Ángel programa desde La Cardosa el hospital digital del futuro
"Una de las razones por las que tenemos aquí la empresa es por la alta calidad de vida que hay en Asturias"

Julián Rus
Ángel Colao, CEO de la empresa tecnológica Aritium. Este ingeniero de telecomunicaciones de 37 años montó en 2021 junto con su mujer, Sandra González, también ingeniera, y con su socio Andrés Esteban la empresa tecnológica Aritium, radicada en Grado, que desarrolla nuevos sistemas tecnológicos para optimizar la asistencia sanitaria en hospitales y centros de salud. Colao creó su empresa después de pasar por varias destacadas compañías del sector, como Air Liquide Healthcare, donde fue responsable de nuevos servicios para el mercado hospitalario europeo
–Dentro del contexto de las listas de espera en el sector sanitario y del crecimiento de la demanda asistencial, donde cada vez tenemos más población que requiere más ir al hospital y a los centros de salud, vemos que hay escasez de recursos, de médicos, de personal de enfermería. Y, en ese contexto, hay datos demostrados de estudios que dicen que un profesional de enfermería típico en un hospital dedica menos de un tercio de su tiempo a tareas directamente relacionadas con el trato a los pacientes. Dos tercios de su jornada tiene que dedicarlos a tareas manuales, tareas de recogida de datos, administrativas… Es muy paradójico que el recurso más valioso de nuestro sistema sanitario, en un contexto de alto estrés, esté dedicado a cosas que no aportan valor. Por eso nosotros ofrecemos soluciones tecnológicas que tratan de optimizar esos procesos y reducir el tiempo que el personal tiene que dedicar a esas tareas.
Habla Ángel Colao Patón, 37 años, nacido en Faces (Candamo), ingeniero de telecomunicaciones y CEO de la empresa Aritium Technologies, ubicada en el centro de iniciativas empresariales de La Cardosa, en Grado. Colao fundó la empresa en 2021 junto con su mujer, Sandra González Ambres, ingeniera como él, y con otro socio, Andrés Esteban. Esta start up, nacida en la incubadora tecnológica del CEEI de Llanera que ya tiene ocho empleados y creciendo, desarrolla una nueva manera de gestionar los centros sanitarios y el trabajo de los profesionales de la salud gracias al llamado "internet de las cosas", la utilización de distintos dispositivos conectados a la red que permiten optimizar determinadas tareas. Así lo cuenta Colao:
"Nosotros montamos una red privada de ‘internet de las cosas’ en el centro hospitalario. Montamos unas antenas que nos permiten desplegar diferentes sensores con una tecnología de largo alcance y bajo consumo. Tenemos montadas nuestras soluciones por toda España. En Zaragoza, La Rioja, Barcelona, Madrid, Sevilla... Tenemos también un pequeño proyecto piloto en Italia y otro en Noruega. En Noruega, con un socio de allí, estamos trabajando en proyectos para utilizar unos dispositivos que son como una banda pectoral que puedan llevar los pacientes hospitalizados para tener monitorizadas sus constantes en tiempo real. Estas bandas miden la frecuencia cardiaca, la temperatura, pero también la posición, si el paciente está tumbado o dormido, y su expansión pectoral para detectar si está tosiendo. Así, el personal de enfermería no necesita pasar por ahí cada dos horas a tomar la temperatura y medir la frecuencia cardíaca. Esos datos están ya disponibles en tiempo real sin una intervención manual".
"Otro ejemplo. Con centros de salud estamos trabajando mucho en la optimización de la climatización. Estamos haciendo un proyecto piloto en el Centro de Salud de Salas. En los sistemas de climatización, en muchos casos, se activa la calefacción y el radiador está al 100% las 24 horas al día. Y, al final, se termina incluso abriendo la ventana. Nosotros utilizamos unos dispositivos inalámbricos que nos permiten implementar una serie de rutinas para ajustar la temperatura en base a la ocupación real de los espacios. Tenemos un sensor que detecta si hay presencia en la consulta. Y si hay presencia, pues ponemos una temperatura. Cuando deja de haber esa presencia bajamos esa temperatura. Con eso estamos consiguiendo ahorros de un 30% de consumo energético".
"En esa red del internet de las cosas puedes integrar distintos dispositivos para cubrir diferentes casos de usos. Y estamos viendo que eso aporta mucho valor. Lo estamos viendo en un caso muy simple: en el control de las temperaturas en neveras o sitios donde se almacena medicación o vacunas. En los hospitales hay grandes congeladores en la zona de farmacia. Pero luego, te encuentras que hay un montón de neveras distribuidas por las distintas plantas, por los distintos controles de enfermería, donde se almacena medicación. Esto requiere que el personal de enfermería cada cierto tiempo anote la temperatura, por normativa de trazabilidad del estado de la medicación. Nosotros lo que estamos haciendo es introducir unos sensores inalámbricos dentro de las propias neveras para tener monitorización en tiempo real de la temperatura e, incluso, que puedan generar alertas en cuanto la temperatura sube porque, por ejemplo, se haya dejado una puerta abierta o haya una nevera que no esté funcionando. Por una parte, evitas pérdidas de un material almacenado que suele ser muy caro y, por otra, descargas al personal sanitario de tener que anotar la temperatura".
"Y luego con todos esos datos que capturamos entra la aplicación de la analítica avanzada, de las técnicas de inteligencia artificial, para muchas cosas... Detectar una potencial exacerbación en el paciente, o para optimizar los niveles de climatización y reducir el consumo y cuándo va a ser necesario llenar el tanque de gasoil del sistema.."
"Es verdad que, para la parte comercial, tener la empresa en Grado te requiere viajar para hacer visitas a la persona con la que tengas que negociar un contrato, a zonas donde está el centro de los negocios, en Madrid o Barcelona. Pero luego, en cuando a la ejecución del proyecto, da igual que las oficinas las tengas en Grado o en Kuala Lumpur. Para la programación con una buena conexión de internet, es suficiente. A día de hoy la ubicación física tiene poca relevancia. Y, además, Asturias te permite tener una muy buena calidad de vida sin necesidad de tener unos salarios tan altos como algo equivalente en Madrid o Barcelona. Por los costes de la vivienda, sobre todo. Yo creo que, como región, ahí tenemos una oportunidad".
"También creo que es importante tener un bagaje previo, una experiencia previa internacional o en otros mercados, como fue nuestro caso. Porque algo a tener en cuenta la hora de montar una empresa de este tipo es que no te puedes limitar a Asturias, tiene que ser algo muy extrapolable a muchos mercados. Tienes que pensar en cómo vas a hacer cosas fuera".
"Y tiene que surgir el momento. Aunque siempre tuve la vena del emprendimiento, mi plan de vida en febrero de 2020 no contemplaba montar algo al año siguiente aquí. En ese momento yo me veía teniendo un hijo en Madrid, donde llevaba desde 2011, y desarrollando mi carrera unos años más allí. Pero surgió la oportunidad y se vio muy claro. Se alinearon varios factores. Por una parte, un empujón nos lo dio la pandemia y el haber estado viviendo el confinamiento en Madrid, en un apartamento de 50 metros cuadrados. Y mi mujer estaba embarazada. Para caminar y con las restricciones de movimientos, como anécdota te diré que un día caminó 5 kilómetros por el garaje del edificio. Y luego, ya con el niño, estuvimos teletrabajando desde Asturias. Entonces ves la calidad de vida, que tus hijos pueden estar cerca de su familia, el poder disfrutar de sus abuelos y los abuelos de sus nietos. El tener un hijo te cambia ciertas perspectivas".
Comercio, cultura y turismo habitan en Grado
