El certamen del Queso de los Beyos, clave en Amieva
El Concurso nacional de asturiana de la montaña es otra de las actividades realizadas en el concejo con el respaldo de Cajastur

Certamen del Queso de los Beyos, en una imagen de archivo
M. J. Iglesias
Cajastur siempre ha destacado por su alto nivel de implicación con la cultura y las celebraciones emblemáticas de Asturias. La entidad lleva años dejando patente su compromiso con el concejo de Amieva, colaborando con la realización de todo tipo de actividades, entre ellas relevantes citas tradicionales como el Certamen del Queso de los Beyos, uno de los tesoros de leche que se elaboran en los Picos de Europa.
Se trata de un queso menudo y rugoso, cuya textura y color inimitable esconde una joya difícil de falsificar. El queso de los Beyos lleva en sí mismo la solera de un paisaje sin par y de toda una cultura montañesa que le confieren riqueza semántica a su nombre y valor gastronómico a la pasta de que está hecho.
Su elaboración es netamente artesana. No suele superar los 15 centímetros de diámetro y su peso oscila entre el cuarto y el medio kilo. Con su textura harinosa se presta para todas las ocasiones: de aperitivo, en ensaladas, en cocina para cachopos o salsas y para postre con un poco de dulce de membrillo.
El queso está respaldado por una indicación geográfica protegida europea y se elabora en los concejos de Ponga y en el municipio leonés de Oseja de Sajambre, en la provincia de León.
Los Beyos es un desfiladero tallado por el río Sella perteneciente a los tres municipios. Para elaborar el queso se usa la leche ordeñada por la mañana mezclada con la ordeñada por la tarde. Se le añade cuajo para proceder a la coagulación y se somete a un desuerado natural.
Una vez que se pasa a los moldes, se colocan en estanterías en una habitación para someterlos al proceso del ahumado. Por último, se llevan a un lugar seco y ventilado y se dejan allí entre 15 días y 3 meses para que maduren.
Es un queso de tipo semiduro a duro, de peso no superior a 500 gramos, con una corteza seca y rugosa, de color amarillo, cremoso. Desprende un aroma suave y tiene un sabor algo ácido, aunque suave. Si se aprecian ojos es síntoma de que la leche que se usó se hallaba a una temperatura demasiado alta y se desueró muy rápido, haciendo que la masa no se compacte de forma correcta.
El Concurso nacional de la raza asturiana de la montaña es otra de las actividades respaldadas por Cajastur. Se trata de un concurso emblemático, dedicado a la raza vacuna que habita en la zona desde hace siglos. La asturiana de la montaña pertenece al tronco castaño y su origen es europeo, posiblemente fue introducida con las invasiones celtas.
Siempre tuvo una notable presencia en todo el territorio astur-leonés hasta mediados del siglo XX en donde, con la introducción masiva de razas extranjeras, se redujeron los censos hasta prácticamente su desaparición. A principios de los años 80 del siglo XX comenzó la recuperación y mejora de la raza y se creó la asociación de criadores Aseamo.
El certamen agroalimentario y la feria de ganado de Todos los Santos también han contado con la colaboración de Cajastur a lo largo de numerosas ediciones. Es una de esas ferias que no se pierde ningún ganadero de la zona y que sirve para tomar el pulso al sector. Tiene lugar en el recinto de Santillán y siempre destaca por su alta participación y el nivel de las reses que acuden al certamen.
El certamen del Queso de los Beyos, clave en Amieva
