Armando ve el futuro llegando por el Camino Primitivo

ASTURIANOS EN ALLANDE: Armando Barredo

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Armando Barrero Suárez. Médico de atención primaria y cronista oficial de Allande. Tiene 55 años y, aunque nació en Gijón, se siente muy allandés por raíces familiares y residencia. Es plenamente consciente de la calidad de vida que se disfruta en la villa allandesa y, al tiempo, de los problemas que acosan al suroccidente asturiano, la gran comarca que supone el 20% del territorio regional y que parece quedar cada día más desconectada de la marcha general de Asturias.

"Nací en Gijón y vivo en Allande. Toda mi familia materna procede de Allande. Por lo menos, tengo detrás seis generaciones de allandeses. Pero nací en Gijón fruto del éxodo rural de los año 60. Mi padre es de Villaviciosa y mi madre, que es la allandesa, emigró a Gijón, en busca de trabajo. Trabajó toda su vida en la hostelería, de cocinera. Los dos viven todavía y están muy bien. Mira, ahora téngolos de camping en León".

"Soy médico en el Centro de Salud de Cangas en Narcea y atiendo también el consultorio periférico de la zona de Leitariegos, que está en Caldevilla de Rengos. Creo que trabajo en el consultorio con las mejores vistas de España… Desde allí ves el Cueto de Arbás. Es una auténtica pasada".

"Aunque de mi familia, en un determinado momento, ya me quedaba nadie en Allande, porque en los años 80 mis abuelos también se marcharon a vivir a Oviedo, yo seguía vinculado al concejo por amistades. A las fiestas del Avellano venía todos los años que podía. Y, luego, en los años 90 recalé aquí un poco por casualidad".

El amor y esas cosas

"Estudié Medicina en Oviedo y terminé en 1992. Hice la especialidad de Medicina de Familia, el MIR, en Cabueñes, y en el Centro de Salud del Natahoyo, en Gijón. Acabé en 1997y era una época que había muy poco trabajo para los médicos. Yo trabajaba algo en Urgencias del hospital San Agustín de Avilés y en lo que fuera saliendo. Entonces apunteme a la lista del Área Sanitaria II, la del Suroccidente. Y a los pocos días me avisaron, me ofrecieron trabajar en Pola de Allande. Era un contrato de refuerzo. Trabajabas fines de semana. Para la gente que empezaba, encima, estaba muy mal pagado. En 1997 estaba ganando muchísimo menos de mil euros. Pero, bueno, vine para acá y conocía a la que hoy ye mi mujer. Ella es enfermera. Y, lo típico, surge de amor y estas cosas. Entonces eso también influyó mucho en que me quedara en Allande. Ella ye salmantina. Ya había venido antes que yo a trabajar a la comarca. Así que nos casamos, compramos casa aquí y llevamos 25 años en Pola de Allande. Y estamos encantados".

"Nos gusta mucho más vivir aquí. Estás al lado de Cangas del Narcea. Que Cangas, será la capital comarcal pero a mí me gusta mucho más a la Pola Allande. En Cangas, tiene los inconvenientes de la ciudad y las desventajas de lo rural. Nos quedamos en la Pola por la forma de vivir, por la calidad de vida que tienes aquí. Yo creo que fuimos un poco de románticos, en el sentido de que te vienes a un pueblo pequeño. Luego tuvimos los críos. Mira, el mayor marchó ya a estudiar a Oviedo y el que pequeño está en la ESO todavía. Que aún tenemos la ESO en Allande. Y eso es un auténtico privilegio. Más personalizado, imposible. Son seis o siete en clase".

El declive demográfico

"Desde que yo llegué, digamos hace un cuarto de siglo, el principal cambio que vi fue el declive demográfico. Éramos 2.500 y ahora somos sobre 1.500, un 40% de pérdida. A consecuencia de ello, no sé cómo decírtelo, yo creo que se nota un cierto pesimismo. A la gente, en general, la veo pesimista en relación a aquella época. Se nota en la comarca. También yo era más joven, vine con 29 años. Pero en Cangas del Narcea, que era un poco el centro de cachondeo, hoy no hay un alma los jueves por la calle. Bueno, nótaslo en Gijón también. De aquella, éramos muchos, éramos la generación del ‘baby boom’ y por ahí por el Fomento era increíble lo que había. Y hoy sales y no ves a nadie en comparación. Ahora aquí en la villa, en Pola de Allande, hay diez bares todavía. Pero te das cuenta de que somos cada vez más mayores los que salimos".

Los olvidados

"Creo que el Suroccidente es una de las comarcas más olvidadas de Asturias. En el Noroccidente ves muchísima más actividad. Tienes ahí el gran núcleo de Navia, que tira mucho. Y el Oriente, por el turismo. Pero el Suroccidente es la zona a la que todo le afectó más. Los mismos procesos se magnificaron mucho más. Quizá porque tampoco había un tejido aquí en el Suroccidente. Hubo el gran boom de la minería, vino muchísimo dinero y muy rápido. Pero no se creó tejido. Ni tejido en el sentido de infraestructuras, ni el tejido de la industria complementaria. Ni, incluso, tejido social. En un sitio como Cangas no ha habido un tejido social que permitieran amortiguar un poco esta crisis en la que estamos, que ye evidente. Dentro de diez años no sé cómo estaremos. Pero, a día de hoy, ésta es una comarca totalmente en crisis totalmente".

Divididos por el Palo

"Históricamente, hay una división en el concejo que marca el puerto del Palo. Ye una división lingüística, de costumbres y de todo. Del Palo p’allá ye un mundo más gallego y del Palo p’acá ye un mundo más asturiano. El Palo p’allá, la situación es absolutamente devastadora. De 1.500 habitantes que hay en el concejo, allí habrá 400. El despoblamiento se nota mucho más.

