A Maribel Verdú también se le han escapado unas cuantas lágrimas presentando el Goya de Honor a Aitana Sánchez-Gijón, una amiga con la que ha compartido muchos momentos. Ella ha recordado sus inicios, sus años de formación en La Barraca y a su profesora Alicia Hermida. Se ha acordado de todos esos compañeros que, a pesar de la precariedad de su profesión, "siguen adelante contra viento y marea impulsados por su vocación y su talento". Y ha celebrado las herramientas que le han dado los escenarios, "todos esos teatros que he pateado durante años".
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