El Conservatorio de Música del Occidente de Asturias, ubicado en Luarca y financiado en su mayor parte por el Ayuntamiento de Valdés, agudiza su ingenio para captar alumnos y, más que eso, hacer llegar este arte "como se debe" a los alumnos de Infantil y Primaria del concejo del Valdés.
El centro tiene casi 200 alumnos y mantiene intacta la matrícula con el paso de los años. El buen hacer del equipo directivo y de la plantilla en su conjunto "está detrás", dice la directora del Conservatorio, Rosario Álvarez, de este dato. También el tirón musical que tiene en Valdés, aunque es sabido que la institución ofrece enseñanza reglada y es la única del Occidente asturiano en hacerlo. A sus aulas acuden alumnos de distintos municipios del entorno y también, de la provincia vecina de Lugo. "Queríamos hacer algo más interactivo con los alumnos y por eso dejamos un poco de lado los llamados conciertos didácticos, en los que ellos venían al Conservatorio, y nos adentramos en esta aventura", dice Álvarez.
Esa aventura no es otra que ir uno a uno por los centros educativos de Infantil y Primaria del concejo y llevar todos los tipos de instrumento en función de cómo se produce el sonido, a saber, "cuerda, viento y percusión".
"Esta iniciativa nos deja ir a la ‘casa’ de los estudiantes cuando tienen edades tempranas, creo que así se fijan en las sesiones e interactúan más", dice Álvarez, quien huye del cliché de la campaña de captación de alumnos. "Es algo más queso, porque nosotros de matrícula estamos bien, lo que queremos es que en ese periodo sensible del menor, se conozca como debe la música", señala. En los últimos años, sí se ha notado un repunte en la matrícula de adultos, no tanto de menores. Es por este motivo que Álvarez cree que hay que trabajar más por la formación musical, esa que "te acompaña toda la vida y que sirve para tanto".