Todos los meses 8m: mujeres rompetechos | Toña Is Seleccionadora asturiana de Panamá

"El fútbol femenino es el último al que se tiene en cuenta"

La ovetense, seleccionadora de Panamá, reivindica la profesionalización de la segunda categoría en España y la obligatoriedad de que haya entrenadoras en los equipos de la Liga F

VÍDEO: Así es Toña Is, seleccionadora de fútbol en Panamá y "rompetechos" del mes de marzo

Toña Is

Chus Neira

Chus Neira

Oviedo

María Antonia "Toña" Is (Oviedo, 1966) lleva 45 años en el fútbol femenino. Pionera y campeona, en su vitrina cuelga la medalla de haber sido la primera seleccionadora que consiguió un Mundial con las futbolistas españolas, en 20018 con la sub-17, o de haberse convertido en la primera mujer seleccionadora en nuestro país, en 2015. Desde Panamá, donde lleva un par de meses afincada como responsable de la selección nacional de fútbol femenino, esta ovetense valiente echa la vista atrás y hacia el futuro, celebra los logros, el camino recorrido, y reivindica las luchas pendientes, como la profesionalización de la Segunda Divisón femenina y la exigencia rigurosa de entrenadoras en la Liga F. A pesar de todo, resume, "el fútbol femenino sigue pareciendo el último al que se le tiene en cuenta".

Al recordar los inicios, Toña Is no olvida la felicidad de la niña que fue en la zona del Postigo, en el prao que llamaban la caleya, junto a la vía del tren. "Allí empezó mi afición, jugando con los chicos, tengo muy buenos recuerdos de esa época". También fue en esas calles de Oviedo donde Ana Lacalle, una vecina, la vio jugar y convenció a su marido para formar un equipo que jugara en las fiestas de La Corredoria. "Empezó así, juntando a un grupo de amigas para un partido en unas fiestas; pensábamos que iba a ser la única vez que íbamos a jugar al fútbol y duró veinte años, diez de manera interrumpida con la selección".

Aquel equipo, entonces Bar México La Corredoria, fue luego el Oviedo Moderno y hoy el Real Oviedo Femenino "Afortunadamente, el equipo hoy es muy diferente a los inicios, todo evoluciona y con la incorporación del Real Oviedo y la sección femenina es otra cosa, ha sido un salto de calidad para el fútbol femenino, en Oviedo y en Asturias".

Los inicios

Esa evolución no siempre es así, o no siempre se produce para todos o, al menos, Toña Is no la puede aplicar con el mismo ritmo durante todos los años para su deporte en España. "Sí hemos ido teniendo mejores entrenadores e infraestructuras, fuimos dejando de entrenar en un campo cualquiera, donde una mañana pastaban las vacas y por la tarde te tocaba jugar a ti". Esos inicios, confiesa, fueron duros. No había infraestructuras suficientes y todavía hoy, lamenta, "siempre el femenino parece el último con el que se cuenta". Se hace a la hora de campos, de horarios y quizá también en otros ámbitos.

Porque, sí, el fútbol profesional femenino ya es otra cosa, "pero queda muchísimo". "Quitando tres o cuatro clubes", razona Toña Is, "el resto todavía no está a la altura que tiene que estar un equipo femenino profesional, y Primera y Segunda RFEF (el equivalente a segunda y tercera) no son profesionales pero erróneamente". Quiere decir la entrenadora que al fútbol femenino en estas categorías, que vienen detrás de la Liga F (la primera de las mujeres) se les pide a las jugadoras las mismas horas y los mismos sacrificios que a los chicos, a los que, sin embargo, se les paga al considerarlos profesionales. "No se sabe por qué y es muy importante no mirar solo a la Liga F, sino ponerse a trabajar en Primera RFEF y Segunda RFEF. Muchas chicas trabajan, tienen que andar pidiendo permisos para entrenar. Al final, dar el salto para una mujer es una cuestión de oportunidad y suerte, porque hay jugadoras en las categorías inferiores que podrían estar en primera y al revés. Se deberían valorar más estas divisiones y regular un salario mínimo para la Primera RFEF y poco a poco para la segunda. Sé que hay que ir con cautela pero eso sería lo justo".