A lo mejor soy políticamente incorrecto, pero, por ejemplo, la zona del Valledor estaba tan deteriorada demográficamente el gran incendio que sufrió (2011), aparte del desastre paisajístico y ecológico que supuso, no afectó al desarrollo de la zona porque, realmente, el incendio demográfico ya había llegado hace 30 años. El Valledor fue el gran olvidado del concejo. No se hizo nada por él y ahora es demasiado tarde. Lo único que tienes un poco de vidilla, es la fiesta de Os Reises, que es una fiesta muy guapa".

"Siempre hubo una dicotomía en el territorio de Allande. Está la villa y esta parte del concejo, que siempre fue mucho más desarrollada, donde está además el centro administrativo, y luego la zona del Palo. En la práctica, casi son como dos concejos. Años ha, cuando eran más población en aquella zona, hubo intentos secesionistas de la parte de Berducedo. Se nota en todos los aspectos esa dicotomía entre ‘los del Palo p’acó y los del Palo p’acul.ló’, como decimos aquí. Creo que es una zona demográficamente irrecuperable, aunque me gustaría equivocarme".

"Berducedo se está manteniendo ahí en población. Tiene unos cien habitantes, se abrieron nuevos negocios gracias al Camino de Santiago, pero el resto, que es muy extenso, pues es un auténtico desierto. Una zona que, además, ha entrado en ese círculo vicioso: no hay trabajo, pero tampoco hay gente para trabajar. Es algo que afecta también a otras partes del concejo. Hay un chaval aquí en la Pola que no encuentra camarero para su negocio. Lo llamó una moza interesada en el empleo. Era de Mieres me parece, él le explicó las condiciones de trabajo y ella le preguntó qué enlace de tren tenía para venir a Allande. Es decir, estamos en unas condiciones en las que es muy difícil atraer gente porque para venir aquí tienes una odisea de viaje. No hay transporte público y, si lo haces en tu coche, pues es mucho tiempo y mucho dinero. Otro ejemplo. Tenemos aquí en Allande una librería que da muchísima vida, evidentemente. Pues va a cerrar porque se jubila el propietario y no encuentra a nadie que coja el traspaso. Y yo creo que el negocio es rentable. Aquí se ve cierto dinamismo y cierto gasto todavía, pero no encuentras a nadie para trabajar".

El futuro en el Camino

"Yo creo que el Camino Primitivo de Santiago, que pasa por Allande, se podría rentabilizar más. De unos 10 años para acá el crecimiento se ha notado un montón. Tanto en la Pola como, sobre todo, en Berducedo, creo que fue el gran beneficiario del Camino. Hablamos de un montón de gente que viene todos los años. Los datos hablan de 20.000 personas anuales que peregrinan por el Camino Primitivo. Yo creo que el Camino tiene todavía capacidad de desarrollo y que el gran, digamos, acicate económico de Allande ahora mismo es el Camino. A partir de abril-mayo, lo notas en las calles. Hay un montón de peregrinos, que mueven mucho la economía. Porque hay peregrinos de todo tipo. Los hay de low cost y también el que viene de hotel y con cuatro coches de apoyo. No sé cuánto más, pero creo que todavía en unos años, el Camino Primitivo va a seguir creciendo".

Y por eso puedes diversificar el turismo aprovechando el tirón del Camino. Porque si un día vienes haciendo la peregrinación puedes volver en otra ocasión a ver el castro de San Chuis o los restos de la minería romana del oro. Y, claro, en ese sentido tienen que ser las administraciones públicas los que adecenten un poco las cosas y lo mejoren. Creo que es el gran futuro de Allende va a pasar por eso, por aprovechar el Camino de Santiago y los efectos que cause".

"Porque, bueno, el sector primario sinceramente, y vuelvo a ser políticamente incorrecto, no lo veo. Me parece un sector que tira mucho de subvenciones y que no genera empleo, realmente. Genera autoempleo, pero tampoco ves que tire demasiado. Llevamos años apoyándolo a través de la PAC y si el objetivo de la Política Agraria Común era fijar población en el medio rural, evidentemente no lo consiguió".

Comunicaciones

Hay un déficit muy importante en la comarca suroccidental, que son las comunicaciones. Comunicaciones en la carretera y en las telecomunicaciones: telefonía e internet. En la carretera se necesitan mejoras. Otra cosa es que lo adecuado sea una autovía. Eso no lo tengo tan claro. Pero, sin duda, aquí lo que necesitas es tener una comunicación decente con La Espina. Y es importante un tercer pilar, la banca. Que está abandonando todas estas zonas y no todo el mundo tiene capacidad de tener banco online. Porque aquí hay gente muy mayor. Por el contrario, a nivel sanitario y de educación, creo que estamos mejor que en muchos sitios".

El sostén sanitario

"Para mí, sinceramente, es un placer ser médico rural. El trato es muy bueno y muy cercano, cordial, casi familiar. Generalmente no tienes listas de espera, ningún tipo de problema. Y luego, en Cangas está el hospital, que para este territorio es importantísimo. Si no existiera pues posiblemente mucha gente mayor tendría que irse, trasladarse a Oviedo o a Gijón. Todo el área sanitaria genera muchos puestos de trabajo, estamos hablando de que la principal industria del Suroccidente es el hospital, unos 600 trabajadores. Tanto la sanidad como la educación son grandes viveros de trabajo y evidentemente ayudan a mantener la calidad de vida y la población en la zona. Si cerramos la sanidad y la educación, entonces olvídate. De hecho, yo mismo tendría que irme".

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