Opinión | Botas de aluminio

Pelayo Botas García-Barrero

Bienvenido, Paunovic

Sobre el debut del nuevo técnico azul

"Entrenador nuevo, victoria segura", se dice, y así fue. En una semana cuanto menos convulsa, la del 99 cumpleaños del Real Oviedo, con muchas novedades, cambios, anuncios, himnos, homenajes y despidos, el más importante, sin duda, el cambio en el cuerpo técnico. A falta de diez jornadas, desde México se decide prescindir de Javier Calleja y su equipo para revertir la dinámica de los últimos partidos y dar un impulso al grupo, al ambiente y a la afición. El encargado de llevar a cabo esta misión es un viejo conocido del Real Oviedo: Veljko Paunovic, exjugador de la plantilla que descendió en Mallorca aquel fatídico 2001. Llega con ganas de redimirse. Lo dice él mismo: sabía que le debía algo al Real Oviedo y que volvería. Tus deseos son los nuestros, míster. Llega convencido de pelear los tres puntos en las diez finales que quedan y luchar por todo lo posible.

La primera de ellas fue el domingo, a las 16.15 horas, en un Carlos Tartiere a reventar, como siempre. Paunovic presentó un equipo con un 4-2-3-1 muy claro, con Santi por delante de los dos mediocentros y la sorprendente suplencia de Alemão, entre algodones durante la semana. Se vio un equipo quizá espeso con balón, con pocos automatismos en salida –algo lógico tras solo tres entrenamientos– y con dificultades en la presión al rival. El Málaga encontraba siempre un receptor libre para girar el juego. Aun así, el equipo fue solvente defensivamente y no concedió ocasiones excesivamente claras, aunque tampoco mostró mordiente ofensiva. Apenas un par de llegadas por banda izquierda de Chaira y algún córner. Una primera parte soporífera, y así nos fuimos al descanso.

En la segunda mitad, el Oviedo fue otro. Corrigió el desajuste en la presión, y ofensivamente se mostró mucho más vertical, buscando una y otra vez a su jugador diferencial en banda derecha: Hassan, un auténtico dolor de muelas para la defensa malaguista. De su banda salieron tres o cuatro jugadas claras que no acabaron en gol por falta de entendimiento en el remate, rebotes, palos… Pura mala fortuna en la finalización.

Paunovic reaccionó con un triple cambio: Seoane, Alemão y Paulino al campo, a la postre decisivos. Poco después, en una falta lateral, Colombatto reventó la red y el Tartiere estalló. Pero "un ex siempre nos marca". Y así fue. Minuto 84: Hassan, exhausto, no sigue al lateral rival, centro al área y Dioni –jugador azul en 2015– la coloca en la escuadra. 1-1.

Parecía que el encuentro acabaría en tablas, pero en el minuto 93 llegó la locura. Jugada de Paulino, Nacho Vidal la mete al área, Alemão intenta ceder de cabeza a Colombatto, que no llega. Pero ahí estaba un zaguero malagueño para meterla en su propia portería. Delirio en las gradas.

Tres puntos importantísimos para preparar durante la semana el viaje del sábado a Éibar, equipo de la zona media, donde esperamos llevarnos la victoria. ¡Hala Oviedo! n

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