El costalero que fue golpeado por otro cofrade lleva el caso al Juzgado

"Me dio un puñetazo en la mandíbula y me noqueó", dice el denunciante sobre unos hechos ocurridos durante la noche de la Vigilia de la Resurrección

Procesión de Resurrección

Procesión de Resurrección / Irma Collín / LNE

Oviedo

El altercado protagonizado por dos costaleros de la Cofradía de la Resurrección –unos hechos que tuvieron lugar el pasado sábado, antes de la procesión nocturna para trasladar la imagen del Resucitado al claustro de la Catedral– acabará en los juzgados. Uno de los implicados en el enfrentamiento, un joven de unos 25 años, ha presentado una denuncia en la que asegura que el otro cofrade, que es directivo de la hermandad, le propinó un fuerte golpe que llegó a dejarlo sin conocimiento durante un breve espacio de tiempo. "Me dio un puñetazo en la mandíbula y me noqueó", afirma. El presunto agresor asegura que únicamente fue un empujón.

Todo ocurrió en el interior de la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, que es la parroquia de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Resurrección y se encuentra en el barrio de Teatinos. El joven que denunció la agresión estaba al lado del paso del Jesús Resucitado, que al final no pudo salir a la calle esa noche por culpa de la lluvia. "Estaba intentando ayudar a coger la imagen del Señor para colocarla en el trono porque tengo mucha experiencia y sé de sobra cómo hacerlo. Sólo trataba de echar una mano para que todo saliese bien porque soy hermano y costalero de la cofradía", explica. Entonces, según su versión, el directivo le recriminó que estaba tocando el paño de pureza de la imagen, la parte de la talla que tapa las partes íntimas. "Tenía los guantes puestos y sólo me estaba apoyando. Con los guantes se puede tocar", dice.

Entonces se desató una acalorada discusión. "Llegó gritando como un loco y lo hizo al menos en tres ocasiones. Puedo entender que eran momentos de tensión, pero todo el mundo fue testigo de que se estaba sobrepasando. No paraba de repetirme que soltase la imagen de malas formas. Yo le decía que sólo estaba esperando para levantar al Señor, pero no sirvió de nada", señala el denunciante. Siempre según su versión, en ese momento recibió el puñetazo. "Me dio por la espalda y cuando no me lo esperaba. Caí al suelo y tuve que acabar acudiendo al hospital", afirma. "Todavía me están haciendo pruebas médicas porque tengo la mandíbula muy hinchada, pero el informe deja claro que fue por un puñetazo", añade.

A continuación, se dirigió a la comisaría de la Policía Nacional para presentar la denuncia. "Es contra la persona que me pegó. Contra la cofradía no tengo absolutamente nada, todo lo contrario", señala el joven. "Si me hubiese pedido disculpas no habría pasado nada, pero iré al juzgado y hasta donde sea porque no se preocupó ni por mí. Todo el mundo sabe que soy muy creyente y que jamás le faltaría al respeto a la imagen del Señor, estoy más dañado psicológicamente que en la mandíbula", recalca.

Versiones contradictorias

El hermano mayor de la Cofradía de la Resurrección asegura que no existió ninguna agresión. "No le pegó en ningún momento, sólo le empujó". Graciano Maujo sostiene que el joven estaba "con un comportamiento que rayaba la ofensa" y que "intentó atentar" contra la imagen. "La mano y el paño de pureza son las partes más sensibles de la talla en madera y si se rompen se estropea una imagen que, para empezar, costó 20.000 euros. Sólo se le dijo que no hiciese lo que estaba haciendo y se le apartó de un empujón después de que dijese que él cogía al Señor por donde quería", señala. "Nadie sabe por qué estaba ahí", añade.

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