Opinión

Nueces y necios

Me gustaría pensar que los humanos aprendemos de nuestros errores, pero, visto lo visto, creo que la necedad hoy en día es pandemia. Hablando de pandemias: ¿qué hemos aprendido de la pandemia y de su horrorosa gestión? Oyendo lo que se dice y se publica en foros de reflexión que se autodenominan "expertos", creo que nada, o muy poco.

¿Aprendimos que el Ministerio de Sanidad era un cascarón vacío que no podía, en tales circunstancias, hacer frente a semejante desastre?

¿Volveríamos a celebrar manifestaciones multitudinarias como el 8M, cuando ya se sabía lo que se avecinaba y que los chinos mentían varios órdenes de magnitud sobre la gravedad de la pandemia?

¿Aprendimos que la gestión de los datos fue un desastre, que cada autonomía hacía de su capa un sayo, y que los epidemiólogos no tenían ni idea de cómo diseñar y usar modelos matemáticos sencillos para hacer predicciones fiables? Algunos todavía creen que el hospital de campaña era necesario.

¿Aprendimos que las residencias de mayores no estaban preparadas para hacer frente a un "virux" que se cebó con nuestros mayores y con las personas que sufrían ciertas comorbilidades?

¿Aprendimos que el estado de sitio que vivimos podría haberse gestionado de otro modo mucho más respetuoso con mayores y niños, y que la verdadera pandemia vino después? Algunos siguen creyendo que era necesario elegir entre salud y economía, tomando decisiones tan drásticas como inopinadas.

¿Aprendimos que sería necesario y conveniente, por transparencia democrática, analizar y publicar los efectos secundarios de las vacunas y su impacto en nuestra salud?

¿Aprendimos que sin investigación no somos nada, y que, en una situación como esta, habría que poner a todos nuestros centros de excelencia en ebullición, y que necesitamos independencia tecnológica de terceros países?

¿Aprendimos que, en un estado de máxima emergencia, es necesario estar óptimamente asesorado y poner la gestión en manos de los más competentes? No se trata de ser el "guay del Paraguay" ni de parecer (o no) buena persona. Los comités virtuales o de acólitos son una vergüenza y un descredito para un país como España.

¿Aprendimos que la historia tiende a repetirse y que no podemos permitirnos tal desmadre?

Mucho ruido y pocas nueces. Cuando veas las barbas de tu vecino pelar… n

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