Puñetazo en la mesa del Avilés: los blanquiazules firman una primera parte soberbia para tumbar al Marino (0-2)

El puñetazo sobre la mesa se hizo esperar, pero finalmente se ha dado. Y de que forma. El Avilés quería cerrar, de forma virtual, su sitio en el play-off de ascenso y gracias a tumbar al Marino en el derbi comarcal lo ha conseguido. Los blanquiazules firmaron una de las mejores primeras partes del año y, cuando mejor estaban los gozoniegos, cerraron el duelo a balón parado, para dejar sin opciones a los de Miramar. Partido de equipo grande el de los avilesinos, que cada semana que pasa tiene más cara de hacer cosas grandes.

Alguno estaba buscando su asiento cuando Santamaría decidió abrir el marcador. Soler cabalgó por la banda derecha, colgando un caramelo al punto de penalti. Despejó Dennis, poco contundente, y el rechace lo empaló Kevin Bautista, pero su disparo pegó en la zaga del Marino. El rebote le cayó al gijonés que, con una media tijera, batió al guardameta marinista, que no estaba bajo los palos. Inicio soñado para un Avilés que, con esa acción, ya avisaba del dominio que iba a imprimir en Miramar.

El Avilés decidió apostar por su 4-4-2, el esquema para el que está diseñado este equipo y que, con todos recuperados, parece que es la formación favorita de Rozada. Santamaría y Javi Cueto comandaron el ataque, con Davo Fernández e Isi Ros en los costados. El Marino, por su lado, optó por repetir esquema, aunque Manel Menéndez dio libertad a Alex Arias para que rotase entre el puesto nueve y el de mediapunta.

Alguno podía pensar que, tras ponerse por delante en el marcador, el Avilés se iba a relajar, pero todo lo contrario. Los de Rozada querían aumentar su ventaja y prueba de ello fueron los constantes acercamientos al área del Marino. La tuvo Davo Fernández, con un fenomenal disparo desde fuera del área, probó también Soler y hasta Isi Ros quiso buscar las cosquillas de Dennis. Los blanquiazules volcaban Miramar hacía su lado, con un Marino incapaz de hacer daño al contragolpe.

Santamaría estuvo a punto de sentenciar en dos ocasiones el encuentro antes del descanso, pero primero su remate de cabeza tras un corner se marchó lamiendo el poste y, posteriormente, tras regatear a Dennis, su sutil toque lo paró en la línea de gol un defensor del Marino. El Avilés firmó una de las mejores primeras pares de la temporada, tan solo empañada porque Javi Cueto tuvo que ser sustituido por mareos.

Tras el dominio del Avilés en la primera mitad Manel Menéndez decidió meter mano en su equipo, con dos cambios al descanso. Pronto se notaron los efectos de las sustituciones, con los gozoniegos acercándose más a la portería de Álvaro Fernández. Adolfo tuvo una clarísima para poner la igualada, pero su disparo se marchó lamiendo el travesaño.

Óscar Fernández pedía calma a sus compañeros, consciente de que el momento del Marino iba a llegar. El extremo protagonizó un zapatazo que a punto estuvo de colarse, pero estuvo bien el guardameta blanquiazul para despejar la pelota. El Avilés trataba de desquitarse de la presión local y, aprovechando su potencia de fuego a balón parado, sentenciaron el partido. Esta vez fue Mecerreyes el que, en un corner, logró zafarse de su marcador para, desde el área pequeña, rematar de cabeza y cerrar el partido.

Como en gran parte de los partidos del Avilés, llegó el momento de Álvaro Fernández. El madrileño protagonizó dos auténticos paradones, uno a Diego Díaz y otro a Isma Cerro, para demostrar que es uno de los mejores jugadores que tienen los blanquiazules en plantilla.

Victoria de equipo grande del Avilés. Por su buena primera parte y, sobre todo, porque supieron sufrir para no perder la ventaja. Así se puede soñar con cosas grandes. El Marino, por su parte, pierde una oportunidad para sellar la permanencia, aunque aún tiene tiempo por delante para permitirse incluso soñar con la Copa del Rey. Gran derbi comarcal el que se ha podido vivir en Miramar.