En marcha las obras en la batería militar alta de Cimavilla

La maquinaria está en marcha y las tierras ya se mueven en el Cerro de Santa Catalina. En concreto, en la batería militar alta de Cimavilla, que encara su ambiciosa adecuación, la cual incluye la construcción de un centro de interpretación que actuará como un pequeño museo para condensar qué complejos militares y defensivos albergó Gijón a lo largo de su historia desde la Campa Torres hasta La Providencia.

El mencionado centro de interpretación simulará el aspecto de un búnker, recreando un barracón, de unos 65 metros cuadrados. Mientras, el resto de la intervención no será tan visual, pero sí relevante, pues se impermeabilizará el entorno de la batería semisoterrada, aquejada de filtraciones, y se restablecerá el sistema de ventilación. El plazo de ejecución de la obra, que corre a cargo de Obras Viales e Infraestructuras del Norte, es de ocho meses, y se enmarca en el Plan de Sostenibilidad Turística, financiado con fondos europeos y gracias al que ya se rehabilitó la batería baja, junto al skatepark, reconvertida en un museo al aire libre que ha sufrido varios actos vandálicos por pintadas.

A poco más de 623.000 euros ascienden los trabajos que están dando sus primeros pasos en la batería alta del barrio Alto. "El comienzo de estas obras supondrán una notable mejora en cuanto a recursos turísticos-culturales llevando a cabo una restauración de un patrimonio absolutamente degradado y descontextualizado", aseguraba el mes pasado Ángela Pumariega, vicealcaldesa y concejala de Economía, Empleo, Turismo e Innovación. No solo se refería a la actuación en el Cerro, sino también a la recuperación parcial de la batería del cabo de San Lorenzo.

El local modular que ejercerá de centro de interpretación proyectado en Cimavilla se situará al final de la senda peatonal que lleva al Cerro. Allí comenzó el vallado fechas atrás para preparar el terreno de cara a las obras, que, una vez finalizadas, servirán para reivindicar el pasado militar de la ciudad.