Malestar en la afición del Avilés por el aplazamiento del derbi ante el Langreo: "No nos lo creemos"

Más de un centenar de aficionados animan al equipo de Javi Rozada en un entrenamiento a puerta abierta

Aficionados del Avilés, con el entrenamiento de fondo

Aficionados del Avilés, con el entrenamiento de fondo / N. M.

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Avilés

Algunos tuvieron que cambiar de planes. Otros, llamar al restaurante donde habían reservado para cancelar la cita. Hubo quién, a pesar de todo, no retocó su hoja de ruta. En lo que coincide gran parte de la afición del Avilés es en el malestar que siente por el aplazamiento del derbi ante el Langreo. Ayer por la mañana el juez único de competiciones no profesionales de la Federación Española decidió aplazar el encuentro, ya que los langreanos habían comunicado que dieciséis de sus jugadores padecen gastroenteritis. Ahora se busca fecha para el duelo. El Avilés decidió hacer ayer un entrenamiento a puertas abiertas y allí se congregaron más de un centenar de aficionados, que mostraron su apoyo a la plantilla. La peña "Indeseables" lanzó varios cánticos, acompañados de tambores, hacia jugadores como Babin y Álvaro Fernández, alentando a la renovación del guardameta. El propio Javi Rozada, entrenador del Avilés, se quedó sorprendido con los ánimos por parte de los seguidores. "Yo tenía una mesa reservada para quince. El pobre hostelero no va a tener que cargar con la culpa de que se aplazase el partido. Agradecemos que el club haya decidido abrir el entrenamiento para que por los menos los niños disfruten", comentaba una de las asistentes al entrenamiento. El malestar en la afición blanquiazul es grande, ya que muchos seguidores creen que esto ha sido una excusa del Langreo para no jugar. "No nos creemos que 16 jugadores se hayan puesto malos a la vez. Cuatro o cinco sí, pero tantos y en dos días... Huele raro", apuntaba Carlos González, otro de los aficionados que estaba en la grada, palabras que compartían su grupo de amigos.

El presidente del Langreo, Víctor Fernández-Miranda, lamentó en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA lo sucedido, calificándolo como "una gran desgracia". "Me enteré el viernes, se lo pegaron unos a otros, también me han contado que hay mucha gente en La Felguera que está igual", afirmó. Fernández-Miranda se dirigió rápidamente a su rival: "Hablé con el director deportivo del Avilés y con Rozada para comentarles lo que pasaba, es un fastidio gordísimo y ahora no sabemos qué va a pasar". Una de las cosas que hicieron desde el Langreo fue aportar los informes médicos que demuestran la situación en la que está la plantilla.

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