Cambio de actitud

Hollywood no planta esta vez cara a Trump

Las plataformas y las salas renuncian a distribuir determinadas películas 'molestas' y la diversidad y la inclusión están amenazadas en la industria del cine estadounidense

Estrella dedicada a Donald Trump en el Paseo de la Fama de Hollywood, en Los Ángeles.

Estrella dedicada a Donald Trump en el Paseo de la Fama de Hollywood, en Los Ángeles. / EFE

Quim Casas

El pasado 12 de marzo se estrenaba en Disney + 'En la victoria o en la derrota', una serie de los estudios Pixar centrada en un equipo escolar mixto de sóftbol. La historia transcurre una semana antes de la celebración del campeonato y cada episodio está contado desde la perspectiva de un personaje distinto. Según una noticia publicada en el 'New York Times' el pasado diciembre, Disney decidió eliminar prácticamente todo el arco temporal que atañe a uno de los personajes, un joven transgénero. Está en la serie, pero se ha reducido de manera considerable su cometido y su identidad. Según un portavoz de la cadena, "reconocemos que muchos padres prefieren hablar de ciertos temas con sus hijos en sus propios términos y plazos".

Sorprende esta decisión ya que, en 2022, Disney estrenó el filme 'Mundo extraño', en el que un chico se enamora de otro muchacho y se lo cuenta a su padre sin problema alguno. El mismo año llegó 'Lightyear', que incluía un beso entre dos mujeres. Esta escena había sido eliminada en un primer montaje, pero el estudio decidió incluirla para que no pareciera un efecto de la aprobación del proyecto de ley conocido como 'Don’t say gay', promovido por el senado republicano de Florida con el fin de eliminar en las escuelas cualquier referencia a la identidad de género y la orientación sexual.

Donald Trump volvió a asumir la presidencia de Estados Unidos el 25 de enero de 2025 y, según Disney, la decisión de prescindir del personaje transgénero en 'En la victoria o en la derrota' se tomó durante el verano de 2024. No parece haber aparente relación causa-efecto, pero es obvio que hace ocho meses podía intuirse quién iba a ser el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Bob Iger está detrás de la decisión. Ya fue presidente y consejero delegado de Disney entre 2000 y 2020. Jubilado en 2021, la compañía le pidió que volviera un año después y ahora ejerce de director ejecutivo y es quien toma las decisiones estratégicas –e ideológicas– más importantes de la empresa.

Demasiado políticas

Para Iger, algunas películas, tanto de Disney como de Pixar, se habían vuelto demasiado políticas. Era cuestión de volver a una imagen más neutra y 'limpia'. En 2023 ya decidió eliminar un episodio de 'Moon girl y Dinosaurio diabólico' –una serie de animación creada por Laurence Fishburne para Marvel y distribuida por Disney Channel– en el que aparecía una persona trans. Volviendo a 'En la victoria o en la derrota', la polémica no terminó con la supresión de las líneas de diálogo transgénero, sino que en su primer episodio una chica llamada Laurie reafirma su cristianismo y reza antes de entrar en juego: le pide a Dios que le dé fuerza para atrapar una pelota o batearla. Desde 1996, en una escena de 'El jorobado de Notre Dame', ningún personaje de una producción de Disney le había rezado a Dios.

La autocensura ideológica se ha impuesto en Hollywood en periodos distintos a lo largo de la historia, pero también es verdad que en etapas marcadas por políticas regresivas del Partido Republicano florecieron películas a la contra y que los sectores progresistas de la industria del cine han tenido siempre un peso considerable, de Warren Beatty a George Clooney y de Jane Fonda a Meryl Streep. La agresiva política de Trump hace mella no solo en la producción, sino también en la distribución y exhibición de unas determinadas propuestas que no comulguen con su ideario. Es el caso de dos documentales del pasado año que siguen sin encontrar distribución en EEUU ni en salas ni en plataformas'No other land', oscarizado filme realizado por un palestino y un israelí en torno a la violencia de los colonos israelíes en la franja de Gaza –disponible aquí en Movistar Plus+ y en Filmin– se proyectó hace unos días en una sala alternativa de Miami Beach y el alcalde de la ciudad quiere cerrar el cine en cuestión. 'Union', premio especial del jurado en Sundance, retrata la formación de un comité de empresa en un almacén de Amazon en Staten Island.

