Javier Sierra, en las tertulias del Campoamor: "El arte nace para marcar el más allá"

El escritor de "El plan maestro" cautiva al público de Oviedo entre bromas y lecciones sobre maestros de la pintura

Javier Sierra, ayer, durante su coloquio en el Campoamor. | LUISMA MURIAS

Javier Sierra, ayer, durante su coloquio en el Campoamor. | LUISMA MURIAS

Sara Moro

Sara Moro

Oviedo

El escritor de origen turolense Javier Sierra (Teruel, 53 años), afamado por obras como "La cena secreta" (2004) o "El fuego invisible" (2017), protagonizó la tarde de ayer una nueva cita de las Tertulias del Campoamor. Un encuentro en el que estuvo acompaño por el periodista de LA NUEVA ESPAÑA Chus Neira y al que asistió un público muy numeroso y entregado que escuchó con deleite al autor de "El plan maestro" (2025), su última novela y gran protagonista de la tarde.

Bajo un discurso pausado y muy cercano, en el que no faltaron las bromas y complicidades con el público asistente, Sierra contó las razones que originaron esta nueva publicación que, sin embargo, era muy esperada desde hacía tiempo por sus más leales lectores. Y es que en su último trabajo, Sierra resuelve alguno de los enigmas que habían aparecido en "El maestro del Prado y las pinturas proféticas", escrito doce años antes y, sin duda, uno de sus grandes éxitos. Es una historia que parte del encuentro que un joven Sierra mantuvo con un desconocido –una suerte de "maestro instructor", como así lo definió el escritor– en las salas del Museo del Prado y que le supuso una auténtica revelación al darle las claves de cómo mirar una pintura para descubrir y saborear todos sus secretos. La obra en cuestión es una "sagrada familia" del italiano Rafael Sanzio conocida como "La perla", un óleo de comienzos del siglo XVI propiedad del la citada pinacoteca nacional. Del "maestro instructor",sin embargo, Javier nunca supo nada más. Un misterio que enlaza con la propia creencia de Sierra, que asegura que "el arte nace para marcar el más allá", como una especie de umbral o puerta a otro lugar, lleno de misterios.

En este sentido, el escritor nacido en Teruel se definió como un hombre de su tiempo que, sin embargo, siempre ha tenido "la consciencia de que hay cosas que se escapan a nuestro raciocinio". Y son, precisamente, dichas cuestiones las que el escritor gusta de abodar y desarrollar en sus novelas.

Entre anécdotas de su infancia y aspectos biográficos que le permitieron ilustrar sus gustos y líneas de investigación, Sierra demostró ser un excelente orador y supo mantener en vilo a un auditorio con ganas de dialogar con el autor invitado. No faltaron, así, preguntas en las que artistas como El Bosco, Francisco de Goya o Dalí fueron protagonistas de la conversación, así como confesiones por parte del escritor, quien aseguró que Leonardo da Vinci y el flamenco Roger van der Weyden se hallan entre sus pintores preferidos. "En el taller de van der Weyden imagino un novelón", acabó confesando.

Javier Sierra cerró el acto con la afirmación de que siempre se enfrenta al folio en blanco "con expectación". Con la creencia de saber que ese es el comienzo de un viaje del que saldrán cosas que no estaban pensadas en un primer momento y que, en consecuencia, le hacen ser partícipe de otro gran misterio: el misterio de la propia creación.

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