El obstáculo con el que se ha topado el plan antigrafitis de Gijón: le cuesta crecer

La limpieza de pintadas aumenta un 20 por ciento en el último año, sobre todo en Cimavilla

Operarios de Emulsa eliminando pintadas de la batería baja de Cimavilla.

Operarios de Emulsa eliminando pintadas de la batería baja de Cimavilla. / MARCOS LEÓN

Gijón

El plan de limpieza de pintadas que realiza Emulsa, ampliado para este año con seis nuevos operarios procedentes de los planes de empleo, se saldó en 2024 con un total de 978 actuaciones y 1.075 horas de trabajo, lo que supone un incremento del 20 por ciento respecto al año anterior. Así lo señaló ayer el popular Rodrigo Pintueles, edil de Medio Ambiente, en comisión y en respuesta de Olaya Suárez, de Podemos, que alertaba del auge de este tipo de actos vandálicos en barrios como Pumarín.

El concejal explicó que gran parte de estas pintadas, al ubicarse en fachadas de propiedades privadas, precisan de una petición expresa por parte de sus dueños para que Emulsa pueda intervenir, pero que esta colaboración no acaba de cuajar en la mayor parte de los barrios. Destacó, como única excepción, el caso de Cimavilla, cuya asociación vecinal sí logró recabar decenas de permisos, siendo ahora el barrio donde más limpiezas hubo. El plan acaba de cumplir un año de recorrido.

En las fotografías que presentó ayer Podemos en comisión se puso sobre la mesa una tendencia al alza que Pintueles comparte: se están detectando más pintadas en el propio Pumarín y en otros barrios como Viesques, El Polígono, Moreda y El Coto. Explicó el edil popular que, antes de este incremento, y en el marco de promoción del plan de limpieza tras su creación, se establecieron contactos con las asociaciones vecinales de cada zona para dar a conocer el servicio.

Se hizo después, según detalló el concejal, una segunda ronda de avisos para insistir en la necesidad de contar con una autorización expresa de los propietarios. Añadió que más tarde se hizo un nuevo intento de contacto, esta vez telefónico, con los barrios más afectados. Por último, hace un par de meses, a inicios de febrero, hubo una reunión con la federación vecinal para explicar de nuevo el plan de limpieza y los requisitos legales para implementarlo en espacios privados. En esa cita, según Pintueles, la federación aseguró haber enviado una circular a las asociaciones vecinales.

Desde Medio Ambiente se entiende, por lo tanto, que el tejido asociativo está informado del servicio y a través de estas entidades los propietarios de espacios pintados pueden solicitar el citado servicio de limpieza. En ese sentido, Pintueles manifestó su "decepción" al asegurar que "la única asociación que se ha implicado realmente" con este tema ha sido la de Cimavilla. Señaló el concejal que la directiva mostró un compromiso "admirable" por atajar el problema porque se encargaron de localizar y contactar a los titulares de inmuebles afectados por pintadas y recopilaron ellos mismos las autorizaciones. De ahí que sea el barrio Alto el que más mejoras ha visto en este último año en cuanto a grafitis.

En datos, que era otra de las cuestiones que pedía Podemos, el año pasado se realizaron 978 actuaciones con 1.075 horas de trabajo y afectando a más de 9.000 metros cuadrados de pintadas. Si se tiene en cuenta esto último, la superficie, el alcance de los trabajos ha subido más de un 70 por ciento desde que existe este plan especial.

Para este año, el plan se mantiene activo y reforzado, con los citados seis operarios nuevos, por lo que se espera que el número de actuaciones pueda verse incrementado. Las comunidades de propietarios interesados en eliminar grafitis de sus fachadas pueden solicitarlo al Ayuntamiento incluso a través de la página web. Hasta ahora, se han recibido un total de 75 peticiones, una cifra que desde Emulsa se considera escasa.

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