Entrevista

Sonia Encinas, sexóloga: "No es necesario que dejes la casa a tu hijo adolescente para que tenga relaciones, debe buscarse la vida"

La experta cree conveniente que los adolescentes, con una previa y sólida educación sexual, sepan buscarse su propio camino sin que se lo pongan todo tan fácil

Sonia Encinas, sexóloga, terapeuta sexual y de parejas y autora de 'Sexo afectivo' y 'El sexo de las madres' .

Sonia Encinas, sexóloga, terapeuta sexual y de parejas y autora de 'Sexo afectivo' y 'El sexo de las madres' .

Olga Pereda

Madrid

Si tu hijo adolescente te pide la casa para mantener relaciones sexuales con su pareja, tú tienes dos opciones: permitírselo o negarte. ¿Cuál de las dos es mejor? La sexóloga, terapeuta sexual y de parejas y autora de los ensayos 'Feminidad salvaje', 'Sexo afectivo' y 'El sexo de las madres' Sonia Encinas no tiene una respuesta tajante y asegura que cada familia toma sus propias decisiones. La divulgadora, sin embargo, sí que cree conveniente que los adolescentes, con una previa y sólida educación sexual, sepan buscarse su propio camino sin que se lo pongan todo tan fácil. Eso sí, recomienda a los padres y madres que no cedan su hogar que expliquen por qué.

¿Está bien o está mal que los padres cedan la casa a los hijos e hijas adolescentes para que mantengan relaciones sexuales?

Permítame un matiz. Esas familias que lo permiten no buscan solo hacer felices a sus hijos, sino que también es una forma de controlar que lo hacen en espacios más seguros. Una vez dicho esto, yo no me atrevo a decir qué está bien y qué está mal porque cada familia toma sus propias decisiones. Lo que sí veo es que hay madres y padres que, para que sus hijos vivan una sexualidad más libre y sin tabús como la que ellos y ellas tuvieron, se van al otro extremo y les facilitan la casa. Si no lo haces, tu hijo se va a buscar la vida. No es necesario que te dejen la casa con 16 años. Forma parte de la adolescencia encontrar tu manera de hacer las cosas y que no te las faciliten. Es importante dejarles explorar esas situaciones sin que tengamos que intervenir como adultos. Es parte de su crecimiento, incluido el sexual. No soy tan tajante, no digo que cederles la casa esté mal. Diría que no es lo suyo y que los y las adolescentes tienen que buscar sus formas para encontrar su propio camino sin que nosotros se lo facilitemos.

"La educación sexual está construida solo hablando de los miedos y la prevención, pero hablamos poco del placer y los permisos"

¿Negarles la casa es compatible con tener una buena relación con los hijos y haberles inculcado una sana educación sexual?

Por supuesto. Nos cuesta mucho poner límites porque a nosotros nos los impusieron con normas tajantes nada asertivas. Por eso tenemos dificultad para comprender que los límites también cuidan y nos ayudan a entender el mundo. Si les dices: “Tu sexualidad es libre. Es normal que la explores, pero vas a tener que buscarte la manera” no quiere decir que no haya confianza. Todo lo contrario. Hablar de sexualidad de manera abierta no significa ser una enciclopedia porque tú tienes tus temores y se los puedes comentar.

¿A qué edad están preparados nuestros hijos para una relación sexual?

Como madres y padres no tenemos ningún control sobre eso. Hay una parte que sí porque les hemos dado una educación sexual de calidad, pero no somos los únicos elementos socializadores. Dar una buena educación sexual retrasa la edad de mantener las primeras relaciones genitales. Pero relacionarse sexualmente no es solo eso. Sus primeros besos se los dan en los inicios de la adolescencia, donde llega un punto que la exploración es suya. Es verdad que con 14 años quizá no tienes madurez emocional para vivir el sexo como un lugar de permiso, exploración y vínculo. Me cuesta ponerme en un lugar tajante porque es verdad que no hay madurez, pero también forma parte de su exploración y es importante no caer en la mirada coitocentrista porque parece que cuando hablamos de sexo hablamos de penetración. Antes de eso hay abrazos, besos y caricias. La falta de educación sexual hace que no entendamos que esos gestos son una experiencia sexual compartida. No nos relacionamos sexualmente con otra persona directamente con una penetración.

"Si no le cedes la casa a tu hijo para que mantenga relaciones con su pareja no eres egoísta. Solo estás poniendo un límite, pero tienes que explicarle por qué"

¿Hasta qué punto está bien saber que mi hijo adolescente tiene relaciones sexuales?

Es natural que muchas cosas no las sepamos porque son seres independientes. Si nos lo cuentan es bueno y positivo. Tengo familias que me dicen que quieren tener una conversación sobre sexualidad con su hijo adolescente y siempre les digo lo mismo: ya vais tarde. Cuando educamos sexualmente lo hacemos desde que nacen, nombrando los genitales por su nombre. También les abrazamos y les acariciamos y así aprenden a relacionarse con su cuerpo desde el placer y el permiso. Cuando hablamos de educación sexual no nos podemos centrar solo en lo genital y en lo compartido, hay que incluir el respeto a su cuerpo. El hecho de que no quiero que toques mi cuerpo se aprende desde la infancia. Si lo hacemos así, cuando llega la adolescencia no solo existe lo genital y el mapa emocional está ampliado. Está bien que nuestros hijos nos cuenten sus primeras relaciones, pero habrá otras cosas que no nos dirán y eso forma parte de la adolescencia, hay que respetarlo. Tienen que sentir su propio espacio. Tú, como adulta, tampoco le cuentas todo.

¿Soy egoísta si no le permito a mi hija adolescente que duerma en su habitación con su pareja?

Para nada, es muy sano. Es un límite que tú pones. Hay madres que dirán que sí y otras que dirán que no. El límite está bien, pero hay que añadirle un motivo. Tú le puedes decir que no te sientes cómoda con una persona que no conoces en casa, por ejemplo. Es un aprendizaje que le estás trasladando. No es un no porque lo digo yo, hay una explicación, un por qué. Hay familias que hacen todo lo que pueden y educan sexualmente, pero llega un momento en el que su trabajo es confiar, no hay otra. La educación sexual desde el miedo no funciona. Antes eran los embarazos no deseados, después las enfermedades de transmisión sexual y ahora, el porno. Seguimos creando adolescentes con muchos miedos.

Pero es importante educarles frente a todo eso.

Sí, pero no solo eso. La educación sexual está construida solo hablando de los miedos y la prevención, pero hablamos poco del placer y los permisos. Eso no quita para que, como padres y madres, les digamos a nuestros hijos que el sexo está bien pero no queremos vivirlo en casa con ellos. Tienes permiso para explorarlo, pero desde tu individualidad, autonomía e intimidad.

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