El yoga hace comunidad en Villaviciosa: "Practicar no solo cambia a nivel individual, sino que nos hace mejores con los demás"

"A medida que trabajamos la fuerza y la elasticidad física, desarrollamos mayor capacidad para adaptarnos a la vida y reducir el estrés", destaca Eilsa Lazo

Uno de los grupos, durante una clase.

Uno de los grupos, durante una clase. / C. V.

Villaviciosa

En una sociedad donde el estrés y la ansiedad parecen haberse convertido en parte de la rutina diaria, el yoga surge como una herramienta poderosa para recuperar el equilibrio y el bienestar. Cada vez más personas buscan en esta disciplina una vía para desconectar del ruido externo y conectar consigo mismas. En Villaviciosa, Elisa Lazo ha encontrado en la enseñanza del yoga una manera de ayudar a otros a mejorar su calidad de vida. "Es bonito ver cómo la gente se apoya entre sí, cómo se forman lazos. La práctica del yoga no solo cambia a nivel individual, sino que nos hace mejores con los demás", reflexiona.

Su propia historia con el yoga comenzó como una búsqueda personal que, con el tiempo, se transformó en vocación. "Cuando empecé la formación de yoga, ya en el segundo año nos invitaron a dar clases. Ahí fue cuando me di cuenta de lo mucho que me apasionaba no solo la práctica personal, sino también compartirla con otros", relata. Tras completar su formación, tuvo la oportunidad de quedarse como colaboradora en la escuela donde estudió, pero optó por seguir su propio camino en Villaviciosa, donde ya había comenzado a dar clases en distintos espacios.

Uno de los aspectos fundamentales que resalta en su experiencia es la diversidad de personas que se acercan al yoga. "Tengo alumnos de todas las edades, desde jóvenes hasta personas mayores. A veces sorprende ver la movilidad de algunos de ellos, incluso más que en algunos jóvenes. Todo depende de la constancia y de cómo se trabaja el cuerpo", comenta. Muchas personas llegan por recomendación médica, para mejorar la postura, aliviar dolores o reducir el estrés. Otros buscan complementar otros deportes con mayor flexibilidad y movilidad. Pero también están aquellos que encuentran en el yoga un refugio en momentos de ansiedad, depresión o crisis personal. "A veces llegan en un momento difícil de sus vidas, y el yoga les ofrece un lugar donde pueden expresarse, soltar tensiones y conectar con su interior. Es liberador para muchos", asegura Lazo.

Hace menos de un año, Lazo dio un paso importante en su trayectoria al abrir su propio estudio, "Lalita Shakti". A pesar de los beneficios demostrados del yoga, todavía persisten algunas barreras, especialmente entre los hombres, quienes a menudo lo ven como una práctica exclusivamente femenina. Sin embargo, Elisa Lazo destaca que esto está cambiando. "Curiosamente, en la India el yoga era solo para hombres. Ahora es al revés, pero poco a poco ellos se están animando. Cuando prueban, se dan cuenta de que no es solo estiramientos o relajación, sino que requiere fuerza, control y concentración", explica.

Para ella, el yoga va mucho más allá de una simple actividad física. "El yoga integral trabaja cuerpo y mente a la vez. Nos ayuda a conectar el corazón con la mente, a dejar de lado la lucha interna y encontrar equilibrio. A medida que trabajamos la fuerza y la elasticidad física, también desarrollamos mayor capacidad para adaptarnos a la vida y reducir el estrés", explica. Su objetivo es transmitir esta filosofía.

Tracking Pixel Contents