"En Mieres hay una población envejecida, y este segmento, los mayores, son uno de los objetivos de la delincuencia itinerante para realizar robos y estafas". Son palabras de Alberto Pardo, Jefe de Seguridad Ciudadana de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Mieres. Dos sucesos que se han producido en las últimas semanas han hecho que los agentes, además de investigar los delitos, pongan el foco en la información a este segmento de la población para que tomen precauciones de cara a prevenir este tipo de hechos.
Esta misma semana, un varón robaba una importante cantidad de dinero a un matrimonio en la zona Norte de Mieres tras hacerse pasar por un antenista que venía a arreglar la televisión que, casualmente, no les funcionaba. La mujer le dejó acceder al domicilio, y el ladrón, tras entretenerla, se llevó el dinero que tenían en casa. Otro de los casos, algo más alejado en el tiempo, se produjo cuando otros ladrones se hicieron pasar por comerciales de una máquina de masajes, y tras colocar a la víctima el aparato por casi 10 veces el precio del mismo, aprovecharon también para robarle efectivo que guardaba en su domicilio. "No son delitos habituales, pueden producirse uno, dos, tres al año como máximo, pero hay que tomar precauciones para que no suceda", señalan desde la Policía Nacional.
En el caso del supuesto antenista o de la caldera, la Policía explica que los ladrones pueden llegar incluso a pegar carteles en los portales anunciando que irán a realizar una revisión. "Incluso firman como si fueran el administrador del edificio", apuntan las fuentes policiales. "Generalmente van a por gente mayor, que vive sola, o que llega de la compra", señala Alberto Pardo. Además, en este tipo de delitos, el autor suele contar con un coche de apoyo para huir. "Generalmente no son gente oriunda, sino que son delincuentes itinerantes que nada más cometer el delito se van a otra zona o incluso a otra provincia", apunta.
Pero este, o el caso de la estafa por de la venta de colchones, o aparatos de masaje o productos de limpieza, el responsable de Seguridad Ciudadana apunta a que "está a caballo entre la estafa y el delito comercial, pero lo que hay que tener claro es que hay una víctima que paga cantidades desorbitadas por lo que venden".
No son los únicos casos de hurtos o robos que se dan. También los llamados hurtos "amorosos" o "del abrazo" suelen ser algunos de los que tienen como objetivo a la población de mayor edad. "Se les acercan personas que aun siendo extranjeras hablan un perfecto español, haciéndose pasar por un familiar de un supuesto amigo de la víctima", señala Pardo. Cuando se ganan la confianza de la persona mayor, con la excusa de hacerse una foto para enviar a su familiar, o de llevarles las bolsas a casa, por ejemplo, aprovechan para robarles en el caso de las mujeres las cadenas o collares, y en el caso de los hombres, los relojes.
Aunque no son delitos frecuentes, sí que se están dado en el concejo de Mieres. Y por ello, la Policía Nacional quiere dar una serie de pautas y consejos para que los mayores puedan sentirse más seguros. En este sentido, Alberto Pardo señala que "nunca hay que dejar entrar a un desconocido en casa, y menos estando solos". En este sentido, aboga por que, ante la más mínima duda, siempre se acuda a un vecino o se llame a un familiar, algo aplicable especialmente a los comerciales o vendedores que les quieren colocar algún producto. "La recomendación es siempre pedir ayuda", apunta el inspector.
En cuanto a los hurtos "amorosos", el responsable policial aconseja "no salir a la calle con objetos de gran valor, y tampoco con mucho dinero en efectivo". "Generalmente estos delitos se comenten contra personas que van o vienen de hacer la compra, y lo ideal sería que llevaran el dinero lo más ajustado posible para esas compras, o bien que llevaran tarjetas, a poder ser de débito y con una cantidad de dinero limitada en el gasto", indica el jefe de Seguridad Ciudadana.
Bancos
Otra de las modalidades y de las víctimas a las que persiguen los cacos es a la gente que saca dinero de cajeros. Ante esto, la mayor recomendación que hace Pardo es la de no abandonar nunca el cajero sin cerrar la sesión y recoger las tarjetas. "Hay delincuentes que ante una dificultad en el cajero le dicen a la víctima que vaya a preguntar dentro de la oficina bancaria, y aprovechan para robarle el dinero al no haber cerrado la sesión en el cajero", apunta.
Por último, Alberto Pardo también recomienda cambiar de hábitos. "Es algo complicado cuando una persona está hecha a un tipo de vida, a un tipo de horarios, pero es que precisamente de eso es de lo que se aprovechan estos delincuentes, de estudiar el perfil de esa víctima que siempre va a la misma hora a hacer la compra, o a por el pan, o a tomar el café", señala el policía.
Nadie está libre de caer en una estafa o en un hurto, tenga la edad que tenga. Pero la buena fe de los mayores los hace más proclives a convertirse en objetivos de los cacos. Lo deseable es que no caigan. Pero de hacerlo, los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado estarán ahí para tratar de detener