EN JUEGO, LA ESTABILIDAD DE CATALÁ

Vox exige el acta a los concejales de Valencia: “Los votos son del partido”

La dirección nacional pide que "cumplan con el contrato del voto" y no pongan en riesgo la estabilidad del Ayuntamiento. También sugieren que denuncien formalmente el supuesto acoso laboral

El portavoz de Vox José Antonio Fúster, durante la rueda de prensa tras la reunión del Comité de Acción Política.

El portavoz de Vox José Antonio Fúster, durante la rueda de prensa tras la reunión del Comité de Acción Política. / Blanca Millez

Madrid

La situación interna de Vox en el Ayuntamiento de Valencia amenaza la estabilidad del consistorio que dirige la popular María José Catalá. Después de que el partido suspendiera de militancia a Juanma Badenas, hasta hace días primer teniente de alcalde, por presuntas irregularidades en una adjudicación de la fundación municipal que presidía, ha sido Cecilia Herrero, también concejal y pareja sentimental de Badenas, la que ha abandonado al partido de Santiago Abascal. Los dos pasarán a ser concejales no adscritos. El portavoz nacional, José Antonio Fúster, reclamó a ambos el acta: “La clave de este asunto es que los votantes han puesto su confianza en Vox. Se vota al partido”, zanjó a preguntas de los periodistas.

Fúster sí quiso insistir en que “las presiones vienen de los votantes valencianos porque el voto es un contrato que debe cumplirse”. Y, por eso, continuó, “hay que pedirles que actúen de acuerdo al contrato que se firma”. Esa frase aludía al escenario actual: si no devuelven el acta, el partido reclama que no pongan en riesgo la estabilidad del gobierno entre PP y Vox.

Tanto la alcaldesa valenciana como la dirección nacional del PP insisten en que debe ser Vox “quien ponga orden internamente” y confían en que lleguen a una fórmula que no ponga en riesgo la mayoría del consistorio. Pero Herrero este lunes ha dejado todas las puertas abiertas, lanzando duras críticas contra Vox al denunciar "falta de apoyo, menosprecios y burlas", e incluso "acoso laboral y personal" de asesores "impuestos" dentro de su grupo municipal.

Sobre esto Fúster la retó a llevar ese supuesto acoso a una denuncia formal. “Hay cauces legales que permiten estas denuncias. Lo que tiene que hacer es presentarla”, dijo, justo después de insistir en que “lo mejor sería que devolvieran el acta a sus legítimos propietarios, que son los que les votaron”.

Niegan la financiación irregular

Sobre las diligencias abiertas por la Fiscalía Anticorrupción -aún secretas- sobre la presunta financiación irregular de Vox después de que el PSOE presentara una denuncia, el portavoz del partido ultra se revolvió negando cualquier opacidad en sus cuentas: “Son públicas y transparentes. Y las hemos presentado en el Tribunal de Cuentas. El PSOE de Aldama, Tito Berni y Begoña que regala palacetes al PNV nos denuncia a nosotros”, afirmó.

“Voy a ser muy claro. Los ingresos por actividades promocionales están autorizados en el artículo 2 de la ley de financiación de los partidos”, continuó Fúster defendiendo la legalidad de los ingresos relativos al ‘merchandasing’ en actos del partido. Parte de los ingresos señalados como opacos se habrían recogido en puestos callejeros por todo el país donde se colocan “huchas” o “cajas de caudales” con venta de 'merchandising', según detallaba la denuncia de la que informó en su día ‘El Periódico de España’. Desde el PSOE consideran que se trata de "hechos con relevancia penal" y en Vox, sin embargo, defienden que la ley permite esta fórmula. 

Sobre lo que no se pronunció el partido es sobre los fondos obtenidos de una entidad bancaria extranjera participada por el Gobierno húngaro, el MBH Bank Nyrt, propiedad del magnate Lörinc Mészáros, amigo de la infancia del presidente Víktor Orbán.

Vox pertenece ahora a la familia europea de ‘Patriots’, tercera fuerza en el Parlamento Europeo, y cuyo principal referente es el primer ministro de Hungría.

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