José Ramón Viejo, premio "Mierense del año": "Me gusta fotografiar la multiculturalidad que se está dando en el concejo"

Fotógrafo, cartero, promotor cultural, tiene claro que Mieres "tiene mucho futuro, independientemente del final de la minería"

José Ramón Viejo, en su estudio de la calle Primero de Mayo.

José Ramón Viejo, en su estudio de la calle Primero de Mayo. / A. Velasco

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Mieres del Camino

José Ramón Viejo lleva décadas inmortalizando a través de su cámara todo lo que ocurre en Mieres. Primero lo hizo como fotoperiodista, pero cuando sacó la oposición se conviritió en cartero. Lleva toda su vida siendo un defensor a ultranza del concejo y trabajando de forma altruista por el mismo: desde fotografías y publicaciones hasta enrolarse en proyectos como fundar una asociación fotográfica o participar en la creación del ateneo musical de Mieres. Todo ello le ha valido convertirse en "Mierense del Año" 2025.

-¿Cómo recibió el premio de Mierense del año?

-Con agradecimiento, porque hay un reconocimiento a la labor que haces en tu pueblo.

-¿Qué supone para un defensor a ultranza de Mieres como usted?

-Yo recuerdo casi el nacimiento de esos premios, empezaron cuando yo comenzaba a trabajar en prensa, y eran los corresponsales de todos los periódicos los que lo otorgaban. Los "Mierense del año" nacieron como un reconocimiento de los medios de prensa hacia la gente que hacía algo por Mieres. Así que nunca pensé que iba a estar yo recibiendo el premio.

-¿Cuando empezó su relación con la fotografía?

-Fue a mediados de los años 80, a través de unos unos cursos y que se dieron en Mieres. Y poco después, en el año 89, comencé a trabajar en prensa. A mí me gusta el fotoperiodismo. Lo que sucedió es que estaba mal pagado, entonces y ahora, y cuando saqué las posiciones de Correos pues empecé a trabajar de cartero, aunque seguí con la fotografía ya que me encantaba. Además, como tenía un "mono" enorme de fotografía, fundé la Asociación Semeya junto a unos cuantos amigos y fui el primer presidente hasta que me fui a Madrid.

-Dentro de los cientos de miles de fotos que ha hecho ¿Con cúal se queda?

-Es muy difícil. Tengo fotos que me encantan, retratos que me encantan. Siempre la última que haces, de los últimos paisajes que haces, te prestan mucho. Creo que no soy fotógrafo de una sola foto, o no he conseguido esa foto todavía. Pero mira, te puedo decir que de las series que más me gustan son las que hicen en el antiguo Café Carolina. Esas fotos quedan ahí para la historia.

-¿Y qué foto le queda por hacer o le hubiera gustado hacer?

-Una cosa que me quedó por hacer fueron las salas de juegos. Son de ese tipo de negocios que piensas que van a estar ahí toda la vida, y cuando te das cuenta desaparecieron sin que las retratara. Ahora sigo fotografiando prácticamente todos los negocios que van apareciendo en la ciudad, porque vas aprendiendo que las cosas no son enternas, que desaparecen y cambian rápidamente. Ahora todo es más efímero que otra cosa.

-Tiene también una serie de retratos de mierenses de todos los ámbitos. ¿Qué le llevó a realizarla?

-Yo intento retratar a todo el mundo que hace algo útil por Mieres. Le pongo un ejemplo. Un retrato que me gustó mucho hacer fue el de Roberto Menéndez, que colabora con LA NUEVA ESPAÑA. Es prácticamente la persona que nos está trayendo a Asturias esas etapas de la Vuelta a España que estamos descubriendo, y esa labor no se la reconoce prácticamente nadie. Publiqué ese retrato de Roberto con la camiseta de la peña ciclista Trapiello, y era para decir, "señores, esta es la persona que está haciendo todo ese trabajo por las Cuencas y nadie se lo reconoce". Ese tipo de cosas me gustan mucho. Otra serie que estoy haciendo la llamé "Los otros mierenses". Son esa gente que viene a Mieres y se queda: el indio que abrió un restaurante, la chica de la cafetería de enfrente, el chino que vive en La Fonda o el polaco que vive en Paxío. Es plasmar un poco esa multiculturalidad que estamos cogiendo y que nos enriquece.

-Cartero de profesión, se acaba de jubilar. ¿A qué se va a dedicar ahora?

- Tengo ahora un proyecto entre manos muy ilusionante. Como sabe, tengo varios libros publicados sobre Mieres y su gente, como el del pintor Tinso o el de Foto Alonso, y ahora estoy trabajando en un libro sobre los 100 años de historia del colegio Aniceto Sela.

-En su vida no todo es fotografía, también se enroló en el proyecto de crear el Ateneo Musical de Mieres.

-Bueno, fuimos un poco empujados. Hubo una escisión tremenda de la banda que ya había, y tanto el director, como los músicos, como los que estábamos implicados realmente en ese escenario, tuvimos que crear un proyecto nuevo. El que había no nos servía, no nos daba cancha para crecer, y queríamos un proyecto mayor. De hecho, el Ateneo Musical de Mieres ya está dando frutos. Estuvimos en Lorient en 2024, estrenamos en la Folixa una obra muy reconocida, ya tenemos cerrado un concierto que va a ser todo un lujo. Somos una banda muy grande que no cabíamos en la estructura pequeña que había en la otra banda.

-Hablando un poco de su Mieres, acaba de cerrar el último pozo, Nicolasa ¿Cómo ve el Mieres postmiero?

-Siempre digo lo mismo. Mieres tiene siglos y siglos de historia. Y la minería tiene como dos siglos. Ocupa un periodo que es muy importante, porque es el último que nosotros vivimos, pero la historia de Mieres es mucho más grande que la minería. Y siempre recuerdo que cuando llega la minería del carbon, en 1850, no es nada bien recibida por los mierenses. Con todo esto, ahora volvemos a una etapa sin carbón, y pienso que Mieres y los mierenses tenemos futuro independientemente de la minería.

-El premio, la jubilación, el libro... ¿Por donde caminará el futuro de José Ramón Viejo?.

-Pues a seguir con la cámara. Compré un local, y en este estudio espero "fusilar" a medio Mieres todavía en los próximos años, y que queden retratados para las generaciones que vengan.

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