Salud

El cambio de hora provoca hasta un 20% más de infartos en las mujeres

Los científicos coinciden en que retrasar o adelantar el reloj puede causar alteraciones del sueño, trastornos cognitivos, problemas cardiovasculares y metabólicos e incluso favorecer los procesos tumorales

Este fin de semana toca el cambio de hora.

Este fin de semana toca el cambio de hora. / Eva Abril

J. Hernández

Alicante

Llega el cambio horario de primavera-verano este próximo fin de semana. A las dos de la madrugada del domingo serán las tres y perderemos una hora de sueño. Según los expertos, este gesto tiene un importante impacto en la salud. Los estudios científicos reflejan el consenso internacional de los principales expertos en cronobiología: retrasar o adelantar una hora el reloj dos veces al año puede provocar molestias leves, moderadas o graves, desde trastornos cognitivos a alteraciones del sueño, problemas cardiovasculares y metabólicos e incluso favorecer los procesos tumorales. En España el cambio de horario se inició en 1940, cuando por afinidad política con Alemania, se adaptó la hora a la del país germano.

En teoría, nuestro organismo tarda entre 3 y 5 días en recuperarse de la desincronización que el reloj biológico experimenta con el cambio de hora, tiempo más que suficiente para que en algunas personas se desencadenen efectos nocivos. También hay estudios que demuestran que el cambio de hora de primavera afecta gravemente a las mujeres.

Cuestión de género

"Está demostrado que aumentan hasta un 20% los eventos cardiovasculares en mujeres, incluidos los infartos", explica el profesor emérito del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada Darío Acuña, autor principal de un estudio mundial sobre el impacto en la salud del cambio de hora, aunque no está aclarado porqué no afecta igual a los hombres: hay que seguir investigando. Se sabe, por ejemplo, que perjudica a las hormonas tiroideas, esenciales para el ciclo de la mujer. De hecho, la patología de tiroides afecta ocho veces más a ellas.

El cambio de hora altera el ritmo circadiano del sueño y la presión arterial, algo que puede aquejar más a las personas que tienden a acostarse y levantarse tarde. La principal conclusión es el impacto biológico negativo que tiene el cambio horario en las personas, de ahí que los científicos apuesten por mantener el de invierno, al ser más equilibrado.

Acuña participa, junto a científicos de diferentes especialidades, en el "Committee on Transport and Tourism", dependiente del Parlamento Europeo, un foro que analiza la utilidad del cambio estacional de hora en la Unión Europea. Los problemas de salud que genera se agudizan con la edad. El investigador explica que, con el envejecimiento, perdemos capacidad funcional del reloj central y una desregulación de los periféricos, algo que se acentúa cuando incluimos una alteración como el cambio horario.

En este sentido, el doctor Eusebi Chiner, director de la Unidad Multidisciplinar de Sueño del Hospital de Sant Joan, destaca los trabajos que han analizado las consecuencias epidemiológicas de los cambios de horario, "y puede haber aumento de riesgo cardiovascular. Ha habido publicaciones al respecto de un mayor riesgo de infarto agudo de miocardio en la semana después de un cambio horario". Algo que cree que se corroborará con más certeza en el futuro.

El doctor alicantino recuerda que la alteración del reloj biológico que se produce afecta a la secreción de hormonas que van en relación con esos ritmos, como las tiroideas o el cortisol, reguladoras de la tensión arterial y del sistema simpático, que provoca la descarga de adrenalina.

La cardióloga del Hospital General de Alicante Miriam Sandín coincide en que los cambios de horario y el menor número de horas de sueño se relacionan con mayor número de episodios cardiovasculares. La doctora, encargada de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca en pacientes coronarios, cita un estudio que se hizo en Inglaterra con una cohorte de enfermeras "que se ha visto que tenían alteración del sueño y a la larga se producían efectos cardiovasculares. Se ha demostrado que las personas que trabajan en turnos por la noche y que tienen alterado el ciclo del sueño, se le altera el resto de su vida y se asocia más a riesgo cardíaco".

Esto ocurre también con la cantidad de sueño: "las personas que duermen menos de seis horas también tienen mucho más riesgo que las que duermen ocho horas". Aun así, "se ha visto que a la larga los más amenazados en su salud son los que una semana trabajan de mañana, otra de tarde y otra de noche", por los cambios continuos en el patrón del sueño.

Más alergias, artritis y cambios en la memoria

Volviendo al informe internacional que dirige Acuña, este revela otros efectos adversos como alteraciones cognitivas de atención y memoria en los días siguientes al cambio horario (por alteración del ritmo circadiano de los neurotransmisores cerebrales); de la presión arterial, afectación de la inmunoprotección, incluyendo aumento de alergias, ataques de artritis reumatoide y patologías relacionadas con el envejecimiento.

Las personas mayores se ven especialmente afectadas. El geriatra José María Gómez Reino explicó a este diario que a edades avanzadas afecta mucho al ciclo del sueño aunque sea solo una hora. «Duermen peor, están más cansados todo el día y según las patologías se adaptan más o menos rápido». «Sufren más los depresivos, tienen más ansiedad, se acentúa todo un poco. Todo lo que son patologías mentales les afecta más. Los pacientes con alzhéimer se agitan más, y se les altera el ciclo del sueño», abunda. Los que se ponen más nerviosos pueden tener alteraciones puntuales de la tensión arterial y subidas de azúcar.

