La única asturiana que superó el durísimo examen BIR, el MIR de Biología: "Estudiaba 12 horas al día"

Ainara Forcelledo Rodríguez, de 22 años y natural de Llames de Parres, acaba de lograr una de las 63 plazas del examen BIR (Biólogo Interno Residente), convirtiéndose en la única asturiana en conseguirlo este año. Obtuvo el puesto 31 con una calificación de 185 puntos sobre 200 en el que fue su primer intento, tras seis meses de intenso estudio y renuncias personales.

El BIR es unas de las pruebas más exigentes en el ámbito de la biología sanitaria en España. Superarlo permite acceder a una formación práctica y teórica de cuatro años en la especialidad elegida dentro de un hospital nacional. Funciona de manera similar al MIR (Médico Interno Residente), en este caso, orientado a biólogos, bioquímicos, biomédicos y biotecnólogos.

En esta convocatoria, un total de 1.147 aspirantes se presentaron para optar a las 63 plazas disponibles, lo que significaba que solo uno de cada 18 candidatos lograría su objetivo. Ainara fue una de ellos: "Estoy muy contenta, sobre todo de haberlo sacado a la primera, cuando lo normal es hacerlo a la segunda", señala. "El hecho de haberse presentado tanta gente para tan pocas plazas y haber quedado en la primera mitad de la lista es importante para poder decidir luego la plaza que más te guste", añade.

Vocación por la microbiología

La parraguesa inició su formación en el colegio Río Sella de Arriondas, continuó en el instituto El Sueve de la misma localidad y finalizó su Bachillerato en la rama científica en el Rey Pelayo de Cangas de Onís. Posteriormente, estudió Biología en la Universidad de Oviedo, donde descubrió su vocación por la microbiología: "Los dos primeros años de carrera estaba un poco perdida, me gustaba todo: la parte sanitaria, la ecología o la zoología... En tercero tuve la asignatura de Microbiología y me di cuenta de que era lo mío", recuerda. Fue ese mismo año cuando, gracias a unas jornadas organizadas por alumnos, conoció la existencia del BIR y decidió que ese sería el primer paso hacia su trayectoria profesional: "Combinaba justo lo que yo quería: la microbiología con la parte sanitaria".

Ya graduada, la joven bióloga comenzó en agosto una preparación de seis meses, siguiendo una rutina muy estricta, aunque efectiva: "Iba a una academia y estudiaba unas 12 horas diarias. Por el día, repasaba el temario y después de cenar practicaba preguntas tipo test". Pese a la exigencia del estudio, entendía que era necesario un mínimo respiro a la semana: "Descansaba el sábado por la tarde y aprovechaba para salir un poco y desconectar. Tienes que renunciar a muchas cosas, pero merece la pena porque al final tengo plaza y ahora hasta que empecemos estoy totalmente libre".

Se espera que el próximo mes de abril aquellos que hayan obtenido plaza inicien la selección de destino, y Forcelledo lo tiene claro: quiere quedarse en su tierra. En Asturias hay tres hospitales disponibles: el HUCA en Oviedo, Cabueñes en Gijón y San Agustín en Avilés. "El HUCA es el que más me gusta. Fue donde hice las prácticas externas, así que sería genial si me pudiera quedar ahí", señala.

Una labor oculta

De lograr plaza en el HUCA, lo hará en el área de Microbiología y su trabajo consistirá, por ejemplo, en analizar muestras para detectar infecciones y determinar su resistencia a los medicamentos: "Realizamos pruebas para identificar qué bacteria, virus u hongo está causando una infección a un paciente y qué antibiótico puede ser el más adecuado", detalla. La futura residente destaca la importancia de los biólogos en los centros hospitalarios, a pesar de que sean menos visibles para los pacientes: "Detrás de médicos y enfermeros hay un equipo muy grande cuya labor parece estar oculta", explica.

Anima a los estudiantes de Biología interesados en el ámbito sanitario a presentarse al examen BIR, una opción exigente pero alcanzable con esfuerzo y dedicación: "Por muy difícil que lo puedan ver, sí que se puede conseguir. Si no es a la primera, será a la segunda, pero hay que intentarlo e ir con toda la ilusión del mundo, como yo", concluye.