Opinión

Don Víctor García de la Concha

(El siguiente texto corresponde a la intervención que Miguel González Pereda, cronista oficial de Villaviciosa, realizó la semana pasada durante el descubrimiento de la placa en la casa donde nació Víctor García de la Concha).

¡Suscríbete y no te pierdas esta noticia!

Ayúdanos a adaptar más el contenido a ti y aprovecha las ventajas de nuestros suscriptores.

SUSCRÍBETE

Si ya estás registrado pincha aquí.

"Si en Ítaca está la infancia, la patria, el hogar, la familia… A Ítaca hay que volver. Los héroes nunca abandonan ni traicionan a los suyos y vuelven, para darnos a conocer sus experiencias y aventuras, para festejar sus hazañas y méritos; necesitamos maestros a los que seguir, héroes a los que imitar.

Para nuestro gozo, nuestro héroe vuelve a la Villa siempre que puede, siguiendo la llamada de las campanas que sonaban en el momento de su nacimiento hace ya noventa años. “Cada vez vuelvo más -nos contaba hace años-, para mí la Villa significa, ante todo, mis raíces. Raíces históricamente profundas, porque mi familia, por los cuatro costados, está afincada en la Villa desde fines, creo, de la Edad Media, con toda seguridad desde el siglo XVI. Y son raíces activas, activamente nutricias, porque mi forma de aprehensión del mundo y mi sensibilidad se han configurado en la Villa”.

Nuestro héroe está marcado por ese sello indeleble, ese carácter casi sacramental que imprime y procura el nacer en Villaviciosa, un sentimiento de pertenencia que inculca y transmite a sus hijas: “Prometedme que cuando yo falte traeréis a la Villa a vuestros hijos. Quiero que mis nietos tengan esa referencia”.

Nuestro héroe, don Víctor García de la Concha, nació un 31 de diciembre en el nº 6 de la calle del Agua, en la misma calle, y muy cerca, de donde nació y vivió su tatarabuelo José Caveda y Nava, también insigne y también académico de la lengua con sillón L mayúscula. El día 2 de enero fue asentado en el Registro Municipal, y el día 3 aparecía en las notas de sociedad de la prensa local: “Han alumbrado dos hermosos niños las esposas de nuestros amigos don Juan Martínez y don Miguel García Valdés, prestigiosos abogados de la localidad”. Media hora antes que Victor, había nacido Potito Colubi, su compañero del alma de la infancia, junto a Tomás Pedrayes, José Ramón Aguirre, Agustín Arce, Honorio Meana, Toño Gil… . Aquella pandilla, conectaba por arriba con el grupo de Paco Arce, Luis y Genaro Montes, y por abajo con Manolo Pedrayes, Ernestín Robledo, Luis Fernando Aguirre, Manolo Busto y su hermano Luis.

Ese día, la prensa local también contaba otras cosas que pasaban en la Villa:  don Amable Rodríguez y su distinguida esposa doña Elvira Fernández, habían regresado de viaje de novios. Se sorprendía el redactor que los concejales Liberales Demócratas y los de Acción Popular fueran del brazo, porque primero dijeron que eran una cosa circunstancial y después que iba a ser “per secular seculorum, amén”. El Lealtad empataba a dos con el Racing de Mieres. Se celebraban con gran solemnidad las fiestas de Reyes en Priesca. En el Teatro Alonso, se estrenaba, a beneficio del catecismo, la zarzuela de costumbres marineras, “Brisas de Costa”, con letra de Pepe el de Mero, y música de Eugenio García Antuña. Entre el largo elenco de actores y cantantes, figuraban personas muy cercanas a nuestro homenajeado: Chonina, Ignacio y Eladio de la Concha. Fallecía rodeada del cariño de todos sus hijos y deudos, la virtuosa y respetable señora doña Rafela Rivero, Vda. De Zaldivar. Casa Villamandos, ofrecía un gran surtido de balones para Reyes. La Librería Ángel, precios sin competencia en libros, objetos de escritorio, material escolar y devocionarios; para los señores maestros servicio especial. Y el mayor surtido de lanas para labores lo presentaba Casa Mero, precios fijos.