Reivindicar a las entrenadoras

Luego está la cuestión de los porcentajes, ante la que Is tiene serias dudas: "Siempre he dicho que las mujeres no tenemos que estar por porcentajes ni cupos. Si tiene que haber más mujeres que hombres, que sea porque estamos más preparadas, eso es la igualdad. No me gustan los cupos. Si alguien no es capaz no la puedes meter, eso es un error". Cuestión distinta, admite, son los números y la presencia general de mujeres. "Sí, todavía es un mundo comandado por los hombres, y así va a serlo por mucho tiempo, aunque vamos viendo a mujeres liderando clubes importantes, como la presidenta del Éibar, y liderando otras selecciones. Esas son nuestras referentes ahora". El mundo de las entrenadoras en España es distinto. "Aquí apenas se les da la oportunidad, ni como principales de los equipos femeninos, cuánto menos en los equipos masculinos. Y eso es algo curioso, porque cuando un entrenador no vale para el fútbol masculino, lo mandan al femenino, pero si a una mujer le sale mal un proyecto, no va a entrenar a otro club, ya no se confía más en esa mujer. No se tiene la misma vara de medir. Yo quiero romper una lanza a nuestro favor y pedir que, al igual que se ha hecho con las mujeres árbitros de la Liga F, que también se imponga una obligatoriedad en la máxima categoría para que los equipos tengan que tener una entrenadora principal. Dirán que no hay suficientes mujeres, pero es mentira. Al final, las entrenadoras que tenemos currículum en España nos hemos tenido que ir fuera. Es lamentable, pero es un mundo muy complicado con muchos intereses".

Luego está la experiencia de Toña Is como jugadora. Siempre lo hizo en el mismo club, y aunque le llegaron ofertas de clubes mejores ya tenía su trabajo, Policía Local en el Ayuntamiento de Oviedo desde los 21 años. ¿También allí tuvo que luchar por la igualdad, sufrió algún tipo de discriminación? "No, cuando yo llegué ya había algunas compañeras, ocho, o así. Pero aquello, estar en un mundo con tantos hombres, también me sirvió para el fútbol, que era un deporte más dedicado a los hombres y más visto por los hombres. Y, al revés, estar en el mundo del fútbol me ha ayudado para mi trabajo como policía. Son mundos semejantes en el sentido de que son mundos de hombres con poquitas mujeres". El problema, al principio, fue que Toña Is pensó que el fútbol era algo secundario, porque, en realidad, casi pagaba por jugar. Por eso opositó, pero desde su puesto en el Ayuntamiento no lo tuvo fácil. Toña Is es muy consciente de que cualquier otro compañero que hubiera jugado al fútbol y hubiera sido convocado para jugar un Europeo no habría tenido los problemas que tuvo ella. "La corporación que había en aquel momento no me puso las cosas fáciles. Tenía que pedir cambios, favores, a los compañeros. El Alcalde que había no estaba muy de acuerdo con que una mujer pudiera jugar al fútbol. Eso, afortunadamente, ha cambiado también. Hay más facilidades para las mujeres que practican deporte, para compatibilizar el trabajo y la vida de la deportista.

La jugadora

La vida profesional le llegó a Toña Is como entrenadora, primero con la selección española, después con el Pachuca Femenil en México y ahora con la de Panamá. Tras una larga experiencia en los banquillos, en 2015 ganó con la selección asturiana el campeonato de España sub-12, el único título logrado por los combinados regionales femeninos. Ese año estuvo como ayudante de Pedro López con la nacional, ganaron el Europeo y cuando le ofrecieron entrenar a la sub-17 no pudo decir que no. "Es la oportunidad con la que sueñas cuando te sacas el título. Pedí una excedencia y duró lo que duró. Lamentablemente en el fútbol hay muchos intereses, muchos amiguismos y no se mira el currículum de nadie, sino de qué lado estás. Yo tengo la conciencia muy tranquila. Solo trabajé, conseguí el primer Mundial de la historia para el fútbol femenino español, un Europeo, dos Subcampeonatos de Europa, otro subcampeonato del mundo. Estoy muy orgullosa y muy feliz de cómo fueron las cosas".

Se refiere Is a su polémica salida de la Federación, un asunto sobre el que no se ha querido pronunciar abiertamente y ahora tampoco lo hará. Sólo pide que "ojalá recapaciten y algún día se me pueda devolver lo que se me ha quitado". Por lo demás, en Panamá, resume, está feliz, hace lo que quiere y tiene todo el apoyo de su familia. "Esta oportunidad que me ha dado Panamá es increíble. Estoy haciendo lo que me gusta y viviendo desde lejos este deporte tan bonito al que amo desde tan pequeña, que me ha reportado momentos tan bonitos en mi vida, con eso me quedo, con todo lo que me ha dado".

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