Asturias recupera ritmo de ejecución de su presupuesto... pero sigue rezagada

El Gobierno supera el bache de 2022, aunque aún no alcanza los datos de otras comunidades

asturias presupuestos

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Vicente Montes

Vicente Montes

Oviedo

La administración del Principado comienza a digerir mejor sus inversiones, pero aún no lo suficiente. Después de que cerrase el año 2023 con las peores cifras de ejecución presupuestaría desde 2010, el Ejecutivo asturiano ha conseguido mejorar los resultados, aunque todavía está lejos de los porcentajes más elevados de años anteriores y sigue siendo superado por numerosas comunidades autónomas.

Fue a finales del pasado 2023 cuando saltaron las alarmas. El presupuesto para inversiones reales (obras que ejecuta directamente la administración regional) había ido subiendo los últimos años, pero la capacidad del Gobierno asturiano para llevar a cabo esos propósitos era limitada. El año 2022 se cerró con solo el 50% de las actuaciones en fase de obligación de pago (la obra está realizada y únicamente resta abonársela al contratista). La cuantía inversora presupuestada era de 297 millones de euros. En 2023, la cifra de inversión ascendió a los 466 millones y el año se cerró con algo menos de cumplimiento: el 49,72%.

Este año comenzó con el propósito firme del Ejecutivo de mejorar de manera sensible esos resultados. Entre otras medidas, se establecieron mecanismos para permitir licitaciones antes de que se llevase a cabo el trámite contable de activar el presupuesto (algo que se demora hasta bien iniciado el primer trimestre). ¿Lo va logrando el Gobierno? En parte sí, pero no todo lo necesario. En el mes de octubre, el Principado tenía en fase de obligado contable un 29,92% de sus 512,4 millones de euros presupuestados en inversiones reales y que era la cifra global más alta desde el año 2011. Con ese dato incrementaba en 7,5 puntos porcentuales el mal resultado de 2023 y mejoraba en más de 10,5 puntos el de 2022, pese a contar con una mayor cuantía en ese capítulo presupuestario.

De hecho, el resultado se aproximó al que se registraba en octubre de 2020, cuando la administración autonómica únicamente gestionó en inversiones 165 millones de euros, aproximadamente la tercera parte de lo presupuestado para este año.

El año pasado, a la vista de los malos datos, el consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, se comprometió a poner en marcha medidas para atajar ese problema. Prometió cambios con incidencia en la maquinaria presupuestaria: la nueva ley de Hacienda o el desarrollo de un proyecto para agilizar la contratación pública, una especie de central de compras con la que se pretende estandarizar y homogeneizar los pliegos de contratación de todas las consejerías y del sector público en general, con el fin de eliminar trabas burocráticas y facilitar la participación de las empresas en los procesos de contratación.

Con todo, los datos comparativos por comunidades autónomas reflejan que aún hay varios territorios con mejores datos en ejecución, según la comparativa del Ministerio de Hacienda.

Disputa casi ontológica

Sobre los términos en que se mide la ejecución presupuestaria o qué la define existe una disputa en la que la administración suele acogerse a aquellos datos más favorables. La resolución de una obra proyectada pasa por varios escalones administrativos: están la licitación, la adjudicación, la obligación de pago y el abono final de la cuantía al constructor.

El Principado suele valorar su ritmo ejecutor considerando aquellas partidas e inversiones que están ya en fase de adjudicación, la denominada "fase D" en la que el crédito está dispuesto y salvo anulaciones del contrato esa obra se pagará. Argumenta el Gobierno que ahí queda reflejado su compromiso y concluyen los trámites administrativos relativos a poner en marcha la actuación. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda considera para evaluar la ejecución presupuestaria la llamada "fase O", aquella en la que la actuación está en compromiso de pago tras haberse realizado.

Esta semana, el gobierno regional destacó que cerró el mes de octubre con una inversión adjudicada ("fase D") del 61,7% (658 millones más que en las mismas fechas del año pasado) lo que coloca al gobierno asturiano por encima de la media nacional "muy cerca de los números de Madrid, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana". Sin embargo, si se evalúa la "fase O" Asturias queda en décimo lugar, con un 29,92% de las inversiones reales presupuestadas en 2024 ya en fase de abono, muy por debajo, por ejemplo, de Castilla y León (42,11%) o Galicia (39,87%).

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