Las claves tácticas del Barça-Girona: El equipo de los 139 goles en 45 partidos, algo nunca visto

Estaba el partido algo espeso para el Barça cuando recibió el gol de Danjuma. Era el 1-1 del Girona en Montjuïc. Y en menos de media hora, el equipo de Flick liquidó al Girona con una autoridad incontestable apelando a su mayor virtud. Se levanta con grandeza y remata con tino. Y, además, mucho. Hasta 21 tiros, nueve a puerta, cuatro goles, dos remates al palo (Eric y Lamine Yamal) prueban la fortaleza de la obra de Flick que desesperó a un gran Gazzaniga, que realizó seis paradas. Lleva 139 goles en 45 partidos, algo nunca visto antes.

Mejor que la MSN de Luis Enrique

Cambia el ataque, pero los goles no dejan de caer. Con o sin Raphinha. Con o sin Lewandowski. Con o sin Ferran. Con o sin Lamine. No hay ningún equipo en Europa que tenga tanta capacidad ofensiva como el Barça de Flick, que sumó ya 139 goles en los primeros 45 encuentros. La dimensión, monumental y hasta monstruosa, de esta cifra se entiende cuando se compara con la MSN (Messi-Suárez-Neymar), el tridente del Barça de Luis Enrique que anotó 130 tantos en la temporada 2014-15. El primer Barça de Guardiola sumó 102 (2008-09) y el penúltimo, el que logró la Champions en Wembley se quedó en 123 tantos en los primeros 45 partidos (2010-2011)

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El 'nueve' vuela: 25 goles en la Liga; 38 en total

Está lúcido. Llega a balones que nadie imagina. A pelotas que no están en ningún radar, tan solo en esa mirada panorámica que le permite aumentar su cuenta goleadora. Ha marcado dos tantos al Girona, suma ya 25 en la Liga (lleva tres de ventaja a Mbappé) y su rendimiento es espectacular. Ha alcanzado ya 38 goles en esta temporada, la mejor desde que el polaco aterrizó en Barcelona.

Tiene 36 años, pero se ha reencontrado con su mejor versión acompañado de una pandilla de jóvenes que le hacen sentirse a Lewandowski un adolescente.

El 'escándalo Pedri' no tiene fin

Pedri es un escándalo. Un escándalo de jugador que ha ido llenando de matices a su sedoso fútbol. Ahora destapa en cada partido versiones distintas de un idéntico Pedri. Pero no se parece en nada al jugador tímido, introvertido, callado y silencioso que apareció desde Las Palmas. Sigue siendo igual de silencioso en el campo, pero su juego es cada vez más rico, además de que produce un impacto descomunal, sin importarle el partido. O el rival.

Lewandowski llega donde nadie

Ni media hora de partido y con el Barça aplastando al Girona sobre las narices de Gazzaniga emergió su figura como último hombre. ¡Sí, último hombre de la defensa azulgrana! Robó el balón, como si fuera una fusión de Araujo o Iñigo, e inició el ataque azulgrana. Y Montjuïc volvió a corear su nombre, algo que ya ha dejado de ser noticia.

Eric García, otro medio centro que se inventa, y con éxito, Flick

El jueves, y ante Osasuna, ejerció de central diestro formando pareja con Iñigo Martínez. El domingo, y ante el Girona, Eric García asumió el papel de medio centro. Y se sintió cómodo, como si llevara toda la vida en el cruce de caminos donde los espacios no existen y el tiempo se difumina.

Jugó con tal autoridad que hasta se atrevió a lanzar un disparo desde la frontal del área de Gazzaniga, escupido por el poste izquierdo. Jugó bien, limpio (ni una sola falta cometió), atento y preciso en el pase (58 pases buenos de 62, 94% de acierto), además de inteligente en la lectura del juego. Y Flick sonreía feliz en la banda porque tras inventarse a Marc Bernal tuvo que descubrir a Marc Casadó. Ahora se ha inventado a Eric García en esa posición ante las lesiones de los dos Marcs.