Causa contra el fiscal general

La exasesora del ministro López niega órdenes de Moncloa para enviar el mail de la pareja de Ayuso y reconoce que ha cambiado de móvil

La testigo admite que solo envió el "pantallazo" al entonces líder socialista madrileño y descarta conocer al fiscal general o a cualquier otro representante del ministerio público

MADRID (ESPAÑA), 12/03/2025.- La ex asesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera (2d) a su llegada alTribunal Supremo este miércoles al que acude para declarar como testigo sobre la presunta filtración de datos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso por la que está investigado el fiscal general del Estado. EFE/ Mariscal

MADRID (ESPAÑA), 12/03/2025.- La ex asesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera (2d) a su llegada alTribunal Supremo este miércoles al que acude para declarar como testigo sobre la presunta filtración de datos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso por la que está investigado el fiscal general del Estado. EFE/ Mariscal / Mariscal / EFE

Madrid

La secretaria de Organización del PSOE madrileño, Pilar Sánchez Acera, ha desvinculado al Gobierno y al fiscal general del Estado ante el Tribunal Supremo del documento que remitió el pasado 14 de marzo de 2024 al entonces líder socialista madrileño, Juan Lobato. Se trataba del correo electrónico en el que la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, asumía la comisión de dos delitos fiscales. La testigo ha insistido ante el juez Ángel Hurtado que ella tuvo solo un pantallazo, que tenían periodistas que hacen política regional de Madrid, y que lo recibió sin formato, ni destinatario o cualquier otro dato habitual en este tipo de comunicaciones.

Así lo han señalado a este periódico fuentes presentes en la declaración, que agregan que la entonces jefa del gabinete del ministro Óscar López, cuando este desempeñaba a su vez esa misma función para el presidente Pedro Sánchez, ha señalado que ahora no utiliza del mismo dispositivo móvil que hace un año, por lo que no puede disponer de los mensajes que se investigan en la causa en la que está imputado el fiscal general, Álvaro García Ortiz, y la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez.

Sánchez Acera explicó que cambió el dispositivo en septiembre, cuando abandonó Moncloa, momento en que un técnico le borró los mensajes al pasar al nuevo móvil. También admitó haber cambiado de tarjeta SIM, pero, según dijo, una vez que su número había aparecido en informes aportados a la causa, en relación con el teléfono de Lobato. Esta circunstancia, según fuentes jurídicas, ha hecho que las acusaciones no llegaran a solicitar al juez el volcado o clonado del teléfono, por considerarlo inútil, aunque estudiarán si piden alguna diligencia, como que se le solicite que lo aporte voluntariamente y en caso de negarse que se le cambie la condición a la de imputada.

También ha comparecido como testigo el que era secretario de Estado de Comunicación Francesc Vallès, que ha declarado en el mismo sentido que la anterior aunque ha puntualizado que aunque también ha cambiado de móvil sí conserva los mensajes, pese a que hace borrados periódicos. No obstante, ha afirmado que en ningún momento tuvo el correo que se investiga y que no tuvo constancia de él hasta que se publicó por los medios de prensa, porque estaba centrado en las elecciones catalanas, según fuentes presentes en la declaración. Solo dijo haber remitido noticias de prensa al jefe de gabinete de Lobato. Las mismas fuentes señalan que incluso propuso al magistrado mostrarle sus mensajes, pero el juez declinó el ofrecimiento.

Sánchez Acera, que llegó al alto tribunal acompañada de la diputada de la Asamblea de Madrid Carmen Mena, declaró ante el juez Hurtado durante más de una hora. Fuentes jurídicas señalan que negó que ella enviara a Lobato el mensaje por orden de Moncloa y que hubiera un plan para difundir la información y desprestigiar así a Díaz Ayuso. Insistió en que solo lo compartió con Juan Lobato, como la número 3 que era entonces del PSOE madrileño. El entonces cabeza de lista del PSM se vio obligado a dimitir tras conocerse que había llevado a un notario la cadena de mensajes que había cruzado con ella.

La política madrileña negó también conocer al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, imputado en la causa, ni a ningún otro miembro del ministerio público, así como haber mantenido contacto o conversaciones con alguno de ellos. Ante el juez señaló que recibió por whatsapp la fotografía o pantallazo del correo electrónico la misma mañana del 14 de marzo del año pasado y se lo remitió a Lobato. Dijo no recordar quién se lo había hecho llegar, aunque sí señaló que contaban con él periodistas regionales.

Las acusaciones han insistido en preguntarle cómo sabía cuándo iba a publicarse el correo, por el comentario que le dirige a Lobato de que saldría antes de que él interviera en la Asamblea. Ella ha señalado que no se refería a su publicación, sino al pleno de la Cámara madrileña. El juez se vio obligado a interrumpir a los abogados, al entender que no iban a conseguir que la testigo cambiara su respuesta.

En el informe en el que Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil analizaba a lo largo de 32 páginas los datos recabados del móvil del político madrileño, que tras declarar ante el magistrado accedió a que fuera examinado, concluyó que, además de Sánchez Acera -que remitió el correo al teléfono móvil del dimitido líder de los socialistas madrileños a las 8.29 horas del 14 de marzo- también "tenía constancia de la existencia de ese e-mail" el entonces secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès, la directora de comunicación de la ministra de Vivienda, Laura Sánchez Espada, y el director de comunicación del PSOE, Ion Antolín, quienes "pretendían" que Lobato utilizase en el pleno de la Asamblea de Madrid.

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