivas contundentes sobre agresiones machistas o generalizaciones sobre el papel del hombre pueden generar efectos contraproducentes”. Y, por último, Jordi, el más mayor de los consultados, de 53 años, es el único no desliza críticas contra una parte del feminismo pero sí admite que observa en los jóvenes “cierto desconcierto” con el movimiento.

La mayoría de los entrevistados aseguran que han sido educado en un ambiente de plena igualdad en sus casas, pero reconocen que, en ocasiones, tienen tics machistas o perciben “micromachismos” a su alrededor. “Seguramente, sin darme cuenta, soy machista y al mismo tiempo percibo micromachismos”, confiesa Pere (23 años).

Manifestación con motivo del Día de la Mujer.

Manifestación con motivo del Día de la Mujer. / Ferran Nadeu

Cosificación

La mayor parte de los comportamientos despectivos que observan en su entorno son chistes o expresiones que tratan a las mujeres como objetos sexuales. “Percibo micromachismos constantemente, cada día, y además de muy mal gusto en la universidad y en algunos grupos de amigos –indica Ray–. Comentarios como ‘son todas unas putas’ los puedo oír constantemente y estoy segurísimo de que tienen mucho que ver con la visualización de pornografía desde edades tempranas y con géneros de música como el reggaetón”.

Nacho, de 22 años, admite que ha visto situaciones en las que un hombre “desprecia” a una mujer por cuestiones laborales o de capacidades

Algunos van más allá. Nacho, de 22 años, admite que ha visto situaciones en las que un hombre “desprecia” a una mujer por cuestiones laborales o de capacidades. Por su parte, Jordi (53 años) subraya que intenta “educar a sus hijos de una manera similar” pero reconoce que le preocupa “mucho” la vuelta a casa de su hija, tras una noche de fiesta, pero no tanto la de su hijo. “Esa protección forma parte de una visión machista”, admite.

Más allá de eso, la mayoría asegura que, en su día a día, “respeta al máximo a las mujeres” y algunos, incluso, que se “plantan ante comentarios y actitudes machistas”. “Es una lucha de la sociedad, no solo de las mujeres”, subraya Nacho.

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