"La Semana Santa habla de llevar los proyectos adelante, aunque sufras"

El médico, biólogo y escritor Venancio Martínez Suárez (Navia, 1961) pronunciará este viernes el pregón de la Semana Santa de Grado. El doctor Martínez ejerce como pediatra en el centro de salud de El Llano (Gijón). Entre otros cargos, ha sido presidente de la Sociedad Española de Pediatría de Atención Primaria y, como lo fue su padre, es miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). La Cofradía Cristo de la Buena Muerte le ha encargado el duodécimo pregón de la cita anual moscona. El acto tendrá lugar a las 19.30 horas, en la Capilla de los Dolores, y contará con la actuación musical del grupo "Harmonía", de Gijón.

-¿Cómo recibió la noticia de que sería el pregonero de la Semana Santa de Grado?

-Sinceramente, como una gran responsabilidad. Los términos que sirven para convocar ese acto están llenos de significado y tengo que decir que me impresionan. Además, habiendo ya dado algún pregón, hacerlo en Grado y en Semana Santa, me conmueve.

-¿Cuál es su relación con Grado? ¿Conecta en especial con algún elemento definitorio de la capital moscona?

-Mi relación puedo decir que tiene tres tiempos. Empecé a venir siendo muy pequeño, saliendo muchos domingos de Navia en el tren de las seis de la mañana, traído por una señora que vivía en nuestra casa, a la que siempre consideré mi segunda madre. Su hijo vivía en el Barrio Azul, en Castañedo, tenía palomas mensajeras y pasar el día en su palomar ya era para mí un gran atractivo. Eran casi tres horas de venida y otras tantas de vuelta, pero me merecía la pena. Esto, entre los 9 y los 14 años, lo hacía hasta una vez al mes. Luego, ya cumplidos los 15, venía con el equipo de mi pueblo a jugar contra el Mosconia. Y, ya casado, acudí con mi mujer y mi hijo al mercado, a comprar fruta, verdura y algún tocinillo de cielo. Los tres momentos son grandes y guardo de ellos muy buenos recuerdos.

-¿Cuál es su visión de la Semana Santa?

-La Semana Santa tiene, claro, primeramente un significado religioso. También es expresión de una tradición cultural; y tiene en muchos casos unos contenidos de manifestación popular artística. Pero hoy es mayoritariamente una celebración pagana, una especie de vacaciones de primavera, que ha abandonado su significado, que pierde su identidad y su verdadero sentido. Desde hace muchos años, los días de Semana Santa pasaron a ser días de diversión sin tregua, de tiendas y restaurantes llenos y de playas repletas. Eso está bien para el no creyente, pero los creyentes deberíamos vivir la Semana Santa de otra forma.

-¿Con qué ojos ve un médico la pasión y muerte de Jesús?

-Al pensar en la pasión y muerte de Jesús, recuerdo que mis padres tenían en su habitación, dentro de una hornacina, un nazareno cargando con su cruz. En ese lugar había una vela de iglesia que encendían cuando alguna inquietud se cernía sobre la familia o sobre sus amigos, incluso cuando nosotros nos enfrentábamos a los exámenes o estábamos de viaje. Aquella figura camino del calvario, con cuya presencia crecimos, me ha dado una referencia, aunque solo al ir haciéndome mayor entendí todo su significado: Él nos decía que el vivir fácil, sin voluntad de sanar nuestros defectos, sin sacrificio, es un camino equivocado. Si tienes un proyecto que valga la pena, aunque sufras lo debes de llevar adelante.

-Se imponen estilos de vida más acomodaticios...

-Como médico, veo que el bienestar, en las nuevas leyes, es sustituido por el "no estar", por el dejar de existir. Pero, aunque sea sabido, debo decir que el dolor, la depresión, la ansiedad, el sentirse una carga para la familia debido a una enfermedad... tienen paliativos; los tienen en la relación humana, en la compañía de una buena medicina, la de consuelo y remedio, que permiten, sin encarnizamientos de diferente motivación, preservar la vida del sujeto. Tengo claro que una cosa es la Ley, que es mutable, que se adapta a circunstancias y a intereses particulares, a ideologías políticas, y otra la ética, que trata del respeto a la vida y de los intereses del ser humano, de todos los seres humanos, y discierne sobre la bondad o maldad de sus acciones. Está claro que, en medicina, Ley y ética muchas veces se contraponen. Las tensiones y conflictos no van a ir a menos.

-Usted nació en Navia, una localidad que guarda algunas similitudes con Grado. ¿Ventajas y desventajas de no vivir en las grandes ciudades del centro de Asturias?

-Una ventaja sobre todas las demás: la proximidad a otras personas. Más que similitudes creo que entre Grado y Navia existe una perfecta complementariedad: Navia está a la orilla del mar, tiene un gran río, es una miniciudad industrial con gran actividad económica. La villa moscona es parte de la Asturias de tierra adentro, tiene una gran tradición agrícola y es una importante encrucijada para adentrarse en nuestras zonas más montañosas. Por otro lado, está a pocos minutos de Oviedo.

-¿Podría adelantar algún contenido del pregón?

Haré dos escuetos comentarios que no son más que un resumen de algo ampliamente pensado sobre la espiritualidad y la religión en mi vida: una consideración sobre la relación entre ciencia y fe; y sobre la crucifixión de Cristo y su significado.