Alteración del ritmo circadiano

«El cambio de horario de verano es peor. Hay estudios que apuntan la posibilidad de que se puedan producir infartos de corazón en los primeros días por dormir menos», dijo también la neurofisióloga del Hospital General de Alicante, Teresa Canet, que incide que los cambios de horario afectan negativamente a la salud en general.

En 2019 la Comisión Europea presentó una propuesta para suprimir los dos cambios de hora, y para que salga adelante necesita una mayoría cualificada de los Estados Miembro. En 2021 en Parlamento Europeo se mostró favorable así que falta que el Consejo Europeo y el Parlamento lleguen a un acuerdo, que podría alcanzarse en 2026. Uno de los argumentos que avalan el cambio horario de cada año son los datos de ahorro energético potencial, unos 350 millones de euros en España.

El doctor Chiner aclara que el cambio de hora altera el reloj biológico de las personas, que funciona por estímulos de luz y por la secreción de la hormona de la melatonina. "Cuando va oscureciendo hay mayor secreción de melatonina, uno de los factores inductores del sueño. Todo aquello que pueda alterar nuestra rutina en cuanto a ese ritmo biológico, puede puede causar trastornos del sueño, irritabilidad, somnolencia e incluso cambios de conducta cuando es muy acusado".

Variaciones de luz

El trabajo en el que participa el experto de la Universidad de Granada argumenta que las variaciones de luz a lo largo de las estaciones son suaves para permitir la adaptación humana, pero el cambio al horario de verano lo rompe. Por contra, el horario de invierno evita el exceso de luz por la tarde/noche, considerado perjudicial para la salud al alterar el sistema cronobiótico de las personas.

"Los humanos nos hemos adaptado a esos ciclos a través de un exquisito mecanismo de relojería constituido por unas 20.000 neuronas localizadas en el hipotálamo, una zona del cerebro muy antigua, y que por eso refleja un mecanismo puesto en marcha con la evolución para adaptarnos al ciclo anual de estaciones", explica.

Sobre esto, el doctor Chiner apunta que en este reloj biológico hay genes y proteínas reloj que se sincronizan cada 24 horas por un ciclo de luz y oscuridad a través de células fotosensibles de la retina.

"El cuerpo, en función de la luz, calcula la hora que es y ayuda a regular los ciclos de sueño". Considera que los cambios horarios pueden afectar sobre todo a los niños y a la población más mayor por la modificacion de rutinas aunque en general no debe ir más allá de una especie de jet lag, como el que se produce tras un viaje internacional, apunta.

Reloj biológico

Acuña abunda en que el reloj biológico humano sabe calcular la hora del día en que se encuentra, pero también, con el suave cambio estacional horario, sabe en qué día del año está. Actúa como un calendario, predice e informa a otras estructuras del organismo cómo proceder.

Por ejemplo, la mayoría de los animales selecciona el momento de la reproducción en aquel período del año en que, según la duración de la gestación, las crías nacerán en primavera/verano, donde las condiciones ambientales son óptimas para su supervivencia.

Luz blanca y luz azul

Por el día, la luz del sol blanca contiene un rango espectral que corresponde a luz azul, la cual permite al reloj biológico frenar la producción de melatonina; al atardecer, la luz solar pasa a un tono cálido, perdiendo ese espectro azul, y se inicia la producción de melatonina que, unas horas más tarde, alcanza suficiente concentración para iniciar el período de sueño.

Una vez sintetizada, la melatonina sale a la circulación y llega a todas las células del organismo. Alcanza su máximo entre las dos y las cuatro de la madrugada, recibiendo así la información de la hora de la noche para que inicien los procesos celulares de toda índole que se realizan cada día, ya que 24 horas más tarde, una nueva señal de melatonina nocturna resetea dichas funciones e inicia otro ciclo.

"Realmente, cada célula del organismo posee su propio reloj biológico, con los mismos genes y proteínas que el reloj central. Somos 30 billones de células y, por tanto, 30 billones de relojes biológicos perfectamente sincronizados cada 24 horas precisamente por esa señal de la melatonina, que por ello se llama la hormona de la oscuridad y sincroniza la hora periférica con la del reloj central", detalla el experto de la Universidad de Granada.

Exceso de luz en verano

El exceso de luz altera el mecanismo de sincronización cuando se recibe más luz blanca por la tarde/noche, una de las causas más frecuentes de trastornos de sueño por alteración del sistema circadiano. "Y, precisamente, la alteración del sistema circadiano ocurre cuando se cambia la hora", recuerda el profesor.

Al adelantar una hora, los relojes digitales y mecánicos se ajustan, como se hará el próximo fin de semana, pero el reloj biológico no cambia su hora, alterándose la luz que recibe y, por tanto, las señales que emite tanto a la glándula pineal (para producir melatonina) como al resto de los relojes biológicos del organismo.

Esto provoca un proceso de desincronización interna y la alteración del sistema cronobiótico, apunta el estudio. Según la investigación, la desincronización interna afecta a los 30 billones de relojes biológicos del organismo y causa alteraciones en la fisiología, cuyas manifestaciones son diferentes en cada caso.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents