El langreano Xicu Ilesies logra inscribir su apellido en asturiano tras seis años de lucha

"Ha sido un proceso largo e injusto, estoy satisfecho, pero dolorido", afirma

Xicu Ilesies muestra la documentación ante el Registro Civil de Sama. | D. O.

Xicu Ilesies muestra la documentación ante el Registro Civil de Sama. | D. O.

David Orihuela

David Orihuela

Langreo

"El primer apellido del inscrito será en lo sucesivo Ilesies, según declaración efectuada por el propio inscrito en comparecencia ante el encargado del Regitro Civil, en fecha 7/11/2024". Xicu Ilesies, antes Iglesias, ha tardado seis años y seis meses en poder leer estas líneas. Ha sido una lucha contra la administración, "un proceso largo, doloroso e injusto" de este vecino de La Felguera, que quería algo tan simple como que en el Registro Civil figurase el nombre y el apellido que lleva utilizando toda su vida.

Ilesies volvió este martes al Registro Civil de Sama, donde tantas veces le dieron la vuelta, pero en esta ocasión no entró, no era necesario. La visita era simbólica, un gesto de triunfo, algo amargo eso sí, porque la batalla ha sido larga. "Estoy satisfecho pero al mismo tiempo, un poco fastidiado", reconocía. Lo que más le ha dolido en todos estos años es que no se cumpliese una ley "que es clarísima" y que dice que "se procederá a la adecuación de los nombres y apellidos por comparecencia del interesado y el certificado del organismo lingüístico correspondiente, en este caso la Academia de la Llingua". Nada, durante años no hubo manera, "por prejuicio político y lingüístico, por incompetencia, ya que no aplicaron la ley como la tenían que aplicar, y por indolencia, porque parece que no conocían la ley".

A Ilesies le marearon durante años pidiéndole documentación que nunca servía. Así que se plantó en el Registro Civil de Oviedo con la orla debajo del brazo y la placa del buzón de su casa para demostrar que hacía años que se llamaba Xicu Ilesies. La funcionaria se sorprendió al ver todo lo que llevaba el hombre y le explicó que nada de aquello era necesario, que tan solo había que cumplir la ley. Así se hizo y el pasado 26 de noviembre, "quince días después de haber presentado la correspondiente solicitud, recibí la certificación del asiento con la inscripción de mi apellido, adecuado fonética y ortográficamente al asturiano". Lo logró pero le ha costado lo suyo y esa es la parte amarga de la victoria.

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