La UE presenta hoy los proyectos prioritarios

Europa señala hacia Extremadura como potencia minera

El suelo extremeño guarda varios de los metales y tierras raras imprescindibles para la soberanía energética europea

El Gobierno señala a Extremadura como uno de los más importantes centros de exploración

Mina de cobre.

Mina de cobre.

Marisol López

Cáceres

La nueva situación geopolítica que empuja a Europa a incrementar el gasto en Defensa y avanzar en la soberanía energética, concede a la minería de Extremadura un papel estratégico. La región aparece con nombre propio tanto en el nuevo plan minero que pondrá en marcha el Gobierno español como en el de la Unión Europea. Bruselas presenta un nuevo documento con un objetivo: obtener y controlar, tanto en su extracción como en su procesamiento, materias primas fundamentales para los sectores del automóvil, las energías renovables y la industria militar. La pretensión es contar con reservas suficientes a corto y medio plazo y reducir la dependencia de potencias gigantes como China.

En ese plan, Europa ha identificado 17 materias estratégicas, parte de las cuales tienen presencia en el subsuelo extremeño: al ya conocido del litio o el wolframio, se anaden el cobalto; el bismuto; el silicio; tantalio; níquel; fluorita; yeso; sales potásicas y tierras raras, entre otras. Litio y níquel se usan en la industria del automóvil, mientras el wolframio se utiliza en los sectores espacial y de defensa. Todas son básicas en la transición energética y en los sistemas militares de guiado de misiles y radares.

Proyectos estratégicos europeos

Este martes, Europa da a conocer los primeros proyectos estratégicos seleccionados, entre los que se encuentran propuestas españolas. Y habrá nuevas convocatorias. La intención de Bruselas es agilizar tanto los trámites administrativos como facilitar la financiación. Además de proyectos nuevos se producirá, previsiblemente, la reapertura de viejas minas con la aplicación de métodos que limitan la contaminación del procesamiento de los materiales.

Cerca de mil yacimientos se encuentran cerrados o inactivos en la comunidad de Extremadura frente a las 165 que se encuentran operativos, según los últimos datos recogidos por la Dirección General de Minas de la Junta de Extremadura.

Pero la ‘fiebre minera’ podría reescribir la historia de la región. En la actualidad existen 147 permisos de investigación, vigentes o en trámite, para la búsqueda de materias primas, con un un crecimiento sostenido de la minería metálica. La revista ‘Panorama Minero’ del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), cuya última edición se acaba de publicar (con datos de 2022, cuando ya había estallado la guerra de Ucrania), dedica especial atención a Extremadura y la califica como "uno de los centros más importantes de exploración minera en este momento": Se busca litio, pero también se prospeccionan otros metales cuya explotación existió antaño o de cuyas reservas se tiene noticia: estaño, wolframio, niobio, tántalo, cobre, oro o vanadio, por ejemplo.

Varios proyectos están en marcha como la del grupo inversor Phi4Tech que, tras adquirir la filial de Sacyr Valoriza Minería, estudia, a través de la empresa Lithium Iberia la posible reapertura de una mina de interior de níquel en la antigua explotación de cobre de Aguablanca en Monesterio (Badajoz), con arreglo a información del Instituto Geográfico y Minero (IGME), adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación. La de Monesterio es, actualmente, la única mina operativa de níquel en toda España, pero en su interior guarda también cobre, cobalto, platino, paladio y oro.

Mapa minero de Extremadura.

Mapa minero de Extremadura. / J.E.

La británica W Resources ya ha culminado los trámites necesarios para la reapertura de la mina de wolframio de La Parrilla en Almoharín (Cáceres). El IGME incluye también entre los proyectos la investigación del yacimiento de litio de Valdeflórez, en las proximidades de la ciudad de Cáceres. La promotora, la australiana Infinity Lithium, renunció en enero a los 19 millones del Perte que tenía concedidos. Eso ocurrió después de que la Junta requiriera una exhaustiva información sobre los ensayos realizados y el impacto ambiental, en la misma línea de exigencia planteada por el ayuntamiento cacereño. Hace escasas semanas, la empresa ha vuelto a solicitar ayudas estatales por valor de 250 millones de euros.

El mapa minero extremeño resalta la riqueza en níquel, cobalto y tantalio en las comarcas cacereñas de Campo Arañuelo y Los Íbores, donde están depositadas también algunas de las denominadas ‘tierras raras’, coincidentes, en parte, con las que hoy hacen gravitar el escenario internacional y cuya lucha por el control es telón de fondo de la guerra de Ucrania.

En la Sierra de Gata se busca tantalio, además de litio, estaño y wolframio, en una amplia zona que abarca los términos de Acebo, Hoyos, Perales del Puerto y Villasbuenas. De wolframio se extraían hasta 5.000 toneladas al año en La Parrilla, en Almoharín. Y el tantalio, imprescindible para los condensadores de cualquier dispositivo electrónico se busca también en el "Proyecto Carboneros", entre Alcántara y Piedras Albas.

Los retos

Varios son los retos a los que se enfrenta esta nueva ‘fiebre minera’. La primera, el impacto ambiental, provoca el rechazo de la ciudadanía tanto de la mina de Valdeflórez, junto al casco urbano de Cáceres, y también en la Sierra de Gata. El Ministerio de Transición Ecológica es consciente de la oposición por parte de las poblaciones afectadas. Transición Ecológica es consciente de la oposición que generan los proyectos mineros en muchas regiones, aunque las competencias en minería están transferidas a las comunidades. Sin embargo, la ley de materias primas fundamentales europea prevé que los proyectos "estratégicos" tengan una tramitación acelerada y el gobierno autonómico en cuestión debe tramitarlos en 27 meses, como máximo.

El segundo reto para Extremadura es que, en aquellos casos en los que se superen los obstáculos medioambientales, la región no repita el modelo que la condenó en el siglo pasado, cuando la extracción no se tradujo en revolución industrial alguna. El plan minero del Gobierno hace hincapié en la capacidad para generar empleo en una demanda que se considera creciente, al menos, hasta 2060. Todo apunta a que llega la hora de Extremadura para hacer valer su papel en el nuevo modelo económico.

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