Por otro lado, 'The Hollywood Reporter' se hacía eco hace un par de semanas del desencanto imperante en estos momentos entre los sectores más progresistas del cine estadounidense. En 2017, cuando Trump accedió a su primera presidencia, la parte más combativa de Hollywood opuso resistencia. Trump no ha rebasado aún los dos meses de su segundo mandato y la sensación que se respira es que los intérpretes, directores, guionistas o productores más liberales contemplan la situación con una cierta indiferencia. La última entrega de los Oscar fue un buen barómetro: menos discursos de los esperados en torno a la diversidad o las políticas sociales.

Ocho años después

En la ceremonia de los Oscar de 2017 ganaba el premio a la mejor película 'Moonlight' y Warren Beatty, tras el error de otorgárselo a 'La La Land', celebró que el cine representara el respeto por la diversidad y la libertad. Beatty ya no está para muchas arengas, pero conviene recordar que fue uno de los representantes del 'star system' del Nuevo Hollywood más comprometido políticamente, y que llegó a recriminarle en público a Frank Sinatra unos comentarios en contra de los alegatos de raíz política en la gala de los Oscar. Trump había empezado su particular inmersión en la idea de 'América primero', o 'América para los americanos', pero el Oscar para el filme de Barry Jenkins, con protagonistas de raza negra y homosexuales, demostraba que al menos en Hollywood no lo iba a tener tan fácil. Hoy, ocho años después, y después de sucesos tan delirantes como el asalto al Capitolio en enero de 2021, el ala izquierda de Hollywood no parece que esté para ofrecer la misma resistencia.

Todo parece indicar que, al menos en las películas producidas por los grandes estudios y las plataformas, se va a notar el efecto de la defenestración de las políticas de la diversidad y la inclusión emprendida por Trump. Disney parece ahora mismo uno de sus grandes aliados. Además de la minimización de todo lo relativo al personaje que no se siente identificado con el sexo asignado al nacer en la serie 'En la victoria o en la derrota', la compañía acaba de cancelar una serie en torno a la princesa de raza negra Tiana, protagonista de un exitoso filme de 2009, 'Tiana y el sapo'.

Melania y Amazon

Amazon Studios ha pagado 40 millones de euros para distribuir un documental sobre Melania Trump que dirige Brett Ratner, realizador despedido de Warner en 2017 tras ser denunciado por abusos sexuales. Al igual que Paramount, Amazon se suma a la causa trumpista: se había comprometido en los últimos meses a ejecutar las políticas de la DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión) y contratar como mínimo un intérprete negro, latino, asiático o de Oriente Medio para cada una de sus producciones de cine y televisión, pero las ha disminuido gradualmente. La diversidad es el gran concepto a erradicar por parte de Trump. El Tribunal Supremo de EEUU ya anuló en junio de 2023 la discriminación positiva aduciendo que es contraria a la igualdad constitucional.

Conviene no olvidar que en agosto de 2019 Universal decidió cancelar el estreno de 'La caza' –filme sobre un grupo de demócratas y republicanos convertidos en presas de un misterioso cazador humano– después de las críticas vertidas por Trump coincidiendo con varios tiroteos masivos en el país. El filme llegó estigmatizado a las salas ocho meses después. Trump llegó a decir entonces que Hollywood quería crear e inflamar el caos y que iba a ser muy duro con ellos. Parece que finalmente se han acabado tomando en serio la advertencia.

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