Opinión | Crónicas gijonesas

Cronista oficial de Gijón

José Moreno Villa, un gran poeta que vivió en Gijón

El poeta malagueño vivió un año en Gijón trabajando en la Biblioteca del Instituto Jovellanos y fue gran amigo del pintor Nicanor Piñole, que le dedicó varios cuadros, uno de ellos al óleo que se encuentra en paradero desconocido

Poeta, bibliotecario, historiador y crítico de arte, José Moreno Villa nació en Málaga en el año 1887. En el año 1921 ingresó en el cuerpo de archiveros y entre otras localidades vivió un año en Gijón trabajando en la Biblioteca del Instituto de Jovellanos. Cuando el malagueño Moreno Villa vino a Gijón —llegó el 4 de agosto de 1921, con 34 años— se alojó durante dos semanas en la casa de Domingo de Orueta Duarte en El Llano de Arriba. Dentro del mismo recinto de la fábrica de Orueta estaba la vivienda. Hoy un parque recuerda el lugar donde estuvo exactamente la factoría.

De su Málaga natal eran los Orueta. Los Moreno y los Orueta estaban emparentados. El padre de José Moreno Villa era primo de Manuela Castañeda Ramírez, esposa de Domingo de Orueta. Luego José Moreno Villa vivió en "una pensión barata de Gijón", según nos cuenta en sus memorias y en un artículo en el diario mexicano "El Nacional" del 2 de agosto de 1953: "En Gijón supe lo que era llover de verdad. En tres meses, día por día, no me despojé del impermeable ni los chanclos más que para dormir. La biblioteca estaba tan húmeda como la calle".

En el año 1926 fue responsable del importante catálogo de "Dibujos del Instituto de Gijón" sobre la famosa colección de arte de Jovellanos y Ceán Bermúdez desaparecida en la Guerra Civil y que Moreno Villa catalogó y fotografió durante su estancia en Gijón. En el prólogo de Francisco Carantoña para la reedición facsimilar del año 1990, a cargo de Silverio Cañada, leemos en palabras del malagueño: "La época de Gijón se me presenta como una mina, como un túnel sombrío. Lluvia, lluvia, lluvia, oscuridad en casa, en la biblioteca, en la calle…".

En esa autobiografía que publicó con el título de "Vida en claro" cuenta Moreno Villa sus experiencias gijonesas desde 1921 hasta el verano de 1922 cuando fue destinado a la biblioteca de la facultad de Farmacia de Madrid. En la Residencia de Estudiantes madrileña había coincidido años antes junto con figuras como Luis Buñuel o Salvador Dalí.

El periódico "La Prensa" y el Ateneo Obrero de Gijón fueron muy queridos por él. En el periódico vemos varias noticias sobre su estancia en la ciudad —el director del diario era Antonio Camacho, andaluz como Moreno Villa— y en el Ateneo Obrero colaboró (como pintor, se había iniciado en el taller de Piñole) en una exposición artística, en marzo de 1922, "a favor de los hambrientos rusos" con obras por ejemplo de figuras como Evaristo Valle, Nemesio Lavilla o Nicanor Piñole. En aquella ocasión las obras no se adjudicaban en subasta como era lo habitual en actos similares sino que se hicieron unas papeletas, a una peseta cada una, y se sortearon.

En el Ateneo Obrero habló Moreno Villa sobre poesía el sábado 6 de noviembre de 1921. "José Moreno Villa, el cultísimo e inteligentísimo e ilustrado bibliotecario del Instituto de Jovellanos, nos obsequió anoche en el Ateneo con las lecturas de unas cuantas bellísimas composiciones literarias debidas a su pluma galana". En el año 1924, formó parte del jurado del Premio Nacional de Literatura resultando premiado Rafael Alberti con su libro "Marinero en tierra".

"El pasajero" (1914) y "Carambas" (1931) son algunos de los libros de poesía de Moreno Villa, y en investigaciones históricas destacamos "Locos, enanos, negros y niños palaciegos" que con el subtítulo de "Gente de placer que tuvieron los Austrias en la Corte Española desde 1563 a 1700", se editó en México en 1939. Magnífico repaso de Moreno Villa a la historia de los enanos y bufones de la corte con varias ilustraciones pictóricas.

En ese año de 1939 José Moreno Villa estaba exilado en México tras haber sido director del Archivo del Palacio Nacional de Madrid y era miembro residente de la Casa de España en México. Moreno Villa murió en México en abril del año 1955. Gran amigo de Nicanor Piñole, el pintor le dedicó un retrato al óleo hoy en paradero desconocido aunque sí se conservan en el Museo Piñole dos obras de título "Retrato de José Moreno Villa" (1921). Sobre la correspondencia entre Moreno Villa y Piñole ver la publicación "Nicanor Piñole. Vida, obra y entorno del pintor" (1964), de Francisco Carantoña.

Tras la Guerra Civil Moreno Villa se exiló primero en Estados Unidos y luego en México donde murió en el año 1955 a los 68 años. En el Centro Documental de la Memoria Histórica, el antiguo Archivo de la Guerra Civil en Salamanca, se conserva documentación sobre el malagueño con el título de "Ficha de José Moreno Villa". En Gijón existe la calle de José Moreno Villa desde el año 1997, en Montevil.

Más información sobre Moreno Villa y su estancia en Gijón, y en general sobre esa década de 1920, en el libro "Antonio Camacho, de Sevilla a Gijón" (2024) de Enrique Loredo editado por la Fundación Alvargonzález. El sevillano Antonio Camacho fue amigo de Moreno Villa y el primer director, en el año 1921, del diario gijonés "La Prensa" antes de que Joaquín Alonso Bonet asumiese el cargo desde 1922 hasta 1937.

La Constancia.

La Constancia. / Constantino Suárez

"La Constancia"

La foto sobre estas líneas fue realizada por Constantino Suárez en 1925, y se conserva en la fototeca del Muséu del Pueblu d´Asturies. El grupo de teatro "La Constancia" estaba formado por trabajadores y trabajadoras de la fábrica de Tabacos de Cimavilla. El nombre estaba tomado de la "Sociedad de Cigarreras y Tabaqueros La Constancia" que estaba domiciliada en la calle de Linares Rivas, antes el "sindicato" había estado en la calle de La Muralla. Era La Constancia el sindicato "rojo" mientras que el "Sindicato Católico de Cigarreras", que funcionaba desde 1913 en el centro de Acción Católica, era el sindicato "amarillo". Constan noticias del grupo de teatro desde 1917, ese año representaron "¡Una limosna, por Dios!", de Jakson Veyán y en ese 1925 "Derecho de asilo" de Antonio J. Onieva.

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