Dispositivo experimental

Diseñan el marcapasos más pequeño del mundo: del tamaño de un grano de arroz y capaz de autodisolverse cuando ya no es útil

El aparato ha sido diseñado para ayudar a los recién nacidos con defectos cardíacos congénitos, aunque sus creadores afirman que también podría utilizarse en adultos

Imagen de un prototipo de marcapasos junto a granos de arroz.

Imagen de un prototipo de marcapasos junto a granos de arroz. / Universidad de Northwestern

Valentina Raffio

Barcelona

Un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, anuncia la creación del "marcapasos más pequeño del mundo": un dispositivo más pequeño que un grano de arroz y, sobre todo, implantable mediante técnicas mínimamente invasivas como una simple inyección. Según explican sus creadores, este aparato ha sido diseñado para disolverse completamente en el cuerpo una vez ya no sea útil. "Este marcapasos está especialmente pensado para los frágiles corazones de los recién nacidos con defectos cardíacos congénitos, aunque también podrían plantearse implantar varios en adultos para ayudar al manejo de arritmias complejas", afirma John A. Rogers, el ingeniero detrás de esta hazaña médica.

El dispositivo, presentado este miércoles en un artículo de la revista científica 'Nature', apenas mide 1,8 mm x 3,5 mm x 1 mm, tiene una autonomía de 20 días y, a diferencia de sus homólogos tradicionales, no requiere de cables. Según relatan sus creadores, este aparato incorpora un conjunto de electrodos y, además, se acopla con un dispositivo externo que se coloca sobre el pecho del paciente. Su funcionamiento es tan sencillo como fascinante. Y es que resulta que cuando el marcapasos se implanta en el cuerpo, los fluidos corporales actúan como electrolitos y crean una batería. Paralelamente, el dispositivo externo monitoriza el latido cardíaco y en cuanto detecta una arritmia envía una luz infrarroja para activar el latido artificial del marcapasos.

El dispositivo apenas mide 3,5 mm de largo, tiene una autonomía de 20 días y, a diferencia de sus homólogos tradicionales, no requiere de cables

La creación de un dispositivo tan pequeño responde a una necesidad clínica. "Al reducir el tamaño del dispositivo, simplificamos la implantación, reducimos el trauma y el riesgo para el paciente, y eliminamos la necesidad de una cirugía adicional para retirarlo", afirma Rogers tras la presentación de este aparato que, según explica, está específicamente pensado para ese 1% de niños que nacen con defectos congénitos y que requieren una intervención para sobrevivir. "La buena noticia es que la mayoría de pacientes pediátricos solo necesita un marcapasos temporal y en unos siete días sus corazones suelen recuperarse por sí solos. Con este diminuto marcapasos podemos ayudar a la recuperación de sus corazones de la forma menos invasiva posible y sin necesidad de cirugías adicionales para retirarlo", afirma el ingeniero biomédico.

Un investigador sostiene un marcapasos junto a un único grano de arroz.

Un investigador sostiene un marcapasos junto a un único grano de arroz. / John A. Rogers

Posibles aplicaciones

Por ahora, el dispositivo ha demostrado su eficacia tanto en modelos animales (ratas, cerdos y perros), así como en corazones humanos de donantes fallecidos. "Se trata de un prototipo excepcional, pero que a nadie se le olvide que se trata de algo experimental", afirma Julián Pérez-Villacastín, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y expresidente de la Sociedad Española de Cardiología. "La idea es brillante, pero tendrán que pasar años para que esta tecnología pueda llegar a implantarse en seres humanos con las suficientes garantías", añade el especialista en declaraciones al Science Media Centre España tras la publicación de este trabajo.

"La idea es brillante, pero tendrán que pasar años para que esta tecnología pueda llegar a implantarse en seres humanos"

Julián Pérez-Villacastín

— Cardiólogo

Los expertos también afirman que en un futuro, si los estudios prosperan de forma favorable, estos minúsculos marcapasos también podrían utilizarse para el tratamiento de arritmias complejas en adultos. Por ejemplo, los desarrolladores de esta tecnología barajan la posibilidad de colocar múltiples marcapasos en el corazón y controlarlos de forma independiente usando diferentes colores de luz. También plantean integrar esos dispositivos durante intervenciones complejas, como por ejemplo en reemplazos de válvulas cardíacas transcatéter, para ayudar a la recuperación del paciente y esquivar complicaciones. Incluso argumentan que podría utilizarse en otras áreas de la medicina, como la regeneración de nervios y huesos, la cicatrización de heridas y el bloqueo del dolor. 

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