La Odisea, el periplo, la travesía por el mundo de nuestro titán, comienza en la propia Villa, en el Colegio San Rafael, allí evitó el encantamiento de la hermana Benita, que podía reducirle y meterle en el alfiletero, y sobrevivió a la seducción, casi hipnosis, de la reluciente argolla dorada sujeta a la cadena de la campana de señales de la comunidad.

Las primeras letras del Silabariu, la escritura de las primeras palabras aprendidas pasaron por la hermana Vitoria, y las hizo en una pizarra y con un pizarrín. De aquellos palotes y pizarrines, nuestro héroe, ha llegado a construir auténticos tratados sobre nuestros grandes autores y poetas.

El nº 6 de la calle del agua, fue destruido por una bomba, una de las mujeres del servicio falleció. Víctor y su familia se trasladan a otra casa en la calle Cervantes. ¡Ay, Cervantes!.

En el Colegio San Francisco, los dibujos, la palabra y los relatos de don Luis Cortés le iniciarán en la lectura de El Quijote, y deslumbrado, cayó en el embrujamiento que no habrá de superar jamás.

Las interminables partidas al “Lairón”, por el Mercau Vieyu y el parque, agilizan el cuerpo y la mente.

Traslado de la familia a Galicia. Oviedo y la Villa, aquí y allá.

En una entrevista para Cubera, que le hizo Etelvino, nos contaba: “Sorribes, La Huertona, son para mí una síntesis. Aquí un jardín hermoso y un piano que aporreo inmisericorde –ahora está en Sorribes-, y el recuerdo vivo de Amalia mis tíos y mis primos, junto a tía Concha que fue mi segunda madre”.  

Oviedo, la Universidad, Filología y premio extraordinario de doctorado, para aventurarse en el proceloso mar de la vida. Universidad Gregoriana de Roma, cátedra en Valladolid, Murcia, Zaragoza y Salamanca. Las letras hispánicas del Renacimiento y la poesía de nuestro siglo. Ana, hijas, nietos. Fundador de las Academias Renacentistas. Dirección de los Cursos Internacionales de Literatura Española. Estudios sobre Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Guiones y asesoramientos televisivos. Más estudios e investigaciones sobre El Lazarillo, Nebrija, Garcilaso, Fray Luis de León, Calderón, Quevedo, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado… Tesis sobre Pérez de Ayala, las vanguardias literarias en España y el Surrealismo español. Poesía y más poesía. Encuentros de Verines. Insula, Austral y Clásicos Castellanos. Miembro de número de la Real Academia Española, sillón c, secretario y director de la misma durante tres mandatos. Presidente de la Asociación de Academias de Lengua Española. Doctor honoris causa por dieciséis universidades europeas y americanas. Hijo predilecto de Villaviciosa. Medalla de plata del Principado de Asturias y de Oro de Villaviciosa y de la Ciudad de Salamanca. Un montón de medallas, cruces, condecoraciones, nombramientos, títulos y reconocimientos de un montón de países americanos. Caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro. Calle en Villaviciosa y Salamanca, y da nombre al I.E.S. de Villaviciosa. Un sin vivir viviendo, que podría decir la mismísima Santa Teresa. 

Nuestro héroe, ha vuelto a una nueva llamada de la Villa. “Así, sabio como has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya que significan las Ítacas”, dicen los versos de Kavafis.  Esta vez, porque deseamos que su recuerdo sea imperecedero, señalamos también esa casa para que futuras generaciones sepan donde nació don Víctor García de la Concha nuestro héroe inmortal, que al igual que aquel otro héroe de nombre Odiseo, que tras veinte años de penalidades, al despertar en su patria esconde el tesoro en una cueva, nuestro héroe guarda sus recuerdos familiares, su tesoro más preciado, en una vieja caja de hoja de lata de galletas Artiach.

¡Salve, Víctor, hijo querido y predilecto de esta Villa, siempre abierta a tí!."