La Filarmónica de Gijón sopla 117 velas con un brillante recital: "El momento actual es muy bueno"

Noelia Rodiles y el "Cosmos Quartet" entusiasman con piezas de Schubert y Haydn al público del teatro Jovellanos

La rotura de la cuerda de un violonchelo retrasó la parte final del concierto

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Gijón

Los músicos elegidos para la ocasión cumplieron, el programa planteado entusiasmó y el ambiente fue apasionante. La fiesta de la Sociedad Filarmónica de Gijón, por su 117.º cumpleaños, fue total. Coincidió en primer lugar que el concierto de celebración pudo ser el mismo día que se fundó esta prestigiosa e histórica entidad. Un 2 de abril, de 2025, se recordó aquel 1908 en el que nació la Filarmónica, que, con 330 socios, una programación abundante e interesante durante todo el año, y con colaboraciones con otras entidades, trabaja de forma infatigable para potenciar y divulgar la música clásica en Gijón. Y la última prueba de ello fue la fiesta de los 117 años, con la brillante actuación primero de Noelia Rodiles y del "Cosmos Quartet" después en el teatro Jovellanos.

"Lo importante de los 117 años es que realmente la sociedad ha estado activa durante todo ese tiempo, salvo una mínima pausa en el año 36, y cuando nos obligaron por el cierre del teatro por la pandemia en 2020. Nunca se ha parado. Y tiene mucho valor. A nivel cultural probablemente no haya ninguna otra tan antigua en Gijón", destacó Antonio Hedrera, presidente de la Sociedad Filarmónica.

Las obras "Ständchen" y "Gretchen am Spinnrade" de Franz Schubert, transcritas por Franz Liszt, abrieron un recital, que contó con la pianista Noelia Rodiles en sus primeros compases. Sonaron obras de Joseph Haydn y Thomas Adès. Mientras que con el turno del "Cosmos Quartet", una formación que integran Bernat Prat (violín), Helena Satué (violín), Lara Fernández (viola) y Oriol Prat (violonchelo), el público pudo disfrutar del "Quinteto con piano en la mayor" de Franz Schubert. Aunque esta última interpretación llegó con algo de retraso sobre el plan previsto, debido a la rotura de la cuerda de un violonchelo, y la ausencia de un recambio en el momento, que hizo que hasta que se encontrase se retrasase la interpretación de esta pieza. Este problema se solventó con la interpretación de cinco piezas más por parte de Noelia Rodiles, para amenizar la espera al público, con obras de Mendelssohn y Schubert.

El teatro Jovellanos celebró la velada musical con una gran afluencia de público. "La Filarmónica viene a cubrir una necesidad cultural de la ciudad, que es la programación de la música clásica, que si no se vería muy mermada", resaltó Hedrera, que hizo alusión también a que muchos de los conciertos de la temporada son seguidos por un público que va más allá de los 330 socios con los que cuenta la Sociedad Filarmónica de Gijón. "El momento actual de la entidad es muy bueno. Tanto a nivel de respaldo de sus socios, que estamos en un número que supera lo que teníamos hace diez años, como de apoyo social y conocimiento y reconocimiento de las actividades que hacemos", concluyó Antonio Hedrera.

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